LA NOSTALGIA COMO REGRESO
“¡Cuantos caminos debe recorrer
un hombre/ Antes de que lo llaméis hombre?/ ¿Y cuántos mares debe surcar una
blanca paloma/ Antes de dormir sobre la arena?/ ¿Y cuántas veces deben silbar
las bombas/ Antes de ser prohibidas para siempre? / La respuesta amigo mío
vuela con el viento/ La respuestas vuela con el viento”. Abril 1962
“Al despertar esta mañana/ Había
lágrimas en mi cama/ Mataron a un hombre a quien quería/ Le dispararon a la
cabeza/ Señor, Señor/ Dejaron tieso a
George Jackson/ Señor, Señor/ Lo tendieron en la fosa/ … A veces pienso que el
mundo/ Es un patio de prisión/ Unos somos prisioneros/ Y los demás carceleros/
Señor, Señor/ Dejaron tieso a George Jackson/ Señor, Señor/ Lo tendieron en la
fosa” Escrita en Noviembre de 1971
inspirado en la lectura del libro: “Cartas de prisión de George Jackson”
“Todo fue de mal en peor, el
dinero nunca cambio nada/ La muerte acechaba, nos seguía, pero oí al menos
cantar a tu azulejo/ Ahora alguien tiene que mostrar su juego, el tiempo es un
enemigo/ Sé que te retiraste hace mucho, supongo que me toca a mí/. Y si nunca
volvemos a encontrarnos, nena, recuérdame/
En mi solitaria guitarra sonaba dulcemente esa vieja melodía/ Y con la
armónica al cuello yo tocaba sin reservas para ti/ Nadie podía tocar esa
tonada, sabes que me tocaba a mí.” Grabada el 19 de Noviembre de 1974.
“No quiero juzgar a nadie, no
quiero ser juzgado/ No quiero tocar a nadie, no quiero ser tocado/ No quiero
herir a nadie, no quiero que me hieran/ No quiero tratar a nadie como si fuera una
basura/…No quiero traicionar a nadie, no quiero que me traicionen/ No quiero
jugar con nadie, no quiero que me hostiguen/ No quiero añorar a nadie, no
quiero que me añoren/ No pondré mi fe en nadie, ni siquiera en un
científico/” Interpretada en directo por
vez primera el 16 de Diciembre de 1978 en
Miami. Es quizás la primera canción compuesta por Dylan tras su conversión
al cristianismo evangélico.
“Cuando estés triste y solo/
Cuando te falte un amigo/ Recuerda que la muerte no es el fin/ Cuando lo que
fue sagrado/ Se derrumbe sin remedio/ Recuerda que la muerte no es el fin/ No
es el fin/ Recuerda que la muerte no es el fin/…Cuando se incendien las
ciudades/ Y arda la carne de los hombres/ Recuerda que la muerte no es el fin/
Cuando busques en vano/ A un solo ciudadano íntegro/ Recuerda que la muerte no
es fin/ No es fin, no es fin/ Recuerda que la muerte no es fin/. Grabada el 2
de mayo de 1983.
QUERIDO BOB:
Quien te escribe es un venezolano que vivió su juventud en la década
de los setenta en medio del fragor social de luchas populares, identificado con
todo lo que oliera a protesta y compromiso contestatario e irreverente. Del mundo occidental y especialmente de
Norteamérica nos llegaba el descontento y
el desenfado de los giros de una cultura hacia el desenfreno consumista, la
vida automatizada y el trabajo alienado. Cánones impuestos por unas leyes en
crisis que ya no podían reflejar el verdadero problema humano. La conducta
guerrerista, la discriminación racial, las profundas desigualdades sociales, el
desbalance en la justicia de los conflictos raciales de blancos contra los
negros, conllevaban al exacerbar sensibilidades humanas que rechazaban la
indiferencia del “sueño americano” y su
odiosa faz desnuda. Recuerdo los
movimientos sociales de los negros contra el Ku Ku Klan, la protesta de la
famosa actriz de cine Jane Fonda contra la guerra, los
conocidos campamentos de hippies de Woostock en favor del amor y la paz, los arrebatos
musicales de Jimmy Hendri, las protestas de Ángela Davis. El Jazz, el Blue y el
Rock promovieron la más lograda sensibilidad popular. Se habían dado pasos importantes en la
emergencia de una cultura que rompiera con la indiferencia y una vida
automática enajenante. Pero, no pasó mucho tiempo que fueran absorbidos por el
mercado capitalista y las drogas, que
como trasiego representaba un escape venenoso tanto para el espíritu como para
el cuerpo. Pero tú no te rendiste, seguiste incólume escribiendo, leyendo, cantando, sin hacer
mucha bulla, pero claro en tu camino poético sensible a la época que te tocó
vivir. Hoy lo recuerdo, como si fuera ayer,
más allá de la política en los aires libertarios y poéticos que vuelan
desde las espiritualidades. Para 1979
escribía un amigo poeta lo que transcribo a continuación: “Dentro de ese mismo movimiento Bob Dylan (seudónimo de Robert
Zimmerman) encaraba otros aspecto de la cuestión. Aparecía desgreñado, cantando
baladas de letras larguísimas. Su ironía continua, su resistencia a contestar
preguntas serias, su invitación a ser bohemio y caminante llamaron la atención
de una generación ávida de cambio. Dylan
retomó los elementos tradicionales y construyó una nueva lírica musical de
raíces populares. El folk era la forma más directa de comunicarse el cantante
con su medio ambiente, esto es la cultura underground, la canción políticamente
comprometida. La aparente dulzura y suavidad de Dylan es un arma de doble filo,
pues no se queda en lo estetizante. Las letras acusan, atentan a las creencias
morales y religiosas, anuncian la transformación de los tiempos.” Tomado
del libro breve “Bob Dylan / John Lennon Dos trovadores del siglo XX”. Gabriel
Jiménez Emán. 1979.
Es de reconocer que a tus 75 años
te mantengas como ese trovador que siempre has sido, sin alardes, sin
egocentrismo exacerbado, sin búsqueda de la perversa fama llena de oropeles y
banalidades. Por eso me pareció escribirte esta carta abierta, y cuando leí por internet tus palabras de
agradecimiento a la Academia Sueca por el premio Nobel de literatura. Me conmovió tanta sencillez y espontaneidad
de tus palabras. Creo que el Premio Nobel de Literatura 2016 se ajusta a los
criterios del siglo XXI dado que supera
los viejos tiempos en donde literatura les corresponde a los escritores que
tiene una obra profusa y sostenida. Son tiempos posmodernos donde se impone
visiones holísticas, de integralidad y de encuentros entre dimensiones
artísticas y literarias que se consideraban separadas. Además, ese encuentro
hermoso coherente entre conducta y discurso. Cosa que se ratifica cuando dices
que “son mis canciones las que están en
el centro vital de casi todo lo que hago y lo estimulante de haber encontrado
un lugar en la vida de muchas personas”.
Bob celebro el premio porque tus
canciones poéticas ya no son tuyas, pertenecen al tiempo que nos ha tocado
vivir, a la nostalgia y vivos recuerdos
que traspasan fronteras y nacionalidades. Parece que el siglo XXI está signado
por el regreso a aquellas expresiones artísticas y poéticas que se consideraban
pasadas de moda y estamos persuadidos que conservan una espiritualidad que las
hace tener vida perenne. Sobre todo en esta época donde la era digital intenta
imponerse con tanta bagatela y superficialidades obviando no solo los grandes
problemas que tiene el planeta para la supervivencia humana y futuras
generaciones. A tu salud, maestro Bob Dylan.
Bob, finalmente me gustarías que
leyeran la transcripción de una dedicatoria que escribí el 25 de
Febrero de 2013 a mi hijo Marcos que en músico y toca la armónica muy bien, en
un libro grueso de más de mil páginas titulado: BOB DYLAN LETRAS 1962 – 2001, que se explica por sí mismo:
PALABRAS PARA UN LIBRO DE BOB DYLAN
Hay poetas y artistas que se dan a conocer por algunas canciones, sobre
todo las que gustan al gran público, dejando en el anonimato o poco
conocimiento de una producción poética extensa. De contenido profundo, sin
sensiblerías, humano sin afectación, comprometidos sin cobijarse en dogmas,
anecdóticos sin cansar. Provienen de su
vida inconforme, de sus lecturas poéticas y literarias (Por ejemplo Dylan lo
tomó del poeta inglés Dylan Thomas), de
sus aventuras amorosas y de su tiempo, perteneciente a una generación de las
década de los años sesenta, identificada con el poder joven, la lucha anti
racial, la rebeldía universitaria, la quiebra de los grandes relatos, la
postura antibélica y los sueños por un mundo mejor. Leyendo sus letras descubro
un interesante material para las nuevas generaciones como la tuya, haciendo
resistencia cultural, sin caer en copias
y tomando las particularidades del siglo XXI.
Aunque un regalo se da si mucha explicación, quise filosofar un poco, porque siento que si tiene talento musical
innato, este debe estar acompañado por buenas letras que superen la mera
complacencia y la falsa popularidad por aquello de canciones de letra pegajosa.
Adelante, además Bob también se inició en la armónica. TU PADRE ANGEL GUSTAVO. 25/03/13.