sábado, 26 de marzo de 2016

BARACK OBAMA Y LOS ROLLING STONES EN CUBA. ¿CUÁL SOCIALISMO?

BARACK OBAMA Y LOS ROLLING STONES EN CUBA. ¿CUÁL  SOCIALISMO?  Angel  Gustavo Cabrera 25/03/2016



“Se inventa la investigación artística a la que se da como definitoria de la libertad, pero esta “investigación” tiene sus límites, imperceptibles  hasta el momento de chocar con ellos, vale decir, de plantearse los reales problemas del hombre y su enajenación. La angustia sin sentido o el pasatiempo vulgar constituyen válvulas cómodas a la inquietud humana, se combate la idea de hacer del arte un arma de denuncia”   Ernesto “Che” Guevara. 1965
“Dentro de la revolución todo, fuera de la revolución nada”. “Sin cultura no hay revolución”.  Fidel Castro
“Todo ha cambiado/ Nada ha cambiado/Todo ha cambiado arriba/Nada ha cambiado abajo/ A ese mundo se le llama Socialismo Real. La palabra se ha quemado con la erosión histórica.” Carlos Franqui. 1981 Tomado del Libro: “Retrato de Familia con Fidel.  Seix Barral. Biblioteca  Breve.
“No creo que la gente vaya a lanzarse a la calle a reclamar sus derechos, las personas en Cuba lamentablemente prefieren lanzarse al mar y ser devorados por un tiburón en el estrecho de La Florida, que enfrentarse a un policía político.”   Yoani Sánchez. Bloguera cubana. 2011.
“…No pierdan nunca de vista que todo hombre es un monstruo en cuanto puede. Añadido el poder ya no hay salvación posible. En estos 22 años de miserable existencia lo único que he conocido es la persecución, la esclavitud y la estupidez ascendida a canon ideológico.” Reinaldo Arenas. Escritor  Cubano. 1975
“…Porque  Fidel nos contagió a todos con el Síndrome del Autor Absoluto, del Narrador en Jefe que tiene entre los dedos los hilos de todas sus marionetas”. Orlando Luis Pardo Lazo. Escritor Cubano. Tomado del Libro “Boring Home”. 2013.


En estos tiempos posmodernos  nada asombra y todo asombra. Los acontecimientos pasan como hechos de este tiempo del siglo XXI, obviando lo que se sostuvo con vehemencia, con pasión y furor. Son tiempos de cálculos estratégicos, de grandes alianzas, de cambios trascendentales, de pragmatismo políticos y de distensión. Pero sin renunciar, al menos en el discurso, de los viejos planteamientos que son los que le han dado vida y le siguen dando. La visita de Barack Obama y el concierto gratis en suelo cubano de Los Rolling Stone forma parte de nuevas realidades de este siglo XXI. Los Estados Unidos como gran potencia cuidan mucho el campo internacional, sabe del avance del terrorismo en el Medio Oriente y de un posible conflicto entre Irán y Arabia Saudita, el problema de los inmigrantes y la tensa situación entre Turquía y Rusia. Obama aspira bajar las tensiones estrechando las relaciones diplomáticas y una clara  apertura económica. De esta manera neutraliza a Cuba, en momentos de derrotas  políticas de Evo Morales,  Cristina Kirchner, Nicolás Maduro. El Estado Norteamericano sabe de la importancia de América latina y le interesa que este de su lado, en el marco de la cultura occidental y alianzas estratégicas. Lo mismo que mermar  a la guerrilla colombiana, de los cual  Santos y los representantes de la FARC ya han alcanzado algunos acuerdos, precisamente  en la capital de La Habana.
Por su parte el  gobierno cubano, dirigido por Raúl Castro, deja atrás el discurso beligerante antiimperialista y se prepara para el desbloqueo económico y político impuesto por los Estados Unidos desde hace más de medio siglo. Todo esto ocurre en plena calma, sin disparar un solo tiro y el odiado enemigo hoy es un aliado para coadyuvar a la crisis económica que padece la isla, agudizada por el quiebre de la dependencia rusa y lo poco que le puede ofrecer Venezuela en este momento de la caída de los precios del petróleo en el mercado internacional . Necesita transformar su economía con la inversión extrajera, el empuje turístico capitalista y el impulso de la producción. De esta manera fomenta el empleo y hace menos dependiente al trabajador cubano  del Estado. Además no pone en juego su sistema de dominación política cuasi-dictatorial  instalado desde el año 1956. Queda así el triste recuerdo de una revolución socialista, hoy fracasada, donde no hay libertades ni democracia, donde impera la miseria  y las desigualdades sociales, el control y persecución ideológica, el falso discurso y el secuestro hasta del pensamiento de los cubanos expresado en el miedo a hablar con trasparencia. Cuantos no murieron por esa causa equivocada, por esa revolución convertida hoy en mera caricatura, en humor negro irónico.  Cuantos no murieron por la bota implacable del padre Fidel Castro, y si hoy,  hay una estrecha rendija de democracia, ella se puede cerrar si el régimen se llega a sentirse amenazado. Esto es lo que se denomina “La revolución permitida”. Jamás reconocerán que se equivocaron, que fue un error histórico salir de una dependencia para entrar en otra, que ese modelo estalinista,  importado de la URSS, nunca fue soberano ni democrático, ni utópico. Que la anomía social denunciada por Yoanni Sánchez  es a consecuencia de un fascismo que lleva casi 60 años en el poder bajo un solo nombre. Cuantos murieron en el exilio, Guillermo Cabrera Infante, Reinaldo Arenas, Celia Cruz, etc. Y cuantos siguen vivos,  tildados de “gusanos” por el delito de pensar distinto y el odio oficial. Esto no se puede olvidar,  pretendiendo lavarse la cara sobre tanto hedor de este poder criminal y nefasto.


Otro signo de este tiempo representa el concierto del Grupo de Rock “Los Rolling Stone” este viernes 25 de marzo. Abjurada  la música en ingles con aquello de la construcción del hombre nuevo,  los cubanos,  en medio siglo no han podido disfrutar de esta música porque el régimen castrista la considera que enajena, que es un pensamiento vulgar, que tiene una influencia ideológica. La escuchaban por vía clandestina de la Radio de Miami y aquellos que tuvieran colecciones de discos en ingles eran catalogados de “alienados por  los yanquis”. Por eso escribe Yoani  Sánchez dos sentencias lapidarias en su blog  Generación XY: “Con la presentación de Mick Jagger, el eterno joven de 72 años, y su banda Rollig Stone, hemos ganado nosotros, los que nos gustó siempre el rock” y agrega “será esta semana en la que finalmente los cubanos hemos empezado a colarnos en el siglo XXI, aunque el origen de Los Rolling Stone fue a mediados del siglo pasado (1962). Cuando era muy joven fui militante de la izquierda venezolana (PRV-FALN) y, aunque nunca desde el partido nos  impusieron la música que debíamos escuchar, sin embargo el gusto por la música revolucionaria y de protesta era obvio. Común era escuchar a Silvio Rodríguez, Pablito Milanés, Mercedes Sosa, el grupo chileno Quilapayu, Víctor Jara, Facundo Cabral,  etc. Y de Venezuela Alí   Primera, Soledad Bravo, Grupo Los Guaraguaos y otros. Se consideraba que esa  música y la letra concientizaban y la otra pertenecía a la sociedad de consumo banal y burguesa. Sin embargo, siempre tuve un sentimiento universal por la música, de tal manera que me gustaba todo tipo de música, venezolana y extranjera, instrumental y cantada, producto  de haber crecido en un hogar que se dejaba escuchar la música en sus diferentes géneros. Además llegué a tener una Miniteca denominada “Mente Fresca” donde tenía que ofrecer discos de moda y más de estos grupos como Los Beatles, Los Rollig Stone, Carlos Santana, Leed Zepelín  y un largo etcétera. Por otra parte, cuando visité Cuba, en Enero de 2001 relacioné por qué nos  recibieron  con un acto cultural donde grupos de niños danzaban y reptaban por el piso con fusiles de madera y  fondo musical  de Silvio Rodríguez,  de  contenido ideológico  guerrerista. También,  en conversaciones con el joven guía de la escuela donde nos hospedaron, me dijo lacónicamente que ellos se encontraban apartado del mundo en materia musical, y que alguna música extranjera se colaba por emisoras de radio enemigas del gobierno, que ni siquiera Celia Cruz se podía escuchar mucho. Incluso después me enteré de las andanzas de Silvio Rodríguez, y su profundo  contraste  entre discurso poético y quehacer político. Por un lado canciones amorosas que hablan de justicia social y solidaridad,  por otro,  era un  funcionario del régimen que avala su vil procedimiento. Esto se puede llamar hipocresía o   un tartufo tropical. 

 
  

Que explicación le doy a esto de traer a Los Rollig Stone  en pleno siglo XXI. Este afamado grupo musical pertenece a una era  que ya no existe, la época de los hippies, del poder joven,  de los pelos largos y la irreverencia hoy es historia nostálgica,  muchos han cambiado de modo de vida y otros han fallecido (Joe Cooquer, Hendri, Janes Joplin, etc.). De tal manera que ese grupo británico viven de sus éxitos pasados. Sin embargo emociona ver a este especie de reliquia viviente, Brian Jones, Mick Jagger, Keith Richard y Ron Wood cantando sus canciones, y sobre todo “Symathy for the Devil”, una canción irreverente que denuncia la guerra, las injusticia, el poder, producida por el mismo género humano: “Encantado de conocerte/Espero que adivines mi nombre/ Pero lo que realmente te desconcierta/ en la naturaleza de mi juego”. No obstante vale la pena estar allí en la isla cubana, aunque hay que destacar que  una cosa es lo que significa para el pueblo y otra para el gobierno castrista. Para el pueblo es disfrutar de este arte que se les estaba vedado por el anacronismo ideológico. Para el gobierno es una manera pragmática de atraer turistas y nuevas inversiones extranjeras, conservando el sistema político de origen, antidemocrático y explotador. Para el pueblo significa una apertura de tanto ahogo y aburrimiento. Para el gobierno legitimarse en las nuevas generaciones de cubanos, esa legión de jóvenes que han perdido el miedo y se conectan con el mundo por las redes sociales globalizadas. Parece que el régimen castrista no tiene escapatoria, y lo sabe. Es una lucha entre realidad y manipulación.  Espero ver, algún día el final de esa larga noche y un fresco amanecer  resplandeciente