jueves, 31 de diciembre de 2020

SOPLO DE ARENA. POEMAS DE INGRID CHICOTE

 

SOPLO DE ARENA.  Poemas de Ingrid Chicote

 


Di la verdad. / Di, al menos tu verdad. / Y después / deja que cualquier cosa ocurra: / que te rompan la página querida, / que te tumben a pedradas la puerta, / que la gente se amontone delante de tu cuerpo / como si fueras / un prodigio o un muerto.  HEBERTO PADILLA. Fuera del juego. 1969.

Nunca habrá palabras / para definir / tanta malditura / enmascarada / nos cambiaron las consignas / por clamores / quisieron nuestras cabezas / agazapadas contra la pared / siempre estaremos / cabeza erguida / de pie / vista al frente / al pelotón / y dé  usted la orden / si se atreve / los corazones / seguirán latiendo / y aunque diga / portami via / che mi sento di morir / Bella ciao he de vivir.  INGRID CHICOTE. Poemario Soplo de Arena.  Julio. 2020.

 


SOPLO DE ARENA es el poemario más reciente de la escritora villacurana Ingrid Chicote. Precedido de breve introito donde sueña con San Agustín, el Santo de la verdad, de la filosofía de la libertad y el amor en Dios. El enigma que deja su sueño es que al final unos guardias vestidos de pretores quieren atrapar a San Agustín  y observa en sus ojos  maledicencia  y desconcierto. Esa revelación fue un impulso para  escribir este poemario, escribe.

Hoy desando los pasos / busco un lugar /  para sentarme a olvidar / lo que ya no viene a la memoria. Este verso iniciático viene a ser como cuando se desteje un mantel de cuatro puntas y en ese proceso se observa el tránsito por el territorio elegido, las identidades naturales y ese olor a las chicharras, al vaivén de los árboles, la brisa benigna y el ancho campo para  los animales silvestres que se retozan y forman grescas. Como se preguntaba el poeta Harry Almela, quien no tiene un patio en su corazón. Ingrid lo recrea de manera festiva, exalta el esplendor de la naturaleza, la recuperación del paisaje como ámbito al que acomodar sus vivencias. << Cualquier ruido de la puerta / era una alarma: / el ladrido de los perros / o el aleteo de las gallinas / todo por un rabipelado o un erizo / la montaña se venía abajo con todo y río / era invierno / y las nubes bajaban a beber agua del manantial / en verano subíamos al pozo / si nos agarraba la noche / podía bajar la bola de fuego / y teníamos que correr por los caminitos >>.



Conforme vamos avanzando en la lectura ordena su propio tiempo, el pasado como una fortuna en su desmemoria y los atisbos espirituales  que se van posesionado de su palabra y sus poderosas imágenes integradoras  de la cueva y los fantasmas, << Esta cueva me enferma / no sé cómo salir / me volveré un enorme gigante / con traje de abadía / y caminaré por encima de la gente / no para pisarla / para irme lejos / sin mirarlos tampoco / han sido suficiente las lapidaciones / al frente de este lugar / me he escondido en esta cueva / he escrito por la libre / no tengo amarras / quiero irme lejos / convertirme en nube de arena / allende el mar >>. 



El yo persiste, es como un acicate en la integración poética y de vida. Es el triunfo de una especial lógica, imposible ya de medir con la realidad. <<Trenzo mis cabellos / para almacenar / pequeñas llaves / que abren la piedad / concentro luz en cada hebra / tránsito por la oscuridad / las manos tantean / el largo cabello / que ahora me acompaña / detengo / embestidas / lustros / el corazón que me queda / enciendo la llama / no olvido /olvido / la compasión / está en la puerta >> Es un credo que conserva en todo el hilo del poema, no se desdice ni se contradice.



 La lírica poética va in crescendo y es como que si la poetisa volviera en si para soltar las amarras de sus angustias y sus  penas. Es allí donde el desenfado hace su aparición desgajando tristezas, quejas y reclamos. Ingrid acusa de manera vehemente  <<He conocido a los muertos / escriben / con buriles y se atraviesan / en las claves de sol / para no pasar desapercibidos / vienen de lejos / controlando los mares agitados / volcado todas sus palabras / en la furia de los huracanes / que vienen a tocar / tangencialmente / la cafetera de la cocina / descubro las paredes / las desvisto / las lleno de mi / con todas las acciones posibles / de nunca volver atrás / A veces un muerto me visita / él no sabe que está muerto / cree que sus grandes huesos / articulan consideraciones / no le debo / eres un muerto / con barbas y canas / con grandes ojos agitados / de muerto / pidiendo oxigeno/ eres el muerto de miedo / por historias/ por el hombre de arena / que viene a buscarte / y tienes  miedo de dormir solo / en tu ataúd / no creas que me importa / yo no convivo / en el mismo cementerio>>



El canto desenfadado llega al clímax  de todo un acontecer violentado, lo que hay es dolor y tristeza pero también un hondo y valiente reclamo impetuoso     << A quien cobraremos / el destierro / ver crecer a los nuestros / en las fotos / tener la vaga esperanza / del reencuentro / no poder estar cerca / para bajar una fiebre / no saber que decirle a los hijos / cuando más nos necesitan / y nosotros / envejeciendo / con todos los dolores / de la distancia / a quien cobraremos / el miedo frente a la puerta / la vida empeñada / a una tragedia / que nunca / pensamos vivir / a quien cobraremos / nuestras heridas / estos dolores metafísicos / la lejanía / los mares de por medio / como en los primeros años / de la humanidad / como cobrar los discursos de los insolentes / de aquellos que sienten / que tiene la verdad en la mano / una daga afilada / para partir la patria a pedazos / y repartirla / con nuestros corazones rotos / por todas partes del planeta/ quien me pagará esta quemada / que llevo en el pecho / este dolor informe / que a veces no me deja respirar / esta nostalgia / este exilio sin haber sido culpable / Cuánto cuesta un gramo de llanto / un encierro / el silenciamiento de la esperanza / quien me debe / nos debe a todos / los días de libre tránsito / de hablar alto / de expresarnos sin miedo a la muerte / quien me debe nos debe / a todos / la sonrisa que nos ha quitado / los abrazos / la familia / los domingos de encuentros / nos debe mucho / ojalá / cuando cobremos / la piedad sea con ellos. >> Este largo poema habla de los vivos, de los que sufren el calvario del exilio y los que quedan en tierras venezolanas. Es una diáspora que se inició por allá por 2014 y que no se ha paralizado hasta esta fecha llegando a más de seis millones de venezolanos trashumantes  en algún punto del planeta. Esto sin contar el dolor en la propia tierra venezolana con el hilo de sangre mortal del asfalto, de las prisiones, de los hospitales, de los fusilados a quema ropa.





Y es que en Venezuela la poética nunca ha ignorado los hechos sociales y políticos que  han marcado historia. El poeta larense Pio Tamaño y su identificación con la libertad contra el régimen dictatorial de Juan Vicente Gómez. Rafael Cadenas, Eugenio Montejo, Adriano González León, etc. en tiempos de Pérez Giménez. Caupolicán Ovalles, José Barroeta, Luis Camilo Guevara, Ely Galindo y Víctor Valera Mora en tiempos de la violencia desatada por Rómulo Betancourt.  Por cierto que la obra del Chino Valera Mora es una de las más celebradas por su alto contenido contestatario, de desenfado y de compromiso social y político. Este gran poeta hizo de la poética un estilo de vida, de tal manera que verso y vida iban tomadas de la mano. Hoy los tiranos han tomado su nombre para identificar el premio nacional de poesía anual, pero sabemos que tanto su obra como su andar en  la vida son contraria a premios y mucho más si es antagónica a su credo ideológico. Los verdaderos  poetas nacieron para ser libres y no estar apegados a razones de Estado ni a chantajes de grupos dominantes en desmedro de las mayorías.






Cierro esta disquisición al último poemario, SOPLO DE ARENA, de la escritora Ingrid Chicote con el penúltimo poema con una mirada de triunfo sobre sus captores, iracunda y soberbia bajo un estilo literario conversacional, hablado   << De dos en dos voy escribiendo / para decirme presente / dentro de las multitudes / no pueden callarme / porque no suelo decir mentiras / no podrán derrotar /  el verbo / la palabra creadora / ni mucho menos esta mirada / siento  de cerca / cuando me pasa por un lado / el espanto / que acecha con todo y centinela / pero yo guardo bajo mi manga / una linterna vaporosa / para interrumpir los efluvios / de toda maldad inclemente / vade retro / digo y aunque no rezo el trisagio / espanto a los fantasmas / que vienen a calcinar / mis libros / no puedo cantar lo bello / porque para mí / esto es un tiempo de tortura / no puedo celebrar alzando / una copa irreal / cuando todo el vino / se encuentra encarcelado / la risa llena de llanto / y la misma indignación / que cuando los yerbajos / mueren de sed / no es un tiempo para la alegría / claro que no / pero si me toca / la comparto entre los pocos amigos / que aún me quedan / hoy no ha habido comida / pero no importa / hay mucho guarapo de ramas / con el que se puede mitigar / la terrible sed de justicia / si es que la justicia tiene sed / si es que quiere venir a imponerse / Temis ha sido enterrada / bajo el tridente de Poseidón / en nueva tragedia / donde Zeus y Hades / reinan juntos / en sus juegos de poder >>



miércoles, 23 de diciembre de 2020

 

LA HISTORIA DE LA LECHUZA ANDARIEGA



HOMENAJE POSTUMO A YRAIMA VASQUEZ BITRIAGO

 

Yo conocí una titiritera que se llamaba La Lechuza Andariega.


Una vez me encontraba en la ciudad de Guanare,  del Estado Portuguesa en Venezuela, visitando un tío que era muy rico porque tenía un puesto de venta de flores en el mercado principal de la ciudad. En una de esas me fui a recorrer las calles de la ciudad y pasando  por  la Plaza Bolívar vi a lo lejos un nutrido grupo de niños sentaditos en el piso, muy atentos, frente a un teatrino de tela roja, disfrutando de un cuento a través de sus personajes.  Recuerdo, era una leyenda conocida como “El Silbón” con sus personajes como Don Hilario, la niña Marisela,  su mamá  y un personaje bien feo que se llamaba el silbón. Aunque llegué cuando estaba terminando la obra, me quedé para conocer a los titiriteros porque siempre me ha gustado ese mundo mágico de las marionetas y los títeres, entonces vi salir a una señora, no tan vieja, de piel morena y ojos vivaces, muy agradable de vista, con una enorme lechuza de cara redonda blanca con ojeras grises, enormes ojos y grisáceo su cuerpo revestido de plumas amarillentas, y con un sombrerito muy simpático. Ella movía a la lechuza entre los niños y los adultos, se posaba sobre la cabeza de los niños que disfrutaban y la acariciaban con sus tiernas manitos. Al final hablo la lechuza y dijo que su nombre era LECHUZA y su apellido ANDARIEGA porque le gustaba viajar sin parar en ninguna parte. Al final la lechuza desplegó aún más sus alas y se perdió, metiéndose entre el teatrino que ya cerraba sus cortinas.




Yo estaba admirado con el breve espectáculo y la mirada enigmática de la lechuza  me llenó de curiosidad y me quedé hasta que desarmaban el teatrino, guardando  en grandes maletas y cuál es mi sorpresa que la titiritera con la lechuza se me acercó y me dijo, amablemente: “-Usted joven, que desea saber, en que lo puedo ayudar, yo soy la lechuza andariega para servirle”. Yo, un poco nervioso, le dije que sentía curiosidad por el nombre tan original.  Ella, sonriente, con una mirada penetrante parecida a su lechuza, me respondió: “-Ay hijo, es una historia muy larga que no puedo contarte acá porque debo volar a otro lugar, pero como estas interesado  y nadie me ha preguntado eso, te invito al Teatro de Títeres de Guanare donde tengo mi taller y con mucho gusto te cuento la historia, te espero mañana a las tres, ah y se puntual porque la Lechuza Andariega no espera”.


Así que fui puntual a la cita, ella me saludo cariñosamente y recorrimos unos largos pasillos del hermoso Teatro de Títeres de Guanare hasta llegar a su taller donde había títeres y marionetas de diferentes tamaños. Sentado frente a ella, esto fue la historia que me contó: “-Era yo una niña de 13 años que  me gustaban mucho los animales, como a todo niño de pueblo, pero sentía mucha atracción por los pájaros y aves. Tenía un gato completamente negro, un perro azabache, un loro travieso que escandalizaba en las mañanas repitiendo mi nombre y una enorme ave blanca de terciopelo que me acompañaba en mi cuarto y  la que yo le contaba mis secretos. Una vez estando en mi cuarto, reposando del mediodía, escuche una algarabía en el patio entre el perro que ladraba y mi abuela que gritaba pidiendo auxilio. Yo, que estaba dormitada, salte de la cama y vi que mi abuela espantaba al perro que quería abalanzarse sobre una algo que no distinguía, vi  que movía sus alas y emitía un sonido lastimero y estridente como diciendo no me maten, no me maten, allí supe que era un pájaro raro. Entonces agarre al perro por el cuello y lo amarré. Mi abuela asustada exclamó: - “Ese pajarraco trae la muerte, hay que sacarlo de esta casa, meterlo en un saco y botarlo, pero no hay que tocarlo con las manos. Pero el ave ni siquiera se movía, estaba indefenso y sus ojos centelleaban de angustia como esperando la muerte. En cambio yo sin conocer esa clase de ave, lo que sentí fue compasión y le dije a mi abuela que fuera a calmar al perro que seguía latiendo, sin embargo insistía que había que sacar ese pajarraco porque anunciaba la muerte, entonces le dije: - De dónde saca usted eso que ese pájaro anuncia la muerte, no parece muy bonito, pero no es para tanto abuela, déjeme ver que le pasa, porque   además de asustado parece que le duele algo. Entonces  mi abuela se  interpuso entre el pájaro y yo, diciéndome: - “Niña Iraimita hágame caso, ese animal es diabólico, llama a la muerte y a las brujas, hay que sacarlo en un saco”. En ese momento llego mi madre y escuchando la grisapa  se acercó al  patio y dijo: “-Por Dios que está pasando mamá, ¿Qué hace esa lechuza aquí, ¿Quién la trajo? No me digas que tu Iraimita”. Y yo le respondí: - Madre yo no la he traído, debe ser que cayó allí y el perro empezó a ladrar y mi abuela se asustó, eso fue todo. Mi abuela insistió: “-Ese animal raro y feo anuncia la muerte, así  lo he leído por ahí en las santas escrituras y hay que sacarlo antes que vaya a ocurrir una desgracia”. De allí que mi madre tratando de consentirme dijo: “- Bueno mamá, no es para tanto, esas  son supersticiones que hay en este pueblo, vamos a calmarnos, primero vamos a ver el estado de la lechuza y luego veremos que hacemos, pero no podemos echarlo a la calle. Ustedes no conocen las lechuzas, son animales inofensivos. No hacen daño, más bien hay  cuidarlos”. Pero mi abuela terca dijo: “Bueno, en esta casa no mando yo, me voy para la casa de mi hija Teresa hasta que saquen esa lechuza horrible de aquí”. En ese momento llegó mi padre del trabajo y habló: -“Señora Clementina, Juana, Iraimita, vamos a hacer una cosa, por los momentos vamos a calmarnos, yo tengo en mi biblioteca una enciclopedia sobre aves venezolanas y voy a buscar que dice sobre estas aves, no podemos quedarnos solo con la argumentación de la Iglesia Cristiana, vamos a ver que nos dice la ciencia veterinaria. Muchas veces nos dejamos llevar por la ignorancia y las supersticiones por leyendas contadas oralmente que van de generación en generación hasta nuestros días, pero que están alejadas de la realidad. Esta noche, después de la cena vamos a leer en familia sobre las características de esta ave y mañana temprano tomamos una decisión. Por lo pronto pongámosla a buen resguardo y veamos su estado de salud.



-          Hijo, ¿cómo es que Usted se llama?

-          Me llamo Eduardo Rafael

-          ¿Estás aburrido, quieres que termine rápido?

-          No,  Señora Lechuza….para nada, la estoy escuchando fascinado con la historia

-          Está bien  continuo.

Esa noche buscamos una cobija vieja para abrigarla, mi padre la revisó y observo un ala rota, seguramente por alguna piedra que le lanzaron.  Con mucho cuidado la curó, le puso un entablillado y me dijo: “mañana la llevamos a un veterinario amigo para que la revise y luego la llevamos al zoológico”. A lo que yo le dije: “Papá  yo me comprometo a cuidarla en las tardes cuando venga de la escuela, no es necesario llevarla al zoológico, que sabes tú si se la dan de comer a los tigres o a los leones”.  Está bien hija, me dijo, pero después de la lectura que vamos a hacer   esta noche.


Así que esa


noche en mí cuarto con mi mamá, mi papá empezó a leer, pausadamente, lo siguiente… déjame acordarme: “-Ave del orden de los estrigiformes o rapaces nocturnas”…  más adelante encontró lo que andaba buscando y leyó en voz alta: -“Si una lechuza se posa en el techo o revolotea cerca de una ventana, anuncia el pronto fallecimiento de una persona…” Yo me iba muriendo y mi corazón latía fuerte como esperando algo más. Y en efecto llegó  al leer: “Cuando los curas españoles  llegaron a América Latina difundieron la creencia de que las lechuzas eran criatura malignas, utilizadas por el demonio y las brujas en sus ritos malignos. Dichas creencias fueron pasando de generación en generación hasta nuestros día, por eso es que cuando una persona ve cerca de su casa una lechuza insulta y grita para asustarla y hacerla ir.”  Entonces yo,  emocionada y llena de alegría,  levanté  mi mano y hable: -Papá, entonces no es cierto lo que dice mi abuela, son creencias y la lechuza se puede quedar en casa. MI madre que estaba atenta dijo: Esta bien mi amor déjame ver como convenzo a tu abuelita.



Así fue que esos meses de atención a la lechuza fueron los días más felices de mi vida, me enteré de que se alimentaba de ratones, lagartijas, murciélagos, pájaros pequeños, arañas. Bueno, pero no te voy a contar como la alimentaba porque esa es otra historia.  Me puse experta en el conocimiento de esas aves que existen no solo en Venezuela sino en los cinco continentes. Todas las tarde al llegar del colegio me encargaba  de la recuperación de la lechuza y hasta el perro y mi gato se pusieron celosos porque yo la consideraba mi mascota preferida, pero al final se hicieron amigos y no la molestaban para nada

-          ¿Y tu abuela, regreso a casa?  Pregunte a la lechuza

-          Si, duro quince días afuera. Después, hasta protegía a mi lechuza. Lo que si me dijo fue que no dijera a nadie que yo tenía esa lechuza en casa porque iban a querer que la sacara, ya que ese pueblo era muy creyente. Yo se lo prometí, y aunque me moría de las ganas por contarlo,  era mi secreto bien guardado. Y solo ahorita que te lo estoy contando a ti Eduardo.

-          ¿Y qué paso después? Estoy ansioso por saberlo

-          Buen Eduardo viene la parte triste y alegre y porque yo decidí llamarme La Lechuza Andariega.

La lechuza se fue recuperando, y en esa medida fue tomando vuelo y se posaba en la mata de mango del patio y allí pasaba horas quietica, dormida y bajaba a comer y hacernos compañía. Ella dormía de día y en la noche salía a volar por allí hasta que en la madrugada sentía su regreso con su canto, que era como un tintineo metálico. 




Un día vi que en la mata de mango le llegó a su lado otra lechuza, entonces ya eran dos. Y yo feliz porque seguramente se enamoraban y tendrían  sus pichones  en casa o hacían su nido en la mata de mango.  -Pero hijo mío  no fue así.  Ya mi padre me había preparado para lo peor diciéndome   que las lechuzas ni los pájaros debían enjaularse porque ellos eran libres y si tenían alas era para volar en libertad, aunque yo no me ganaba para la idea de no verla nunca más y esperaba que ese día nunca llegara. -Pero, como todo llegó Eduardo y fue en  un diciembre.  Vino la lechuza que siempre la acompañaba, bajaron a comer y después volaron  haciendo un círculo en el cielo,  hasta que finalmente cantaron con su sonido característicos, yo no lo podía creer y siempre me asomaba al amanecer y en  la tarde a ver si estaba posando en la mata de mango. Pero nunca más volvió por estos lugares. Por eso  sufrí desganos y hasta me raspan ese año escolar porque me hacía falta mi lechuza y estaba muy desganada y no tenía ánimo de nada.

 


-          Y no me ha contestado porque decidiste llamarte  la lechuza andariega

-          Bueno eso es más fácil hijo, ya es el final

Resulta que por aquí por Guanare nos visitó un titiritero famoso de Argentina de nombre Javier Villafañe y su grupo de títeres se llamaba LA CARRETA ANDARIEGA, con un espectáculo muy vistoso  y hermoso y explicaba a los niños que el andaba con su carreta andariega por  Venezuela y otros países visitando pueblos llevando su alegría a los niños, que él era un andariego. Así que yo pensé,  cuando  crezca voy a tener mi propia compañía de títeres y la voy a llamar LA LECHUZA ANDARIEGA y  que me llamen así. Y esta es la historia de una niña que conoció y amo a una lechuza andariega, que seguramente no viva aún,  pero estarán los hijos de sus hijos recorriendo el mundo.



Y me  fui de allí emocionado por esta historia, que juro fue así como se la estoy contando, pensando que yo también tenía que ser titiritero.

 

Angel Gustavo Cabrera.  Buenos Aires. 22/12/2020. 

martes, 15 de diciembre de 2020

NAUFRAGIO EN ALTA MAR

 

NAUFRAGIO EN ALTA MAR



Huían de un país que los ahogaba, donde los niños le dicen a los padres que tienen ganas de irse porque están flaquitos. Huían de un país que la política ha convertido en un peñero a la deriva y a un punto de estallar contra la primera roca que lo hiera. Huían de un país donde no hubo lugar para vivir con la dignidad que alguien le prometió y ahora son alimentos de los peces… A los náufragos de Güiria no los mato el mar.” Willy Mckey.

El naufragio de Güiria es el naufragio de nuestra Venezuela que lleva más de veinte años ahogándose en el oprobio que mata sin piedad, arrebatando vidas y sueños. No es la diplomacia indolente de Trinidad la responsable, aunque tiene su cuota en esta tragedia. Los venezolanos que mueren en el mar son los mismos que mueren a diarios en sus hogares con las neveras vacías de alimentos o en los hospitales sin medicinas y sin atenciones  Jorge Carvajal.

El padre Jesús Villarroel, director diocesano de Cáritas Carúpano Sucre, confirmó a Radio Fe y Alegría que eran 25 los tripulantes en total que iban en el peñero, y que una de las víctimas tenía tatuado en su cuerpo los nombres de sus padres, se trata de Gabriela Subero y deja huérfano a dos niños pequeños. Para el religioso es una problemática que se agudiza en esta zona de Güiria en donde prevalece altos índices de desnutrición, de pobreza, de inseguridad, de precariedad, de pocas fuentes de empleo”. RADIO FE Y ALEGRIA. Noticias Venezuela.



Diecinueve barcos/ de formas humanas/ corazones latiendo/ sangre venezolana/ sueños libertarios/ escape del infierno/ turbulentas olas/ hundida esperanza/ dolor familiar/ las preguntas arden/ mientras el tirano/ sonríe satisfecho/ de su obra criminal/ Llora VENEZUELA/ el dolor de Güiria/ las olas vienen/ las olas van/ Siento deseos/ de matar          Poeta Venezolana Olga Díaz Díaz. Título: GÜIRIA



Yo me pregunto ¿Alguien sabe dónde queda Güiria?  ¿Sabrá que es una pequeña población ubicada en las márgenes de la Península de Paria en el extremo noreste de Venezuela? Consultando a Wikipedia nos dice que es una ciudad de aproximadamente 40.000 habitantes, considerado un importante puerto sobre el océano atlántico y centro económico de la Península de Paria, muy cercana a las zonas de explotación y explotación de las áreas gasíferas del Golfo de Paria, donde numerosas empresas estatales y privadas tienen proyectos en desarrollo. Güiria es la capital del Municipio Valdes del Estado Sucre y fue fundada en 1767. Sabrán nuestros lectores que también es conocida como TIERRA DE GRACIA, identificada así por nuestros conquistadores y colonizadores en el siglo XVI motivado a su belleza, a lo gentil de sus primeros pobladores. Los guireños son gente alegre, les gusta las notas musicales del Steel Band, género musical que aprendieron de su estrecha relación con Trinidad, igual con las parrandas y fiestas navideñas. Viven de la pesca artesanal e industrial, de la agricultura y posee  una biodiversidad en la vegetación y la fauna, de allí la presencia del Parque Nacional Península de Paria.



Sin embargo, esa visión idílica que todavía registra las páginas de Internet hoy no es real. Güiria y todo el Estado Sucre presenta un panorama desolador. El desarrollo económico está paralizado, la empresa privada quebrada, la agricultura en ruinas, la desocupación y el desempleo es desesperante y la pobreza reina por doquier. Y no es el COVIT 19 el causante de las penas sino la bestial dictadura de Nicolás Maduro y su equipo gobernante, desde las autoridades nacionales, regionales hasta las municipales. La complicidad y la corrupción completan el cuadro.  El drama nacional se cuadruplica en este pequeño Estado oriental. Los güireños de la era democrática tenían poco pero no se acostaban sin comer, sus servicios y necesidades de vestir, compartir sus fiestas, etc. las tenían cubiertas. Son pueblos modestos, humildes, trabajadores y alegres, como es la vida en los pueblos venezolanos. Su estrecho vínculo comercial con Trinidad y Tobago les proveía de recursos que ellos no producían. Nunca, como ahora, fueron expulsados de territorios vecinos porque estaban tranquilos en su terruño de origen. Ahora, hasta la posibilidad de protestar está prohibida, como en todo el país. La llamada “revolución socialista” tiene un olor nauseabundo, pestífero. Es un trago amargo que tienen que soportar. Ya no les queda llanto.



Esas son las razones que los hacen huir de su pequeña tierra, como en toda Venezuela, buscando un destino mejor, un lugar que les provea de trabajo y sustento para la familia. A veces soportando explotación y esclavitud por estar en negro, es decir sin papeles en regla. Es la incertidumbre como destino pero con la esperanza que mañana llegará el pan. 



Como aquel viejo dicho muy criollo que “el venezolano es del tamaño del compromiso que se le presente”,  25 güireños escogieron el 06 de diciembre para zarpar en un peñero a las 8.30 de la mañana. Quizás pensando,  que el reto valía la pena para ganarse un dinerito y  no pasarla tan mal en diciembre.  Era domingo y no presagiaba mal tiempo. Se hicieron la señal de la cruz y se encomendaron a Dios que los protegiera para llegar sano y salvo a Trinidad. El bote estaba identificado por un letrero que decía “MI ESPERANZA”, que precisamente era la que ellos tenían. Los tripulantes dejaban allí familia, hijos, amigos y toda su historia de vida, con el deseo de regresar cuando la situación mejorara en Venezuela. Más no se supo de ellos. Pasaban los días y todo indicaba que el viaje había sido un éxito, hasta que el sábado 12 de diciembre las redes sociales informaban que “al menos 19 venezolanos migrantes, entre ellos dos niños, murieron ahogados mientras intentaban viajar en un bote hasta Trinidad y Tobago en busca de un mejor futuro”. Los cadáveres fueron recogidos por guardacostas que se encontraban a siete millas náuticas de la Península de Paria. Lo que ya está confirmado es que  lograron llegar a la isla de Trinidad y Tobago y  al ser  rechazados y expulsados por las autoridades militares trinitarias tuvieron que regresarse y cuando apenas estaban a mitad de camino de regreso se quedaron sin gasolina y el bote quedo a la deriva, lo cual en un mar encrespado  hizo zozobrar la débil embarcación. Había  antecedentes,   el pasado 22 de noviembre de 2020 El Gobierno Trinitario deportó 16 menores y 9 adultos, que a consecuencia del reclamo de una fiscal tuvieron que regresarlos por el amparo de los Derechos Humanos y los Convenios Internacionales.



Esta situación de migrantes hacia la Isla no es nueva, sobre todo en este proceso de diáspora que se da en todo el territorio venezolano, el problema es el peligro por las frágiles embarcaciones y los obstáculos de la mar por las condiciones del tiempo, que son muy cambiantes. Entre abril y mayo de 2019 desaparecieron más de 60 personas en tres embarcaciones que viajaban hacia Trinidad y Tobago (dos botes partieron de Güiria y uno de Falcón). A un año y siete meses los familiares desconocen donde están sus seres queridos. Lo asombroso de todo esto es que huyen a una Isla que tiene sus problemas económicos, agudizados por la pandemia, pero que el dinero que logran ganar vale mucho más que en Venezuela.



Hoy queda como pantomima, como paradoja absurda, como mueca del destino el nombre de Tierra de Gracia. Convertida en Tierra de Desgracia por sus malos hijos, victimarios, delincuentes que enterraron la democracia, el progreso y la modernidad so pena del sufrimiento y la muerte de sus habitantes. Para la tiranía madurista le interesa ahora culpar a los medios de comunicación, a la oposición y a los Estados Unidos, además  de inculpar a un venezolano  en la persona que les alquilo el peñero o embarcación como para tratar de identificarse con los deudos, pero nada dice de los motivos que los impulso a correr el peligro. Hipócritas y fariseos que pretenden, hasta en eso, emular al régimen castrista con los balseros cubanos. Además qué están en contubernio con los gobernantes de la Isla de Trinidad y Tobago.   NINGUN REGIMEN FASCISTA LO HACE como la dictadura cubana e iraní.

 


Escribe el periodista venezolano Román Losinky  lo siguiente: “Cuando hace 22 años se hablaba de “el mar de la felicidad”  y se ponía como ejemplo la salida en balsas desde Cuba a Miami buscando una mejor vida, el país todo decía: “no vale, eso aquí no va a pasar nunca” Y pasa. Y miren que pasa. Se compara esta situación con Siria, teniendo orígenes muy distintos los problemas, y destinos distintos las almas”.  

Ya para este martes 16 de diciembre de 2020 se han logrado identificar 19 cadáveres de 21. Ellos son: Giomarys Jaime (18), Angel Subero (30), Yunior Salaverria (18), Pedro Aguilera (23), Fiannelys Moreno (34), Dariangelys Martinez Rausseo (2), Dulce Pérez (22), Juana Caraballo (67), Roxy Rigaud (19), Analize Martínez (6), Ines Subero (34), Raudelys Salazar (23), Gabriela Subero (33), Dylan Astudillo (3), Claudis Esteban (21), Josaidis Díaz Acosta (26), Edwin Patines (8), Santos Sucre (38), José Natera (33). Falta por identificar dos cadáveres. Sin comentarios, solo señalar, la gran mayoría jóvenes y tres niños, todos sometidos a ese infierno en alta mar.




El periodista y escritor Willy Mckey escribe una larga crónica titulada: A LOS NAUFRAGOS DE GUIRIA NO LOS MATO EL MAR, de cual extraigo el siguiente texto:




A los náufragos de Güiria no los mató el mar. Se lanzaron al agua buscando tan solo su derecho a una vida normal, atando esa misma vida a un hilo que ahora tiene que dolernos porque nos está apretando en la garganta, en el pecho, en las manos.   En la culpa

En una geografía de aguas inversas a la cubana, tenemos muertos que desde tierra firme intentaron alcanzar la isla que les quedaba más cerca, sin importar el problema del idioma y del desprecio, si aquello significaba poder comer y vivir honestamente del trabajo. Y el gobierno de esa isla, con una crueldad que no podemos permitirnos olvidar, los devuelve al agua como quien se quita de encima un problema ajeno, convirtiendo la política exterior la política exterior en una de esas planchas que en los barcos piratas equivalían a la pena de muerte. A los náufragos de Güiria no los mato el mar.

Es una afirmación que debemos repetirnos como una oración, como un mantra, como un rito sonoro que nos ayude a soportar la pena de ver los cuerpos secándose a la intemperie, el día en que la Península de Paria se pescó la muerte de tantos.

Una Península. Viene a la memoria, de manera automática, la definición en tono escolar, con olor a tiza: una península es una porción de tierra rodeada de agua por todas partes, excepto de una que la une al continente. Virgilio Piñera, poeta cubano, alguna vez se atrevió a definir las angustias de una isla como <<la maldita circunstancias del agua por todas partes>>. Hoy, después de los náufragos de Güiria, somos menos que ese verso de Piñera. Somos una península a la que llegan nuestros muertos flotando y comidos por los peces. ¿Cuál es el brazo de tierra que nos mantiene pegados al Continente, a esos que nos contiene?

¿Cómo se pide en una mesa de redacción cualquiera que se midan porcentajes de abstención o participaciones populares después de que estos muertos flotan a nosotros? ¿Cuál es la noticia que puede jerarquizarse por encima de este horror sin desenlace?  ¿Qué estamos muertos?

A los náufragos de Güiria no los mató el mar.



BASTA DE INDIFERENCIA DE VENEZOLANOS ADENTRO Y AFUERA. ESTAS NAVIDADES TENDRAN UN SABOR AMARGO.

martes, 1 de diciembre de 2020

MARADONA: UN ANTIHEROE

 

MARADONA: UN ANTIHEROE



El 22 de junio de 1986, en la ciudad de México, marcó su primer gol con Dios como su compañero. Quisieron impugnar el milagro, pero el árbitro no había visto nada: la actitud agrandada de Maradona le hizo ganar ese punto. Luego sigue “el gol del siglo” que reunió a los más grandes gambeteadores del fútbol: Garrincha, Kopa y Pelé, reunidos en una sola acción. En solo 50 metros, con una carrera alucinante, pasó a la mitad de la selección de Inglaterra y gambeteo al portero Shilton antes de enviar el balón a la red y a la albiceleste a los cuartos de final del Mundial. En el mismo partido, dios y el diablo, marcó los dos goles más famosos de la historia del futbol. Había un Rey Pelé, ahora hay un Dios Diego” Carta de EMMANUEL MACRON ante la muerte de Diego Armando Maradona.



“¿Vos qué harías si fueras Maradona? Le pregunto Diego a su acompañante. La verdad, Diez, no me gustaría ser ni un segundo Maradona…. Le respondió con una honestidad extrema….tras tomarse un poquito de tiempo para elegir bien las palabras. Responde Diego  –Eso mismo me pasa. Me gustaría tomarme vacaciones de Maradona. Diego se había cansado de ser Maradona”.  Anécdota de un acompañante en los últimos días pos operatorio, recluido en la Clínica Olivo. Diario CLARIN. 27 de noviembre de 2020.



Esta crónica me permite contrastar el héroe del antihéroe. El primero representa lo mejor de la sociedad, sus valores y hazañas notorias, incluso permanece en la historia por sus grandes aportes. El antihéroe es reconocido por un evento transcendente y a partir de allí se construye una imagen y fama, un estilo de vida que no es el referente a seguir. Escribe Martin Voogd en el Diario CLARIN que “el talento innato lo llevó a ser el mejor de todos en la especie de los futbolistas. Y el talento innato se llenó de caprichos, y los caprichos lo llevaron a un ser indomable… Maradona tomaba decisiones y sus decisiones tenían el imperativo de un Rey”. Y a un Rey nadie le dice lo que tiene que hacer, es responsable absoluto de todos sus actos, importándole un bledo lo que piensen o digan de él. No vive para la sociedad ni para los demás, vive para sí. Carga con el peso de un mundial de futbol de hace décadas y eso lo utiliza a su antojo. Por eso lo que escribe uno de sus biógrafos: “Diego era una cosa muy instintiva, para nada racional, ni para hablar de ideología. No hay que poner teoría en la vida de Diego Armando. La vida del DIEZ está en el ámbito del surrealismo, de la mística, de la fe subconsciente del pueblo.” (Jimy Buns Marañon, periodista y escritor británico). El llamado “Barrilete cósmico”, “el pibe que gambeteo la pobreza”, tiene un reconocimiento mundial ganado por su talento en el futbol dijo una vez que no quería ser ejemplo para nadie, más bien deseaba ser recordado por lo que no debía ser.



Estando en Argentina no dejó de llamarme la atención la conmoción que causo su muerte y su entierro, su cadáver expuesto en la Casa Rosada y los miles de personas que pasaron frente al féretro para una despedida, produciéndose al final actos violentos por lo incontrolable de la multitud. Así lo reseña el Diario CLARIN en su portada: “En un caos con gases lacrimógenos y balas de goma terminó finalmente el velatorio en la Casa de Gobierno. Miles de hinchas desbordaron la precaria organización oficial y hubo incidentes fuera y dentro de la Casa de Gobierno, donde coparon el Patio de las Palmeras. El presidente tuvo que salir con un megáfono a pedir tranquilidad.” (26/11/2020). Igual de impresionante fue la portada de todos los diarios del mundo, dedicada a Diego Armando Maradona. Todo esto contribuyo a que me planteara hacer una encuesta flash en una zona porteña con la pregunta ¿QUE REPRESENTA PARA USTED MARADONA? Y los resultados no dejaron de ser interesantes, de veinte personas encuestadas las opiniones estaban divididas y antagónicas. Unos, sin vacilar,  lo ubicaban en un ídolo; lo más grande como jugador;  un sentimiento nacional; una leyenda; un mito; un jugador de futbol y nada más. Otros, si medias tintas,  lo señalaban como un falopa; una porquería; una mierda; lo peor de la sociedad, un blasfemo al decir que fue ayudado por la mano de Dios, un ser mediocre. Después de leer varias crónicas periodísticas no deja de llamarme la atención el personaje de EL PELUSA, y creo que fue todo eso y más. Eduardo El Presto, un periodista argentino, se pregunta: “¿A quién estamos despidiendo? El que fue neoliberal; que apoyo dictaduras; que hacia orgias en Cuba con menores de edad que le ofrecía la dictadura cubana para su recuperación; el que golpeaba mujeres; el que dejaba hijos abandonados; el que vivía en el lujo y el boato en Dubái; el que terminó haciendo negocios con el kicnerismo; opinaba de política sin saber nada de política.” En fin un ídolo de cartón pintado con acuarela de una sociedad decadente”, termina diciendo.



El escritor Juan José Sebreli escribió dos libros dedicados a Maradona, La Era del Futbol (1998) y Comediantes y Mártires (2018), de allí que tiene autoridad para hablar de futbol y del personaje en cuestión. En un extenso artículo de opinión escrito en El Diario LA NACION de fecha 28/11/2020 señala: “Los acontecimientos sucedidos en estos días, luego de su muerte, confirman mis ideas de aquellos escritos: el fenómeno Maradona es un clásico ejemplo del mito popular sin conexión alguna con la vida real de ídolo. Nacido en un barrio bajo, muy pronto salió de él, ya que Argentinos Junior, cuya comisión directiva integraba el represor Carlos Guillermo Suarez Mason, le consiguió un modesto departamento. De joven fue usado por la última dictadura militar y el mismo se definió como “el soldado Maradona” dispuesto a responder a cualquier llamado de la patria. No obstante no estuvo presente en la Guerra de Las Malvinas. Si bien estas actitudes pueden justificarse por su escasa edad, en su adultez integró conscientemente, el nacionalismo de izquierda. Fue adepto de Fidel Castro, se tatúo el Che Guevara en su brazo y fue consecuente con ese camino hasta llegar al llamado del Socialismo del Siglo XXI, con Hugo Chávez, Evo Morales, Nicolás Maduro y el matrimonio Kirchner. Más aún: se vinculó e hizo negocios con Vladimir Putin, quién lo convirtió en Presidente de un poderoso club de Bielorrusia”.  Diego Armando Maradona no era ningún romántico ni un Robín Hood, que donara a los pobres su riqueza obtenida. El Diario CLARIN señala que “su patrimonio oscila entre 75 y 100 millones de dólares. Entre sus bienes se destaca viviendas en el país y en el extranjero, carros de lujo, excentricidades como un anillo de brillantes valorado en 300 mil euros que le regalaron en Bielorrusia, contratos e inversiones de gran valor entre la Argentina y diversas parte del mundo en las que vivió y trabajó”. De tal manera que ese mito que Maradona era de Izquierda fue un invento del periodismo progresista y tanto le sirvió a Maradona como a los líderes que visitó. Dice el escritor Juan José Sebreli: “Maradona era carente de toda cultura política. Esto no fue un impedimento para que la izquierda ´populista lo tomara como un referente. Fidel Castro y Maradona, dos obsesionados por la fama se usaron mutuamente y descubrieron que la propaganda recíproca era beneficiosa para ambos”. Y después de Fidel, vendría Chávez y Nicolás Maduro, quien presto su figura para hacerle campaña en Venezuela a este último. ¿Estaba consciente Maradona que estaba promocionando una dictadura, de la cual  Pepe Mujica  y otros líderes democráticos guardaron distancia? En honor a la verdad creo que ni siquiera se planteó ese dilema. Su caso ya resultaba  irreversible.






Tampoco fue ético como deportista. No solo se jacto de hacer un gol con la mano. En una entrevista en el año 2004, para el programa Mar  de Fondo, Maradona se reía al recordar cuando el utilero de la selección argentina, Miguel Di Lorenzo, en la semifinal del Mundial de Italia 1990, en un partido contra Brasil, les dio de beber a los rivales un bidón de agua con somníferos. El astro recordó jocosamente cuanto ansiaba “que tomaran todos los buenos”. En el Mundial de 1994 lo sacaron del campeonato cuando el control antidoping le dio positivo. Pero tal predilección por la droga no se limitaba a algo meramente personal: En una ocasión que fue invitado a entra a la casa de Gran Hermano llevo para repartir un inesperado souvenir para cada participante: bolsitas con droga.” Juan José Sebreli. El otro costado de Maradona. Diario La Nación.



Al finalizar esta investigación sobre el personaje no me queda sino un sabor amargo del que ya tenía por su apoyo a la tiranía de Nicolás Maduro en mi país Venezuela. Queda mucha por decir. La fama alcanzada en 1998, si bien lo inmortalizó en el imaginario popular creyendo que era la revancha con Inglaterra y su derrota en Las Malvinas, también lo lanzó por una vida personal y política llena de desaciertos, de imposturas que resulta difícil salirse,  digno de un personaje posmoderno  de vida pragmática, de lujos, pertenencias, líos judiciales, lujuria y adicciones. Todo lo pudo y la vaciedad como única y fiel compañera.

 


Al final el ídolo de multitudes murió solitario, triste, atrapado por sus propios fantasmas, como lo señala Martin Voogd. ( y no precisamente por tener Covid-19). Maradona padecía de una Miocardiopatía dilatada severa, que significa un engrandecimiento de las cavidades del corazón.