ENTREVISTA AL LIDER
OPOSITOR RUSO ALEXEI NAVALNY
“Vivir es arriesgarlo todo (…) De lo contrario eres solo un trozo inerte
de moléculas ensambladas al azar, a la deriva, donde quiera que el universo te
lleve” Alexei Navalny
“No tengo miedo y les
pido a todos ustedes que tampoco tengan miedo”. Yulia Navalnaya, esposa del líder opositor Aleksei Navalny. 15 de
marzo de 2021.
“Putin y su régimen han
pasado millones de horas de trabajo fortaleciendo su poder… Solo lo venceremos
si invertimos decenas de millones de horas de trabajo”. Aleksei Navalny. 2020.
“Vladimir Putin es un
asesino”. Joe Biden, Presidente
de los Estados Unidos. 18 de marzo de 2021.
¿En las últimas dos
décadas Usted se ha dado conocer ante el mundo como un aguerrido opositor a
Vladimir Putin, el Presidente de Rusia, que busca, cuál es su objetivo?
A N: La democracia amigo periodista.
Después de la Perestroika de Mijaíl Gorbachov a finales del siglo XX donde se
planteó la revisión exhaustiva del sistema totalitarista que teníamos y las
críticas al régimen estalinista, lo que aspirábamos el pueblo ruso era un sistema
democrático abierto, que se respetara los derechos humanos, civiles y políticos, que estuviese abierto a la alternabilidad
democrática y gobiernos decentes que enfrenten la corrupción administrativa, no
que la utilicen como mecanismo para perpetuarse en el poder con la hegemonía sobre los demás poderes,
sobre todo el poder judicial, eso es más de lo mismo pero revestido de un baño seudo
democrático. Revise Usted la historia de
este siglo XXI, son veinte años con un solo gobernante, porque Dimitri Medvedv que fue Presidente de
Rusia de
¿Pudo Usted y su equipo
sacar conclusiones sobre su envenenamiento que lo llevó al borde la muerte?
¿Determinar la autoría material e intelectual del mismo? ¿Por qué querían
matarlo?
A N: Déjeme responderle que tanto el
equipo como yo hemos sido muy persistentes y a cada hostilidad o tranca que nos
ponen seguimos adelante y Vladimir Putin sabe que no me voy a detener en las denuncias
fundamentadas que he venido haciendo de los actos de corrupción administrativa
de funcionarios, autoridades y empresas rusas controladas por el Estado. Ahora
mismo está circulando por las redes sociales un video conocido como El Palacio de Putin, que es la historia
del mayor soborno acerca del Palacio que tiene Putin a las orillas del Mar
Negro en Gelendzhik. Y no estoy solo en estas denuncias, tuve que conformar una
Fundación Anticorrupción con personalidad jurídica para estudiar y denunciar
cientos de caso. Y déjeme decirle, antes de pasar a lo otro, que tengo el
respaldo de millones de rusos en todo el país que se manifestaron el 23 y 31 de
enero aún con la pandemia y la bajas temperaturas. Aspiramos no regresar al pasado de miedo y hegemonía
política, a la represión estatal como mecanismo a las demandas sociales. No es
nada fácil porque aquí se formó una cultura de índoles fascista y desmontar
todo eso lleva tiempo.
En relación al envenenamiento, le voy a contar la historia
completa. El 20 de agosto del 2021 fui hospitalizado en estado de gravedad en
la Sala de Cuidados Intensivos del Hospital Omsk en Siberia presentado un
cuadro de intoxicación por haber ingerido una sustancia extraña a la salida de
un hotel. Se encendieron las alarmas por los antecedentes de envenenamiento que
tenemos en Rusia con los disidentes, entonces mi familia, amigos y la presión internacional contribuyeron a mí traslado a Berlín, al día siguiente. Allí pase
cinco meses en una recuperación lenta. Y
se demostró por los exámenes de laboratorio que la sustancia pertenece al grupo
de la colinesterasa, altamente tóxico. La investigación que abrimos determinó
ocho implicados del Servicio Federal de Seguridad y exigimos al Comité de Instrucción de Rusia
la apertura de un proceso penal, aunque sabemos que eso no va a prosperar,
porque detrás de eso está la mano de Vladimir Putin, como lo he expresado públicamente.
No me van a ser callar.
¿Pudiera explicar en
detalles la acusación que hay en su contra y la violación a la libertad
condicional que esgrimen como causa para el juicio que se le sigue y la
restitución de la prisión? ¿Por qué decidió regresar si sabía que una vez en
suelo natal lo meterían preso?
A N: No tengo condición personal para
andar vagando fuera de mi país y estar como exiliado político denunciando lo
que aquí sucede. Eso es lo que quiere Putin, para buscar convertirme en
una escoria. Lo repito, así como lo dije
ante los jueces y fiscales: “No podía
presentarme ante las autoridades como requería los términos de la libertad
condicional porque estaba convaleciente en Alemania tras el envenenamiento y
regresé cuando mi salud me lo permitió, el mundo entero sabe dónde estaba”.
La Corte Europea de Derechos Humanos insto
al Kremlin a dejarme libre por la naturaleza y alcances del riesgo que corrí
para mi vida, pero hicieron caso omiso y el Ministro de Justicia Konstantin Chuichenko ha señalado que tal reclamación es infundada y
que no van a permitir injerencia en el sistema de justicia rusa. En el fondo es
un intento desesperado de silenciar la crítica.
Con relación a las acusaciones en mi contra datan, la primera
de 2013 cuando fui acusado de robar grandes cantidades de madera de una
compañía estatal y aunque no hubo pruebas y el caso estuvo por cerrarse, las
autoridades me dejaron libre para participar en las elecciones municipales de
Moscú, y contra todos los pronósticos obtuve el 27 % de los votos, siendo la
segunda figura más votada, aunque sospecho que el porcentaje fue mayor. Luego
del impacto de las elecciones los fiscales montaron otra acusación contra y mi
hermano por supuesta malversación de fondo en perjuicio de la compañía de belleza Yves Rocher, sin embargo la empresa se negó
haber sufrido alguna pérdida. Finalmente fuimos condenados a tres años y medio
de prisión y gruesas multas. Pese a esto
yo gozaba de libertad condicional por lo que desde 2016 decidí presentarme a
las elecciones presidenciales de 2018 e instalé una red de oficinas electorales
en todo el país, sin hacerle caso a la notificación que recibí en 2017 de la
Comisión Electoral Central señalando que mi candidatura era imposible porque
tenía antecedentes penales y las leyes lo prohíben. Como se ve son patrañas del
Estado para torpedearme el camino hacia el favoritismo electoral por recuperar
el país hacia una democracia decente y nacionalista. Esto representa la cooptación
de la justicia que favorezca sus intereses.
¿Hay un problema
político de índole generacional entre
Putin y el liderazgo que representa?
A N: Eso es evidente. Estoy en total
desacuerdo con reivindicar ese espíritu de la gran potencia que descanse en la autocracia que tenemos. Vladimir Putin
pretende imitar el modelo que tenía la Alemania Oriental con una visión
totalitaria y absolutista del poder. Aspira y sueña extender sus tentáculos
hacia áreas de influencia en regiones fronterizas como Crimea, Bielorrusia y
América Latina, como es el caso de Venezuela, Nicaragua y la ya clásica isla de
Cuba. Vladimir Putin es un Stalin
posmoderno. Yo tengo 44 años, nací en 1976, de tal manera que como político
joven no tengo pasado siniestro como Putin, ex agente de la KGB. Pertenezco
a las nuevas generaciones de lo que representó la histórica caída del
Muro de Berlín de 1989, alejado de dogmas, de totalitarismos, culto a la
personalidad y de obediencias ciegas a doctrinas. Soy cristiano, libre
pensador, nacionalista, democrático, creo en las libertades individuales, creo en el capitalismo y en el mercado. Amo mi
país y estoy dispuesto a todo por él. Lamento, si, que en una parte de la
población no se comprenda los tiempos en que vivimos y siga conectada con el
pasado, es un problema cultural, como te dije hace rato, pero con los últimos acontecimientos
se han venido dando cuentas. Es cuestión de tiempo.
Transcendió en los
medios de prensa occidental parte de tu discurso ante Los Tribunales con citas
de la Biblia y del libro de Harry Potter. ¿Lo recuerdas?
A N: Bueno, soy un lector empedernido,
leo de todo, y un poco me gusta utilizar el sarcasmo, las ironías y las
similitudes. Hay que salirse de los planos cerebrales y racionales. Total,
ellos me entienden y al final les queda su mala actuación en su conciencia. La
mía está tranquila siempre. Les dije a viva voz: “La tarea del gobierno es asustarlos y convencerlos entonces de que
están solos. Nuestro Voldemort, que
representa al villano antagonista de Potter en la saga de J.K Rowling, en su
palacio, también quiere decir que yo me sienta aislado¨ …Imagínense
lo maravilloso que sea la vida sin mentiras constantes, imagínense lo
genial que sería trabajar como juez cuando nadie pueda llamarles y darles
instrucciones sobre el veredicto a emitir” Así que el Juez me increpo
diciéndome que no estaban allí para discursos aleccionadores y les dije que esa
mi manera de ver el asunto y nadie me podía callar al expresarlas.
Finalmente mi
amigo, Alexei Navalny, se encuentra en
la Colonia Penal en Pokrov, alejado por más de cien kilómetros de Moscú. ¿Cuál
ha sido el impacto?
A N: Debo
confesar que el sistema carcelario ruso logró sorprenderme. No imaginaba que
fuese posible armar un verdadero campo de concentración a cien kilómetros de
Moscú. Tres cosas me siguen sorprendiendo: el cielo estrellado sobre nosotros, el
imperativo categórico en el fondo de cada uno y la increíble sensación de pasar
la mano por mi cráneo recién afeitado. Aquí hay incontable número de reglas,
que incluyen la prohibición estricta de decir palabrotas o hablar en jerga.
Imagínense una cárcel en la que no se dicen palabrotas, algo terrible. Al
estilo de la novela “1984” de Geroge Orwell. En todas partes hay cámaras y ni
la menor infracción pasa inadvertida, una especie de “educación” por medio de
la deshumanización. Soy objeto de una constante vigilancia e incluso de noche
soy fotografiado por los guardias de cada hora. Al final me duermo tranquilo
pensando en que hay gente que se acuerda de mí y nunca me perderá de vista. ¿No
es algo formidable?
La entrevista al líder
opositor ruso Aleksei Navalny fue el
producto de una investigación de sus declaraciones, opiniones dadas y de
su posición política, por lo que la comparación con la realidad no proviene de
la ficción del entrevistador.