MEMORIAS DE UN VENEZOLANO
EN BUENOS AIRES
“Mi Buenos Aires
querido, / cuando yo te vuelva a ver, / no habrá más pena ni olvido. / El
farolito de la calle en que nací / fue el centinela de mis promesas de amor, /
bajo su quieta lucecita yo la vi / a mi pebeta, luminosa como un sol. / Hoy que
la surte quiere que te vuelva a ver, / ciudad porteña de mi único querer / y
oigo la queja / de un bandoneón, / dentro del pecho pide rienda el corazón...”
Letra
de Alfredo Le Pera. Música de Carlos
Gardel. Compuesta en 1938.
“Yo / Nací en esta
ribera del Arauca vibrador / Soy hermano de la espuma / De las garzas y de las
rosas / … Y del sol / Y del sol. / Me arrulló la viva diana de la brisa en el
palmar / Y por eso tengo el alma / Como el alma primorosa / Del cristal / Del
cristal. / Amo, lloro, canto, sueño, / Con claveles de pasión, / Con claveles
de pasión, / Amo, lloro, río, sueño / Y adoro rubia crines / Al potro que
quiero yo….” Autor: Rafael Bolívar
Coronado, año 1915. Música de Pedro Elías Gutiérrez.
La despedida de un país o de una ciudad tiene muchas veces una expresión ambivalente, entre alegría y tristeza, nostalgia por todo lo que dejo y el anhelo de la llegada al país de origen. Llegué a Buenos Aires a comienzos de febrero de 2019 con la finalidad de compartir con mi pequeña familia en una planificación de tres meses, que se convirtieron en dos años, inolvidables por tantos acontecimientos jamás imaginados. La peste del Covit 19, los fallecimientos de personajes de alto significado para la historia argentina como lo son el caricaturista y escritor de historietas Joaquín Salvador Lavado Tejón, mejor conocido como Quino y su personaje central, caustica y critica, llamada MAFALDA y sus amigos. De Diego Armando Maradona y su gol del siglo, aquel 22 de junio de 1986, de vida muy disipada, drogas, mujeres, que le sacó dividendos a la fama, más un estilo de vida equivocado. Aun así el pueblo argentino lo venera. También nos enteramos de la muerte repentina de Juan Forn, escritor legendario de la generación de los noventa, con apenas 61 años. Mauro Viale, considerado uno de los iconos del periodismo argentino por su constancia, disciplina y defensor de la libertad de expresión, muere a los 73 años por Coronavirus. La peor noticia que he recibido fue la sorpresiva muerte de mi madre Manuela Antonia Cabrera Sánchez, por un tumor cancerígeno y un estado de agravamiento inusitado y de mi hermana mayor Rosalía Cabrera, el mismo año con apenas 11 días de diferencia del mes de julio de 2021. Nadie sabe el calvario del sufrimiento por estar tan lejos y consciente que la soledad obligada por el Covit 19 y la aguda crisis venezolana afecta más a las personas de la tercera edad. Mi madre alcanzó 93 años y mi hermana mayor 77 años. Nunca me pasó por la mente que aquella despedida en Maracay, noviembre de 2019 sería para siempre, y sin poder hacer nada y estar en persona para llorarlas en cuerpo presente. Eso nos enseña que hoy estamos mañana no, y como siempre decía mi amada madre: “Uno sabe cuándo llega, pero no cuando le toca irse de este mundo, yo he vivido bastante”. (En el blog ladiscordantenota blog spot.com puedes encontrar las semblanzas de estos personajes. Igual de Maradona y Quino
.
En Buenos Aires su
gente es de
costumbres cotidianas que la trasladan de generación en generación, salir
pasear con los perros, la mayoría de rasa, sentarse en las tardes en los
lugares abiertos a dialogar y compartir un café o mate, cenar los fines de
semana en los restaurant, nadie está pendiente del otro, cada quién en lo suyo.
Hay bastantes casas de ancianos de carácter privado donde son llevados cuando
se acaba la vida útil, son especie de depósitos de ancianos. Me llamó la
atención que no hay personas de piel negra, predomina el blanco. Esto viene
dado por el proceso de colonización, la ausencia de mestizaje y la enorme
cantidad de inmigrantes (sobre todo italianos, españoles y franceses) entre los
finales del siglo XIX y a lo largo de todo el XX.
Es indiscutible que BUENOS
AIRES es una ciudad acogedora, por sus cuatro
estaciones (otoño, invierno, verano y primavera). Sus enormes avenidas y
aceras, las grandes edificaciones de estilos antiguos que contrastan con
arquitectura más moderna, con una tendencia muy marcada hacia Italia, España y
Francia. El área del inmenso paseo,
tipo boulevard, en la avenida Corrientes, con sus teatros, sus
librerías donde te cansas de ver títulos y autores reconocidos, sobre todo
europea, muy poco de escritores latinoamericanos y venezolanos, salvo los
famosos como Vargas Llosa, Almudena Grandes, Gabriel García Márquez. Además del
permanente reconocimiento a la obra de Jorge Luis Borges y Ernesto Sábato. Sin
embargo se nota las oportunidades a los escritores jóvenes que toman con
seriedad el oficio de escritor y/o ser un buen poeta. Este boulevard ofrece
infinidades de tiendas y café donde puedes consumir un café a tu gusto,
acompañado de las tradicionales “facturas”, especie de pan pequeño dulce muy
suave y de buen sabor y sostener conversaciones amenas. Demostraciones
artísticas de parejas bailando tango con su elegancia y maestría. La pandemia
del Covit 19 trajo como consecuencia que estos lugares permanecieran cerrados
por mucho tiempo. Y es a partir de 2022 que están abiertos, con ríos de gente nuevamente de todas clases y categorías. Mención aparte
merecen los museos históricos y artísticos. La adquisición de obras de pintores
famosos como Van Gogh, Diego Rivera,
Vasily Kandinsky, Joan Miro, Auguste Rodin y sus monumentales esculturas,
Armando Reverón, David Siqueiros, y un enorme etc. Recientemente el empresario argentino Eduardo Constantini compró el autorretrato de Frida Kahlo titulado: “DIEGO Y YO” por 34,9 millones de dólares en una subasta organizada
por la casa de remates Sotheby´s. La obra se convirtió en la
más cara del arte latinoamericano. Esto me hace recordar a nuestra querida Sofía Imber, que hizo del Museo
de Arte Contemporáneo (MACSI) uno de los más representativos de América
Latina, semejante al Museo de Arte
Latinoamericano de Buenos Aires
(MALBA). Hoy esta ciudad pujante no
se detiene contrastando con Venezuela, que le cayó una maldición roja destruyendo
todo a su paso, es decir todo aquello
que represente la era democrática debe ser estigmatizado, ignorado,
desconocido.
Buenos Aires es una
ciudad equidistante del mundo, a pesar de sus inmensos problemas sociales y
económicos, sobre todo las provincias periféricas. Es indiscutible el esfuerzo
que hacen los diversos sectores y debo reconocer el alto grado de civismo de su
población, aquí nadie se colea en las estaciones del tren y el subte, los
comercios al aire libre y hay un respeto por la propiedad privada. Mención aparte merece unos de los eventos culturales de gran
prestigio. Me refiero a la 46 EDICION DE
LA FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE BUENOS AIRES. Veamos lo que dice la portada del Feriódico, el diario de
la feria: “Estamos felices, exultantes.
Dos años después del cierre de la 45, por fin se reabren nuevamente las
puertas, uno de los acontecimientos culturales más significativos de América
Latina. Entre el 28 de abril y el 16 de
mayo de 2022 habrá 1500 actos presenciales y virtuales con la participación
de reconocidos autores de Argentina y del extranjero, como Mario Vagas Llosa, John Katzenbach, Javier Cecas, Guillermo Saccomanno,
Diamela Eltit, Paulina Flores, Caroline Fourest, Jorge Carrión, Selva Almada,
Claudia Piñeiro y Mariana Enriquez. La 46 edición se realizará con los homenajes a José Saramago, Quino, Juan
Ford, García Márquez y Almudena Grandes, entre otros. También con la
demorada entrega de premios, la presentación de libros, el recuerdo de los 40 años de la Guerra de Las Malvinas y las
exposiciones fotográficas. Con cuidados protocolos, con la energía de
siempre y con muchas novedades vuelve La Feria. Será un fiesta.”
Particularmente observé un
nivel de organización impecable. Un verdadero ambiente democrático, con
mucho civismo y respeto a pesar de las enormes multitudes que asisten todos los
días. Son 1.809 stand, organizada
por pabellones amarillo, ocre, verde,
azul y rojo. Allí no hay cortapisas ni censura en la diversidad del
pensamiento y su expresión escrita. Curiosamente me llamó la atención tres
aspectos de esta Feria: Uno que si
bien es cierto que la ciudad homenajeada
es La Habana con su pensamiento oficialista negador de las libertades
democráticas, sin embargo había un stand de los disidentes cubanos bajo el
lema “Patria y Vida” y una actividad
especial de un músico cubano radicado temporalmente en Buenos Aires, tipo
performance, dedicada al escritor y poeta
mártir REINALDO ARENAS, con
toda su obra disidente. En segundo lugar
mucha presencia de producciones escritas de las provincias de Argentina, lo que
me indica que no es solo Buenos Aires, sino todo el país que se aboca a esta
feria anual. Y por último los
precios de los libros, de bastante acceso para todas las gentes que se acerca a
compartir este especial evento. Que
lastima que Venezuela sufre la tiranía actual llevando a los últimos lugares en
economía, salarios, salud, educación, cultura de los países de nuestra América.
Imagínense los analistas políticos y economistas nos
ubican al lado de Haití, Nicaragua y Cuba en asunto de índices de pobreza. Por otra parte tuve la oportunidad de estar muy cerca de la
conversación en un auditórium inmenso con el escritor peruano Mario Vargas Llosa y el escritor español Javier Cercas, donde disertaron abiertamente sobre
el poder de la cultura latinoamericana y la necesidad de liberarla de los
tentáculos antidemocráticos y totalitarios de una izquierda retrograda y
absolutista. En una segunda jornada con Mario
Vargas Llosa y el escritor y periodista Jorge Fernández, el laureado
escritor de “Conversaciones en la Catedral”, después de bautizar su último
ensayo literario “La mirada quieta de
Benito Pérez Galdós” paso revista sobre el panorama tan inquietante de
América Latina y expreso ante una pregunta del periodista: “Tengo poca confianza en la izquierda
latinoamericana y lo digo por mi país. Es una izquierda fanática, dogmática,
cerrada a nuevas ideas, con una visión distorsionada de la realidad. Hoy lo
vemos con Ucrania. Putin agrede un país y la izquierda no condena. La izquierda
latinoamericana responde de manera automática a las consignas y así no hay
posibilidades de cambiar. Ojala en
Argentina sea una izquierda más flexible, pero en Perú, Bolivia y Ecuador
es inflexible”. Curiosamente no
nombró a Venezuela que lleva la batuta, y hasta los momentos esa “izquierda
más flexible” de Argentina
lo que ha hecho es cohonestar todas las trapacerías de la dictadura
chavista-madurista.
Después de la pandemia pude visitar varios espacios museísticos
donde guardan con mucho celo y rigor su historia desde la Buenos Aires del
siglo XIX y XX. La Casa del escritor argentino Ernesto Sábato, que conserva sus
cuartos tal y como él los dejo, su taller de pintura, faceta que muy pocos
conocen. Este escritor de “El Túnel” deja una importante obra, problematizado
con su tiempo con esa identidad perdida de índole latinoamericana, escribía: “Nada puede ser enteramente dichoso si tienes
conciencia de la desdicha ajena, pero la desdicha intima tiene otros motivos, y
de eso no se libra nadie en ninguna parte”.
Finalmente en esta
estadía de dos años,
lamento no haber conocido más de sus
lugares en las provincias porque descubro que Argentina no es Buenos Aires, la
capital. Por lo menos conocí una parte de los
argentinos y su territorio. Y
aunque los noto cerrados a abrir las puertas de su casa para compartir, se
observa respeto a los migrantes, la mano de obra está abierta a los venezolanos,
porque a la final hay algunas características comunes entre venezolanos y
argentinos como es la diversidad cultural. Son fraternos y solidarios. Yo me salí del gueto de los venezolanos
en el barrio donde nos instalamos para ir más al fondo y conocer a los bonaerenses. Cabe destacar que la palabra Barrio no se corresponde con lo que la
gente de Venezuela se imagina, aquí son urbanismo de clase media con todos
los servicios y el transporte es excelente, a cada 15 minutos pasa un
transporte, también puedes trasladarte en tren hasta diferentes puntos de la
capital. Aquí aprendí los modismos y dialecto de los argentinos, sus chanzas sanas.
Agradecer por la paciencia y solidaridad del Señor Cesar y su esposa Isabel, quienes atienden un kiosco de
periódicos y yo iba todos los días a
enterarme de las noticias más importantes del acontecer nacional e
internacional, incluso fueron muchas las veces que me prestaba los diarios más
importantes: EL CLARIN Y LA NACION y la
REVISTA CULTURAL Ñ. Por cierto, conversábamos muchos sobre el acontecer
venezolano y argentino. Incluso me dijo: “No
vayas a creer que Buenos Aires es Argentina, aquí se vive con mayor comodidad
pero hay poblaciones como Santiago del Estero, Jujuy, Santa Cruz, Mendoza, Córdova,
donde hay pobreza y la grieta es
evidente, incluso en la periferia de Bueno Aires también”. Cuantas veces no sentí nostalgia por mi pobre
país sin libertad de expresión y la persecución a los periodistas y dueños de
medio. Comparado con mi país esto es un país normal donde se respeta la libertad de expresión y la división de los
poderes. Aquí no hay presos políticos ni desaparecidos. Hay problemas económicos con una inflación
hasta ahora soportable, pero que si no se controla puede estallar en una crisis
social. El Gobierno de Alberto Fernández
no solo ha endeudado al país con el
Fondo Monetario Internacional (FMI) achacándole la culpa al gobierno anterior,
sino que ha fomentado una política de
bonos para subsidiar la pobreza, con fines populistas y electorales. Considero
que carece de una opinión propia como presidente y de deja llevar por la vicepresidente
Cristina Kisnner. Es una caja de sorpresas, con unos vaivenes declarativos, muy
ambivalentes.
Conocí en este Barrio de Villa del Parque una pequeña Biblioteca del Paso “Artigas” que no
era atendida por nadie y siempre tenía
libros para leer de literatura universal, infantil, europea, latinoamericana, y por supuesto argentina. Al paso de los días
encontré a una señora muy joven de nombre María
Inés colocando algunos libros y al preguntarle sobre esta iniciativa me
dijo de manera entusiasta: “Tenemos
varios años con esta experiencia acá y en otros barrios, los vecinos colocan en
estos pequeños stand los libros que ya no van a leer y antes de tirarlos es
mejor colocarlos acá para que otras personas lo lean en sus casas, además que
los mismos vecinos llevan otros títulos que les apetezca leer.” Casi a
diario pasaba por allí y en verdad que era una delicia encontrar tantos libros
interesantes.
Hice amistad de trato
con un joven barbero
argentino de nombre Federico, quien me afeitaba a precio de
jubilado cuando mí cabellera estaba muy crecida. En lugar de su establecimiento
era paso frecuente mii hasta una plaza, donde me sentaba horas a leer, ver
pasar la gente con sus mascotas o pensar distraído. Resulta que hubo un tiempo
que estuvo cerrado y pensé que ya no lo volvería a ver más para sus servicios y
las conversas que sosteníamos. Mi sorpresa fue que un día vi la barbería abierta
y casualmente estaba solo y me pregunto: ¿Usted no enteró de lo sucedido? Eso
salió en la prensa. Yo, le respondí que nada sabía, pensé que estabas de
vacaciones le dije, entonces me dijo: “Bueno
escúcheme: Vos sabe que mi hijo
Bautista se lo había llevado la madre
hace meses para una provincia lejana y yo estaba desesperado porque legalmente
no tenía la patria potestad y me prohibieron ver al chico, y por más que pague
abogados nada pude hacer porque aquí amparan mucho a la mujer. Pues bien, resulta
que una tarde me llamó un vecino y me comunicó que era urgente que me
trasladara a esa provincia para que sacara a mi hijo de allí, que lo habían
dejado encerrado, que era ahora o nunca.” Notaba que su voz se quebraba y
los ojos se le aguaron. Continuo: “Contraté
un taxi y me fui como loco hasta allá y
empecé a tocar como un desesperado, unos vecinos me dijeron vamos a romper la
puerta, en efecto, mi hijo en medio de la sala en aquel rancho de mala muerte,
atado en una sillita, demacrado y semiinconsciente de los golpes que le había
dado, yo entre en una crisis de llanto y
casi que pierdo el conocimiento. Los vecinos me ayudaron, me traje al niño y
puse la denuncia en la policía. Al final la madre fue capturada y también a un
hombre que vivía con ella, estaban drogados y solo alcanzaron a decir que no
soportaban las quejas y lloraderas de ese niño, demasiado rebelde. Imagínese, ¿Usted Señor Gustavo, que es educador,
si yo no llego mi hijo se muere allí, es
justo eso? Que tremendo puede ser
un niño de apenas cinco años, por amor a Dios”. Yo, contagiado por ese dolor en vivo
no hice más que llorar por mi
condición de padre e imaginarme el sufrimiento ocasionado a ese niño inocente. Lo que vino después fue un
proceso lento y asistido de la recuperación del niño con personal médico y
psicólogo, y hasta el padre paso por sesiones de terapia. Con respecto la madre
fue capturada conjuntamente con su amante y están presos, acusados de varios
delitos. Hoy cuando lo despido, por irme a Venezuela veo un semblante de
orgullo y entrega en su condición de padre y me dice: No me gusta hablar de ese
tema, sé que no lo vamos a olvidar
jamás, pero fue una gran lección para el Estado Venezolano que no debe
sobreproteger a la mujer por sus derechos y dejar al hombre desamparado. Y para
mi pequeño y yo, un trago amargo que nos hizo amarnos más y profundizar mi
responsabilidad.
Así mismo compartí con el
aseador de las calles del sector, Señor Luis, el cual todas las mañanas lo saludaba y me puso como
sobrenombre “La Vaina”, por el uso
que tenemos los venezolanos de esa palabra. A la maestra venezolana Francis y su compañero argentino Mario, por
invitarnos a degustar platos argentinos en un restaurant de la localidad y una hacienda de su propiedad.
Por cierto que casi al final de la cena ella me preguntó sobre como
caracterizaba a la mujer venezolana desde el punto de vista idiosincrático y yo como para no herir susceptibilidades con
el compañero argentino le dije que no sabía porque en mi vida de pareja solo
había conocido a las venezolanas y que
de alguna manera todas las mujeres tenían cualidades y defectos. Pero no quería
entrar en una conversación que tiene muchas aristas. A la Señora Alicia que atiende una librería donde se encuentran
libros usados y nuevos por los diálogos que sostuvimos, aunque notaba su
predilección por la izquierda y el ´peronismo. Al Señor Daniel que atiende una venta de libros usados en Parque Rivadavia y además compra libros.
Recuerdo que la última vez le lleve las
obras completas del escritor cubano Severo Sardui y me dijo que cuanto
aspiraba por esa obra, yo le di un precio bastante bajo y él me dijo: “Yo intento ser justo amigo y no aprovecharme
de la gente que me viene a ofrecer libros y se lo que cuesta salir de un libro,
eso yo lo llamo respeto y empatía por el
otro”. A la dueña de la casa, Alejandra y su hijo Santi, donde vivimos alquilados, mi esposa Belén y mi hijo
Gustavo Ibrahim que estudia en la Facultad de Agronomía de la UBA, muy cerca del lugar de habitación. Además que
tiene un enorme campo donde los argentinos van a compartir un mate, pasear sus
perros de todas clases y hacer ejercicios. Muchas veces lo aproveché para leer,
reflexionar y escribir.
Finalmente yo regreso a Venezuela y aspiro compartir con mi
familia materna, amigos políticos y no políticos, completar mi proceso de duelo,
sentir el calor venezolano y palpar personalmente que Venezuela existe, después
de dos años de ausencia. De eso escribiremos en próximas oportunidades.
*Grieta:
separación social entre las clases sociales, sobre todo para referirse a ricos
y pobres.
Buenos Aires 01 de junio de 2022.