miércoles, 25 de agosto de 2021

ENTREVISTA IMAGINARIA AL PRESIDENTE ISAIAS MEDINA ANGARITA

 

ENTREVISTA IMAGINARIA AL PRESIDENTE ISAIAS MEDINA ANGARITA



UN SOLDADO DE LA LIBERTAD EN VENEZUELA.

 

Esta entrevista es posible, gracias a su esposa Doña Irma Felizola de Medina, quien le hizo rogar al General Isaías Medina Angarita  que me concediera esta entrevista, ya que había decidido, desde hace cinco años,  no hablar más de su pasado político, había manifestado   que ya  estaba en los libros de historia, en las muy buenas investigaciones historiográficas, además que  había escrito un libro Cuatro años de Democracia, donde estaba su legado histórico, no necesitaba agregar nada más.  El General siempre estuvo recostado en una hamaca, mirando casi siempre al horizonte de un paisaje vegetal, descansando en una casa de campo prestada por un amigo suyo, y me hizo prometer que no revelara el lugar  donde se encontraba porque  estaba de retiro, lo aquejaban algunas dolencias y lo que deseaba  era mucha paz. El General, recién había llegado de New York donde estuvo residenciado desde su destierro en aquel año terrible de 1945. Aunque, siempre dijo: “la suerte de Venezuela nunca me será  indiferente”.



Después de agradecerle la cortesía, me hizo ver que “fuera al grano” y que me daba solo una hora para responder las preguntas que yo quisiera. Pude noté su  grado de bonhomía personal que impregnaba el ambiente.    

General, debo agradecerle a su esposa y a Usted concederme parte de su valioso tiempo para esta entrevista. Soy de estas tierras andinas y siempre me ha llamado la atención la importancia histórica de los andinos en el poder, en ese tránsito del caudillismo a la democracia, de una Venezuela rural a la urbana. Con Ud. se cierra ese ciclo histórico. ¿Qué me dice al respecto?

IMA.- Joven periodista, Ud. me hace recordar mis años en la carrera de las armas. Le voy a revelar un secreto: Yo admiré a mi padre José Rosendo Medina, no solo por su gallardía y temple  en la defensa de la patria en aquella batalla de San Cristóbal en la que  perdió la vida, sino sus valores de hombre justo y de pensamiento moderno. De  manera que desde muy chico jugaba a ser soldado, extraía uniformes de escaparate y baúles familiares, tarareando himnos marciales y marcando el paso como un pequeño  prusiano de pura cepa. Así que cuando cursé el 2do año de bachillerato  se me planteo de nuevo mis inclinaciones profesionales, y dije: Yo quiero ser militar, y el 09 de marzo de 1912 aparece registrado  en la Escuela Militar de Caracas el nombre de: ISAIAS MEDINA ANGARITA de 14 años… Disculpe, que me desvié de su pregunta, pero debo decirle que estas tierras andinas se caracterizan por hombres tenaces y metódicos, disponen de una admirable cabeza organizadora, de espíritu callado y taciturno. Si… es verdad, ha producido caudillos a todo lo largo del siglo XIX, pero fueron necesarios para la gobernabilidad y el ordenamiento  de la república. Mire que al mismo Juan Vicente Gómez se le reconoce el aporte unificador del país. Me tocó abrir un nuevo ciclo histórico de la era democrática a partir de 1941, y si no  es porque se atraviesa las ambiciones personalistas y golpistas  de un reducido grupo, hubiese cumplido mi mandato y el Doctor Ángel Biaggini hubiese completado la magna obra.



¿Cuál magna obra Presidente Medina?

No creo que no  conozca la historia. Le cuento, En el Congreso teníamos una candidatura de consenso, que me iba a reemplazar al culminar mi mandato. Aprobada por Acción Democrática y el Partido Democrático Venezolano, representada en el diplomático de carrera Diógenes Escalante. Así que lo mandamos a buscar de Washington donde ocupaba el cargo de Embajador de la ONU para que fuera candidato presidencial y  seguro Presidente de Venezuela por el acuerdo político en el Congreso,  lamentablemente se enfermó y tuvo que renunciar a su candidatura, por lo que propuse al Doctor Ángel Biaggini que gozaba de respeto entre todos y su carta democrática era indiscutible. Había sido senador por el Estado Táchira ante el Congreso Nacional de Venezuela y una experiencia de gerente público, que lo acreditaba para el cargo presidencial, además era un civil que respaldaba los cambios políticos democráticos que estaban por venir.



¿Pero, disculpe Presidente Isaías Medina,  no se ha referido a la magna obra?

Tiene razón, lo que sucede es que doy por sentado que ella se conoce. Entiendo que nada se puede dejar por fuera, y mucho más cuando se trata de una entrevista. Yo tuve un lema adecuado para ese momento histórico venezolano: IR SIN PRISA…PERO SIN PAUSA. En nuestro país estaba todo por hacerse, como señalaba mi amigo y escritor Mario Briceño Iragorry: “El siglo XX comienza en 1940”. Había que trabajar por los derechos civiles y las libertades políticas. Por ello duramente mi gestión se legalizaron todos los partidos políticos, no tuve ni siquiera un preso político. Se vive en Venezuela en plena libertad y durante todos esos años no hubo un solo detenido político. El gobernante ya no es un signo de terror. Yo, por ejemplo, me gustaba andar sin escolta en los recorridos por el país, de igual a igual con la gente de todos los sectores sociales….



En eso lo interrumpe su esposa Doña Irma, para contar una anécdota, muy risueña:

“Una vez estábamos en el cine viendo una película, entonces alguien a quién él le impedía la visión por su ancha espalda y altura, le toco a la espalda y le dijo que no lo dejaba ver, y Isaías se rodó. Cuando vino el intermedio, que prendieron las luces, el señor se quería morir, pensaba que represalia vendría. Y mi esposo le dijo: “Amigo no se preocupe, Usted tiene sobrada razón, no tengo la culpa de ser un hombre tan grande y tan fuerte” 

¿Según tengo entendido pudo Ud. armonizar intereses con los empresarios, los campesinos, la incipiente clase obrera y con los Estados Unidos?

Las directrices estaban claras, siempre con la sinceridad y la honestidad por delante, mi convicción democrática era inquebrantable, no solo por formación, independiente a la carrera militar, sino por el reto de país en construcción que estaba frente a mí. Estaba claro que mi función era civil por lo tanto me quité el uniforme, una vez que asumí mis funciones presidenciales. No podía desconfiar de nadie y mi trato con los demás fue de igual a igual.  Forme un extraordinario equipo de gestión pública con personas probadas, e inclusive con ciudadanos intelectuales que ya conocía. Te menciono a Arturo Uslar Pietri, a Mario Briceño Iragorry, Tulio Chiossone, Nicomedes Rivas, Caracciolo Parra Pérez, Alfredo Machado, Manuel Morán, Eugenio Mendoza, Manuel Silveira, Alejandro Fuenmayor, Gustavo Herrera, Julio Diez, Ángel Biaggini, Pedro Sotillo, y muchos más. Todos, estábamos unidos en proyectos, aportes   y nuestra  causa era Venezuela. Abrimos la posibilidad que los trabajadores formaran los sindicatos para el reclamo de sus derechos laborales. Estaba en aprobada la  Reforma Agraria en el Congreso y le había  dado su ejecútese para potenciar con justicia y equidad el trabajo y la productividad moderna en el campo venezolano. Creamos la Ley del Seguro Social obligatorio, Ley de impuesto sobre la renta, el proyecto de la Ciudad Universitaria dirigida por el Arquitecto Raúl Villanueva….



Y la relación con los Estados Unidos. Se dice que la Reforma Petrolera de 1943 causó enemistad con las empresas petroleras radicadas en Venezuela. ¿Qué me puede decir al respecto?

Nada más falso. La Nación Venezolana  tenía que revisar y ajustar los contratos petroleros por una cuestión de soberanía y equilibrio en el reparto de los beneficios, esto significa que El Estado Venezolano  podía subir los impuestos y las compañías tenían que aceptar. Además quedaban sujetos al pago del Impuesto sobre la Renta. Me reclaman que acepte que las concesiones petroleras a las empresas extranjeras se prolongaran por 40 años. Es cierto…se procedió de esa manera porque  en cuatro décadas tendríamos un personal preparado con los adelantos tecnológicos, profesionales y gerenciales para asumir el manejo de la Industria Petrolera en toda su complejidad, como en efecto se hizo. ¿Qué los Estados Unidos estaban  contra mi gobierno?.  Nada más falso. La visita oficial  que realicé en febrero de 1944 a Los Estados Unidos fue exitosa. Fui el primer presidente venezolano que visitó la Casa Blanca y me entreviste con el presidente Franklin Delano Roosevelt e intervine en el Congreso de los Estados Unidos, donde exprese con claridad nuestra tesis nacionalista y soberana. Estábamos en las postrimerías de la II Guerra Mundial y les expuse que nuestro petróleo estará en los campos de batalla a favor de la democracia. Dije que los tiempos presentes nos llevan a un mayor acercamiento y que Venezuela estaba con los Estados Unidos, hoy, mañana y siempre en la causa de la justicia, de la democracia y de la felicidad de los pueblos. También les exprese que no esperaran privilegios y favores, si con un tratamiento transparente y equitativo con la protección de un régimen democrático estable. Un armonioso acoplamiento con vuestros capitales y técnicas con nuestros recursos materiales y el trabajo de nuestros hombres.



Presidente Isaías Medina permítame preguntarle: ¿Cómo es que teniendo el apoyo de Los Estados Unidos, no lo respaldaron oponiéndose al golpe cívico-militar de octubre de 1945?

Estimado amigo periodista, tenemos un problema en la formulación de la pregunta, pero no importa, no es culpa suya, sino de una historiografía oficial de tendencia partidista que se ha querido imponer como verdad ya que la historia la escriben los vencedores, pero los vencidos también tenemos nuestra verdad.  Lo que sucedió el 18 de Octubre no  fue jamás un golpe cívico-militar, porque de ser así hubiese participado toda las Fuerzas Armadas y el pueblo organizado. En segundo lugar el gobierno de los Estados Unidos nada tuvo que ver con el hecho, son especulaciones de algunos historiadores.   El  Golpe de Estado estaba   programado para noviembre, pero por una delación lo adelantaron para octubre. Ya teníamos presos  dos oficiales: Cesar Vargas y Marcos Pérez Jiménez. Nunca pasó por mí cabeza que existía un contubernio con dirigentes políticos, y mucho menos de un partido con el cual teníamos buenas relaciones políticas. La historiografía ha pretendido  ocultar  que Rómulo Betancourt jugaba a dos posiciones políticas. Por un lado estaba comprometido  con los congresistas en favor de impulsar los cambios democráticos el siguiente año con el Doctor Ángel Biaggini, como Presidente Constitucional, y por la otra conversaba con militares sediciosos  como Marcos  Pérez Jiménez, Carlos Delgado Chalbaud,….




¿Disculpe Presidente, porque Rómulo Betancourt, tenía esa doble cara?...

No me interrumpa joven periodista, que le voy a revelar lo más importante. Rómulo Betancourt, para la historia oficial es reconocido como el Padre de la Democracia, pero  eso es completamente falso. El inicio de la democracia en Venezuela se le debe a Eleazar López Contreras y al proceso de transición de mi gobierno. Insisto, Rómulo Betancourt  ya tenía nexos con los insurrectos porque le ofrecieron presidir la Junta de Gobierno y tener mayoría. La realidad es que le torció el rumbo a la democracia, hegemonizó los cambios en esos tres años, inició la politización del país con la campaña del “adeco necesario”, manipulando el sistema democrático con el sectarismo sembrado. Incluso, yo,  siempre tuve un celo de no politizar a las Fuerzas Armadas porque siempre consideré y considero que el espíritu de las armas debe ser para cuidar la soberanía de la nación, para protegerla en la construcción de los valores republicano. Ese espíritu profesional de cuerpo que lo aprendí en la Academia Militar y con el circulo de intelectuales de Caracas me hizo rechazar esa admiración que le tenía al dictador italiano  Benito Mussolini. Era y soy un demócrata convencido sin dobleces. La historia así me lo reconocerá.  En cambio Rómulo Betancourt inicio una política de ascensos militares  a partir de la obediencia y sumisión partidaria, de manera clientelar. ¿Cuál fue la consecuencia de eso?  Algo muy grave, que se perdiera el valor institucional apolítico de las Fuerzas Armadas Nacionales. De allí que se produce El Golpe de Estado de noviembre de 1948 contra un Presidente Constitucional electo por el pueblo. Ya el daño estaba hecho, en nuestras nuevas Fuerzas Armadas que debían dar el ejemplo.  



¿Pero a Usted Presidente se le cuestionaba que no se ocupó de la modernización de las Fuerzas Armadas, de mejorar sus salarios y del freno que significaba los militares antiguos gomecistas, conocidos como “los chopos de piedra?

Como le decía al comienzo de la entrevista, la república democrática estaba naciendo y el abandono social de nuestro pueblo era desmesurado, eso para mí gobierno y mis colaboradores era lo esencial. Tratábamos de armar un país moderno en su economía, en la ciudad y el medio rural, estábamos atacando la brutal ignorancia y el analfabetismo fundando escuelas rurales y urbanas. En verdad  vale la crítica, descuidé atender demandas de nuestros soldados  medios y bajos. Por la otra he debido reemplazar a esa vieja castas de generales gomecistas  que se conocían con el mote de “chopos de piedra” por ser más que autodidactas que profesionales. Eso estaba en el programa.



¿Presidente, tiene Usted un resentimiento, un odio contra aquellos que destruyeron su obra democrática, y lo enviaron  al ostracismo?  ¿Rómulo Betancourt lo traicionó?

Óigame Joven lo que le voy a decir, nunca he abrigado odio en mi corazón contra nadie. A mí me trataron como a un delincuente. Me dieron un par de días para que recogiera mis cosas y saliera desterrado del país con mi familia. Rencor no tuve nunca, no soy hombre de represalias. << Allí noté que se le nublaron los ojos y se le quebró la voz >>. Su diligente esposa le ofreció un jugo que bebió con agrado, para continuar hablando. Prosiguió: Igual procedieron contra el General Eleazar López Contreras, mis  más allegados colaboradores como Arturo Uslar Pietri, Mario Briceño Iragorry y muchos otros. Iniciaron un proceso de “salud pública”, al estilo de Robespierre, identificado como Juzgado de Responsabilidad Civil y Administrativo. Posteriormente celebraron  el 18 de Octubre como revolucionario contra la “oprobiosa dictadura medinista”, “paraíso del peculado, de malversación de fondos y tráfico de influencias”. Es decir esas falsas consignas con la cual me acusaban fueron las que finalmente aplicaron en el modelo de una democracia torcida y corrupta de la llamada Democracia Representativa. Fui demasiado confiado, a tal extremo que cuando me presentaron la lista de los conjurados no lo podía creer, que esas personas cambiaran de un día para otro. Reconozco que fui muy confiado con personajes que Usted conoce. Y con el personaje que Usted menciona…. (Hizo una pausa) dejémoslo que sea la historia quien lo juzgue, no soy hombre de epítetos y adjetivos calificativos que manchen mi historia como hombre de revancha. Cuando salga de acá, léase la última proclama de nuestro Libertador Simón Bolívar. Ese es el espíritu que me acompañara hasta el sepulcro.



Presidente Isaías mis respeto para Usted y su familia, estoy convencido que la historia reconocerá su legado.  Ha sido muy generoso, amable y sincero en sus respuestas. Permítame que lo siga admirando como un venezolano ejemplar. ¿Quisiera agregar algo más?

Respira hondo y responde:

Recuerdo el final de mi libro. “No es el juicio de los contemporáneos, el que puede decir la palabra de justicia, lo que hice entonces fue cumplir al más alto precio el mayor de mis deberes, la defensa de la paz y de la seguridad de Venezuela. Un Presidente. Un soldado de la libertad en Venezuela.

Al salir de la espaciosa y modesta casa me despedí de su amable esposa y de su pequeño y travieso hijo pequeño de igual nombre. Salí de allí con el corazón en la mano, pensando en los malhechores que destruyeron aquella democracia, y que al paso de décadas frente al siglo XXI, habrá la necesidad de un líder de esa naturaleza que pueda reconstruir la patria que hoy sufre y llora ante una tiranía retrograda.  

POSDATA



“Lo dejaron venir a Venezuela porque sabía que venía a morirse, sino no lo dejan entrar. Quería pisar tierra venezolana. Al llegar le dijo al enfermero: Páreme al final quiero pisar tierra venezolana. Recuerdo que a mi casa llegó Laureano Vallenilla Lanz y me dijo para hacerle las exequias en el salón elíptico. Y yo les dije: No, el cuerpo de medina queda aquí, nadie va a presidir ese duelo. Ese muerto es mío y ese duelo lo presido yo, cueste lo que me cueste, pero de aquí no se va… Los honores militares si… los pido y los ordeno, si ya no se pueden hacer los honores marciales, que se hagan los honores militares desde el Country Club hasta el Cementerio General del Sur”, en la calle con su pueblo.   IRMA DE FELIZZOLA DE MEDINA.