Vine a Comala porque me dijeron
que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le
prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en
señal que lo haría; pues ella estaba por morirse y yo en un plan de prometerlo
todo… – No vayas a pedirle nada. Exígele
lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y nunca me dio…El olvido en que nos
tuvo, mi hijo, cóbraselo caro.
-¿Conoce usted a Pedro Páramo? –le pregunte. Me atreví a hacerlo porque
vi en sus ojos una gota de confianza -¿Quién es?
-volví a preguntar. Un rencor
vivo -me contesto él.
-Me cruzaré de brazos y Comala se morirá de hambre, dijo Pedro Paramo a
la entrada de la Media Luna
Se apoyó en los brazos de
Damiana Cisneros e hizo intento de caminar. Después de unos cuantos pasos cayó,
suplicando por dentro; pero sin decir
una sola palabra. Dio un golpe seco contra la tierra y se fue desmoronando como
si fuera un montón de piedras. Citas
de la novela “Pedro Páramo”, escrita por Juan Rulfo.
El mal ético está en la barbarie de las relaciones humanas en el
corazón mismo de las civilizaciones. Mientras sigamos siendo así, seremos
bárbaros y volveremos a caer en la barbarie” Edgar Morín.
La encarnación y reencarnación existe. Que lo diga el escritor mexicano Juan
Rulfo desde la eternidad, creador de la obra literaria novelística “Pedro Páramo” la cual perdura en el tiempo no solo por los aires de
misterio que la rodea sino por la vida misma que posee la novela mientras exista humanidad. Arrancada del corazón rural de
pueblos fantasmas que giran como tolvaneras en los mitos y espiritualidad,
dolor y muerte, risas y llantos, esperanzas y desesperanzas. Al finalizar de
leer la novela queda un sabor amargo por la aridez del paisaje, el transito humano como recuas de caminos, la
templanza ante la adversidad y el absolutismo bestial de un hombre desalmado,
la soledad y el desamparo, la pobreza y riqueza. Quien lea la novela “Pedro Páramo” jamás podrá dormir tranquilo y pensar que es solo una
novela bien escrita con reconocimientos a granel. Juan Rulfo la concibió en el
año 1955, tenía apenas 37 años, su
sensibilidad y capacidad escritora innata le hizo remontarse a su
infancia y juventud de tantas cosas vistas y vividas como para reflejarlas en
una novela. Con esto no quiero decir que es una novela autobiográfica, pero el
corazón literario de este escritor mexicano se puebla de regionalismo coloquial,
de sus desventuras, de sus ausencias, que
tiene un marcado acento de dónde venimos: Dice Pedro Paramo en la novela: “- HAY PUEBLOS que saben a desdicha. Se les
conoce con sorber un poco de su aire
viejo y entumido, pobre y flaco, como todo lo viejo. Éste es uno de esos
pueblos, Susana.”
Veamos lo que nos dice Jorge
Ruffinelli en un prólogo de la antología
personal de Juan Rulfo: “El mundo de
Rulfo parecía marcado para ser rural o provinciano, a imagen y semejanza del
que lo rodeo en su infancia y temprana juventud, y el que podía rememorar
nostálgicamente una vez que se “desterritorializó” en la ciudad.” La personificación del caciquismo, pueblos
victimas del paternalismo y la figura patriarcal conflictiva como aquella
cuando Pedro Páramo se cruza de brazos para que Comala muera. Rulfo había sido
parcial testigo de la Rebelión Cristera o cristiana cuando tenía menos de diez años de edad. Por
eso la recuerda y la vincula con su propia vida, como la recuerda y la vincula
con su propio arte”. Pero la pregunta que me hago es ¿Será que la modernidad arraso con todo eso y
hoy solo queda en recuerdos, plasmados
en esta novela y demás cuentos literarios?
¿Será que ya es historia pasada
tanta violencia, injusticias, maldad, saña, hambre, violaciones, engaños y
trampas del poder dominante? No creo
que solo sea historia nostálgica, porque la
conducta de los hombres sigue siendo la misma, solo que con nuevos ropajes.
Lo interesante de releerla en estos tiempos, siglo XXI, son sus hallazgos de
como quedamos atrapados, muchas veces, en lo viejo y arcaico, prisionero de
otras épocas, haciendo sufrir a un pueblo, a una comarca, a una población y
hasta un país entero. Edgar Morín sostiene, y con razón, que este material
literario y muchos otros,
pertenecen al reservorio
histórico de la humanidad que tiene vida, espiritualidad y se convierte en un
mito recurrente de la existencia y el accionar de los hombres: “Las novelas o películas negras, como las
tragedias antiguas o isabelinas, nos hacen descender a nuestros bajos fondos, nuestras <<cavernas
interiores>> donde reina la violencia y la barbarie, o bien proporcionan
un vuelo imaginario a nuestros deseos de aventura. ..Como decía Franz Liszt,
<<las artes son el medio más seguro de sustraerse del mundo; son también
el medio más seguro de unirse a él>>. No cabe duda que nos repetimos
en historias sociales y políticas, aunque no de manera cíclica e inmutable
porque ni los hombres ni los pensamientos son los mismos.
Pero deseo regresar al título de
este artículo una vez aclarado ¿Quién es
Pedro Páramo? La pregunta es muy clara ¿Puede este personaje de Juan Rulfo
reencarnar en la figura de un presidente y sus más allegados en este siglo XXI?
Claro que sí. Venezuela es el mejor ejemplo. El presidente actual y su equipo
más inmediato es la prueba de ello. Cuando tomó el poder por vía electoral hace
casi tres años, concibió al país como una gran hacienda hereda por su padre
Hugo Chávez, quien casi moribundo echo el resto para ganar su última elección y
después sentenciar, antes de irse a Cuba, que si moría eligieran a Nicolás
Maduro como su presidente. El pueblo obedeció la orden y lo eligió para que
gobernara seis años más, aunque no ganó por franca mayoría. Esto le hizo ver
que tenía enemigos en la ciudadanía y
que debía mantenerlos a raya no dándoles ni de beber, con aquella expresión de
“al enemigo ni el agua”. Termino de ahogar la economía, culpo al Imperialismo
Norteamericano, a la oligarquía criolla y los políticos de la derecha de
provocar una guerra económica para tumbarlo del poder. Y mientras tanto el pueblo haciendo enormes colas para comprar
alimentos de primera necesidad con la suerte de conseguir uno que otro. Igual
sucedía en la salud, gente desesperada sin poder comprar el medicamente
prescrito bien porque no se conseguía o era muy costoso. Y Nicolás Maduro no
hizo nada para frenar la enorme bola que se le venía encima e hizo caso omiso
de la crisis social y humanitaria, de bajar las armas y buscar el dialogo. La
gente empezó a morirse por falta de medicamentos y alimentos y la crisis se acentuó,
la inflación económica se disparó. Claro está, no para el gobierno y su élite que seguía con el poder incólume. Hasta que
llegaron las elecciones parlamentarias y Nicolás Maduro pensó que le iban a dar
el respaldo mayoritario, pero el pueblo voto en contra porque comprendió la
locura de su socialismo y el despeñadero por donde nos conducía. Entonces se
sentó en la silla presidencial y expresó palabras más, palabras menos <<ahora que se jodan>>. Y siguió la crisis, peor que antes,
siguió encarcelando gente inocentes culpándolas de golpistas y magnicidas, y
siguió la gente muriéndose de mengua y de hambre. Todos eran sus enemigos menos
su equipo incondicional de
diputados, gobernadores, alcaldes y la
cúpula con Diosdado, Tarek, Aristóbulo, Jorge, Padrino y su esposa Cilia. Le
importaba un bledo lo que estaba pasando, su estrategia era seguir engañando y
creando políticas hambreadoras y demagógicas. Ordenó al CONSEJO NACIONAL ELECTORAL detener elecciones de referendo y
gobernadores hasta que mejoraran los tiempos a su favor y dejar el
Vice-Presidente.
Todo este cuento venezolano no es fabulado ni pertenece a la ficción, es real y
autentica. El pueblo está pasando hambre, la gente se está muriendo por falta
de medicamento y el país se hunde por la
terquedad de un presidente en abandonar el poder. LOS DIENTES ESTAN DEMAS es una obra de teatro que vi hace como 20 años referente a una hambruna de un
poblado rural en tiempos de la dictadura de Juan Vicente Gómez, la cual parece
repetirse con él añadido que ahora estamos hablando de todo un país. Y finalmente el lector y yo nos podemos
preguntar: ¿Qué similitud existe entre ese pueblo fantasma creado por la pluma
de Juan Rulfo y Venezuela 2016?; ¿Hay algunas semejanzas entre ese personaje
siniestro y déspota y quien gobierna a Venezuela?; ¿Saldremos de esto algún día
o estamos condenados a perecer? Las respuestas pertenecen a las verdades y especulación
de cada quien. Total, la vida es una mezcla de ficción con realidad hasta que
nos llega la muerte, que no sabemos a ciencia cierta hasta donde nos va llevar,
si a Comala o la reencarnación en un sujeto histórico.