EL PAPA FRANCISCO: ENTRE EL BIEN Y EL MAL
“No tengo idea porque
me califican como peronista, quizás por ciertas propuestas sociales, pero me
podrían decir socialista. Mi familia
ciertamente era antiperonista y yo tuve que cambiar un poco la perspectiva.” Jorge Mario Bergoglio. PAPA FRANCISCO.
“Jorge Bergoglio es el
representante del maligno en la tierra, ocupando el trono de la Casa de Dios.
No condena la dictadura que hay en Venezuela” Javier Milei.
2023.
“Hay cuatro principios
que pautan la vida humana. La realidad es superior a la idea, el todo es
superior a las partes, el tiempo es superior al espacio es superior al espacio
y la unidad prevalece sobre el conflicto” Entrevista al PAPA
FRANCISCO. Diario Perfil al cumplirse una década de su papado.
“El PAPA FRANCISCO
gozaba de gran autoridad internacional, como fiel servidor de la enseñanza
cristiana, sabio, religioso y estadista. Defensor consecuente de los elevados
valores del humanismo y de la justicia” Vladimir Putin ante
el fallecimiento del PAPA FRANCISCO. Abril de 2025.
Ha muerto el Papa Francisco y de inmediato sale a relucir su
imagen entre quienes lo veneran y otros que lo rechazan. Hay quienes moderan
sus críticas por aquel refrán que dice “no
hay muerto malo”. El problema está que
desde el siglo pasado hemos
vivido un proceso intenso de secularización de las enseñanzas cristianas
incorporándose a la vida terrenal y perdiendo así su carácter sagrado como
palabra santa o sagrada. Es decir el
reino de Dios ya no está en ningún cielo sino en la tierra, en el
comportamiento de los hombres y mujeres, identificado cada quien en ese
preciado libre albedrío, que no es otra cosa que “cada quien actúa y hace lo
que le da su real gana, independiente a lo que digan los mandamientos y leyes
de Dios”. Dicho en otras palabras: “Aquí
en la tierra se paga lo que se hace”, aunque muchos viven toda una vida sin pagar sus
pecados y lo menos que se preocupan es por la
candela en el infierno. Y esto lo
saben las autoridades de la Santa Sede del
Vaticano, ubicada en Roma. Con el
añadido que los preceptos cristianos hablan del perdón, de tal manera que al final de tus días puede
que alcances la gloria del Señor si te
arrepientes de tus pecados. Es como decir que Fidel Castro que mandó a fusilar
a centenares de disidentes, hoy está en el cielo porque tuvo la oportunidad de
arrepentirse e incluso entrevistarse con este último Papa, que es el secretario
de Dios en la tierra.
Jorge Mario Bergoglio nunca pensó que iba a llegar tan
lejos, desde su llamado de Dios a los diecisiete años de edad. De padres inmigrantes italianos vivió en
barrios pobres de Buenos Aires y se
caracterizó por vivir en la modestia y
humildad. Se incorpora al sacerdocio entrando al seminario de Villa Devoto y en
marzo de 1958 pasa al noviciado de la Compañía de Jesús y en diciembre de 1969
recibió la ordenación sacerdotal de manos del arzobispo Ramón José Castellanos.
De allí en adelante hizo una carrera ascendente con disciplina, estudio y
constancia entregado al servicio de la fe cristiana. Vivió en Argentina la época peronista y el sabor amargo de la dictadura militar de
Jorge Videla. Se identificó plenamente con Perón porque “asumió la Doctrina Social de la
Iglesia y convocó a muchas gentes con proyectos de justicia social en un
momento político importante. Pero mi familia era antiperonista, gorila en el
peor sentido de la palabra, a mí se me licuó ese antiperonismo”. El Papa
Francisco en la entrevista señala “que
con la dictadura militar vivida en su país a veces había que luchar cuerpo a
cuerpo para salvar a la gente, y a veces había que hacerse el zonzo para lograr de otra manera una negociación.
La última vez que estuve con el Almirante
Eduardo Massera me levanté y me fui
educadamente. Con el Comandante Jorge Videla estuve dos veces en la casa de Campo de
Mayo, cuando era el comandante en Jefe y algo se logró, había que ir a negociar y tratar de sacar la mayor cantidad de
gente posible” Dos aspectos me interesan en la reflexión del personaje. Su
constante preocupación por los indefensos y pobres de su país y segundo su
posición de rechazo a la dictadura militar de la década de los setenta y
buscando el diálogo como fórmula para obtener algún beneficio de liberación de
los presos políticos.
¿Qué significó su
ascenso a primera autoridad de la Iglesia Cristiana? ¿Qué esperaban los
millones de cristianos diseminados por el mundo y sobre todo para los habitantes de América
Latina en este momento histórico de clamores sociales, de maldad y dictaduras
viejas y nuevas? ¿Qué perspectiva tenía el Papa Francisco del mundo actual y la
misión de su Iglesia? ¿Por qué se le tildaba de comunista?
Durante más de una década al frente de la Iglesia católica al
Papa Francisco se le reconoce el bien que hizo en atacar el mal, refiriéndose en su acción y homilías a una
serie de problemas controversiales de la sociedad y al papel de la Iglesia en
el presente. Se considera un papa de los
márgenes y sus viajes primeros viajes fueron hacía el Sur, Brasil, Ecuador,
Bolivia, Paraguay, Chile, Perú. Además de México, Colombia y Cuba. Visitó países
históricos donde el Santo Padre iba por primera vez, Irak, Mongolia, Emiratos Árabes,
Sudan. En total realizó 47 viajes internacionales, reuniéndose con
feligreses pobres, ya que siempre fueron su prioridad. Se reconocía como el Papa de los márgenes del mundo. Por otra parte
en sus prédicas y posturas sociales fue contundente y hasta radical, que
removió los cimientos de la misma iglesia cristiana. Abogó por el respeto a la diversidad sexual, concretamente la
homosexualidad y el matrimonio igualitario: “Ser homosexual es pecado, pero
no un delito. Si una persona es gay, se acerca al Señor y tiene buena voluntad,
¿Quién soy yo para juzgarlo? Buenos, malos,
viejos, jóvenes, chicos: todos. La Iglesia es para todos”. Con respecto al aborto no llegó hasta su aprobación: “No es
progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana. Mi
pregunta es ¿es justo eliminar una vida para resolver un problema? ¿Es justo
alquilar un sicario para que te resuelva
un problema? ¿Cómo puede ser terapéutico, civilizado, o simplemente humano un
acto que suprime la vida inocente e indefensa en su florecimiento?”. Planteo que la educación sexual debía comenzar
en la escuela básica: “Yo creo que en las escuelas hay que dar educación
sexual. El sexo no es el cuco. Es el don de Dios para amar. La Pornografía es
en este momento, la comercialización más burda del amor. Pro falta de educación sexual se termina en la
comercialización del amor”. Con respeto
a la Iglesia Católica abogó por una iglesia de los desamparados y a verla como
una institución desacralizada: “Nadie se salva solo. El Vaticano no se
salva de los pecados y vergüenzas de otras sociedades. Acá somos hombres y
tenemos los mismos límites y caemos a veces en las mismas cosas. Como me gustaría
una Iglesia pobre, para los pobres”. En
relación a las denuncias de pederastia en
la iglesia católica fue contundente su denuncia y rechazo: “Me siento
interpelado a hacerme de todo el mal que
algunos sacerdotes, bastante en número, pero no en comparación con la
totalidad. No vamos a dar un paso atrás en lo que se refiere al tratamiento de
estos problemas y a las sanciones que se deben poner. Al contrario, creo que
debemos ser muy fuertes: con los chicos no se juega. No puedo empezar sin pedir
perdón una vez más. Nunca alcanzaran
nuestras palabras de
arrepentimiento y consuelo para
las víctimas de abusos sexuales por partes de miembros de la Iglesia”. Y finalmente su prédica se considera de
avanzada en relación a los derechos de la mujer en igualdad de sexo, empezando
por la Casa de Dios: “Hay muchas mujeres trabajando en el Vaticano. Y es
necesario eso. En el Vaticano era muy machista todo. Una dimensión que no tenga feminidad en la
Iglesia hace que la Iglesia no sea Iglesia. Con los migrantes expreso su
solidaridad y ocupo su atención asistiendo a refugios de inmigrantes en Europa,
pidiendo su protección y amparo, manifestando que el también viene de padres migrantes
a mediados del siglo pasado.
Donde está el punto más álgido es el que tiene que ver con el
papel de la Iglesia y su relación con los Estados y gobiernos donde se profesa
la fe católica. Ese ha sido el hueso duro de roer y siempre que un sacerdote habla mal de un
gobierno, tienden a llamarle su atención bien de las jerarquías eclesiásticas o
de los mismos gobiernos afectados porque tocan sus intereses y no les gusta que le digan sus verdades. De eso tenemos ejemplos en América
latina y el mundo entero cuando los gobiernos se convierten en opresores de los pueblos. Por lo general buscan la persuasión,
la negociación y la búsqueda de la paz aunque al final no se logren las grandes
demandas sociales. Se sabe que la
Iglesia Cristiana, y muchos menos la alta jerarquía, no utiliza los mismos conceptos
y palabras para calificar regímenes totalitarios y opresores de los pueblos,
sin embargo lo legitimo es que se ponga del lado de las víctimas y que deje su
posición clara y categórica frente a la violación de los derechos humanos y quienes cometen delitos de lesa humanidad, como
es el caso de regímenes dirigidos por dictadores como lo encontramos en América
Latina y en el mundo entero. En el caso del Papa Francisco no solo no se le
conoció una declaración pública contundente, sino que buscando un punto intermedio
o neutral, al final se
le vio más del lado del pecador que de las millones de víctimas. Más bien fue complaciente y algunas negociaciones con representantes de la Santa Sede nunca
llegaron a nada. Nunca se refirió a los presos políticos, a los crímenes de
lesa humanidad y a los encarcelados
torturados. No se le conoce una declaración sancionando al régimen de Daniel
Ortega de Nicaragua, quien se ha dedicado a proscribir a los religiosos
cristianos, a cerrar sedes cristianas,
a encarcelar y expulsar del territorio
nicaragüense a curas de las iglesias populares. Creo que esos dictadores se sintieron
cómodos con el Papa Francisco e incluso no tuvieron problema en expresar
sus condolencias ante su fallecimiento. Como expresaría
Cristo: Son unos hipócritas, fariseos”. Tenemos el caso del dictador Nicolás Maduro quien expresó sus condolencias y
escribió en las redes: “Francisco
fue un líder espiritual transformador en la lucha contra la
desigualdad, fue un amigo sincero. Tuve la oportunidad de reunirme en varias
ocasiones con este gran hombre y siempre guardaré un recuerdo luminoso de él”.
“Me reuní tres veces en los últimos años y hablé por
teléfono en varias ocasiones”, dijo. Lo lamentable es que el Papa Francisco
nunca se reunió con las víctimas en toda
una década, con flagrantes violaciones a los derechos
humanos y desconociendo la soberanía popular
en las pasadas elecciones del 28
de julio de 2024. Por eso la
pregunta que me hago: ¿Puede el papa ser
el mayor ejemplo de una conducta verdaderamente cristiana? Él ha dicho que tenía como norma confesarse
cada quince días. ¿Será que confesaba ante Dios esas complicidades
sibilinas por cobardía o por otros asuntos que solo él conoce?
Otro asunto que
conmocionó y conmociona al mundo es la invasión de Rusia a Ucrania por quitarle
su territorio, desde el 24 de febrero de 2022 hasta nuestros días. El papa Francisco nunca se refirió a
la invasión y la responsabilidad del mandatario Vladimir Putin en su afán hegemónico
y despótico, desarrollando una guerra fratricida y cruenta. ¿Qué pensarían las víctimas
de la guerra en Ucrania? ¿Dónde está Dios que nos proteja de estos asesinos?” El Papa
Francisco pidió “verdaderas negociaciones para alcanzar un alto al fuego y
una solución sostenible” y se propuso para mediar en el intercambio de prisioneros entre Rusia
y Ucrania. En marzo de 2024 tuvo una
posición parcializada hacia Rusia al
pedir a Ucrania izar la bandera blanca y
negociar para evitar una escalada mayor. “Si estás perdiendo, si todo empeora,
hay que tener el coraje de dialogar.
Puede dar vergüenza pero
continuar solo traerá más muertes”,
dijo en una entrevista a la Radio TV Suiza. Esto hizo que el gobierno ucraniano
se mostrara indignado cuando el
Pontífice insinuó que la culpa de la invasión rusa era de la OTAN y de Ucrania.
Ahora ante la muerte del Papa Francisco, el dictador moderno Vladimir Putin,
responsable de la muerte de Alexis Navalni en las cárceles siberianas, entre
otras cosas, ha expresado sus condolencias de esta manera: “El Papa Francisco gozaba de gran autoridad
internacional, como fiel servidor de la
enseñanza cristiana, sabio, religioso y estadista. Defensor consecuente de los
elevados valores del humanismo y de la justicia. Era un buen hombre, trabajo
duro, amaba el mundo.” Sabemos que son solo palabras, utilizando al Padre
Francisco para esconder faz genocida y
totalitaria estalinista. Seguramente no piensan lo mismo los cristianos víctimas de la guerra e incluso los propios
soldados rusos que van obligados a territorios ucranianos a masacrar
pueblos por las ambiciones territoriales
del dictador.
“Estas son las cosas que me alejan de ti” dice una vieja canción. Según las estadísticas la Iglesia Cristiana ha venido perdiendo feligreses en las últimas décadas, quienes emigran a otras religiones protestantes y evangélicas, aparte de los que se vuelven indiferentes y apáticos ante el dogma de la Iglesia y las enseñanzas cristianas por el contraste entre prédica y realidad, entre lo que se dice y lo que se hace, entre la ausencia de una Iglesia y lo que dice el evangelio cristiano en la Biblia, o los mandamientos de Dios. A la final en el balance de este papado de Francisco, no ocurrió nada trascedente ante los reales poderes que manejan al mundo. No hubo ninguna transformación significativa, solo denuncias que se pierden en el tiempo. Mientras las autoridades eclesiásticas no toquen los reales intereses del poder que afectan a la humanidad entera, que no se parcialicen frente a los poderosos, la decadencia del mundo cristiano continuará y no sabemos que le depara. Los miles de millones de pobres, seguirán decepcionándose porque no siente a esa Iglesia Cristiana transmisora de las enseñanzas de Jesucristo. No la ven como un punto de apoyo, solo esperanzas y más esperanzas es lo que le ofrecen, sobre todo en estos tiempos posmodernos donde las creencias religiosas han perdido mucho terreno frente a un mundo pragmático y menos espiritual.
Dentro de pocos días tendremos un nuevo Papa y las
expectativas cubren el interés en el devenir de la Iglesia Católica y las
esperanzas, siempre las esperanzas, de su acción benefactora para las grandes mayorías.
Mi madre decía: Las esperanzas son las últimas que se pierden. Amanecerá y veremos,
aunque de esperanzas también se vive.