EL SABOR AMARGO DEL
DESTERRADO POLITICO. A Reinaldo Arenas. In memorian
“Romeo: ¡Ah, destierro!
Se compasivo, di <<muerto>> Fray Lorenzo, que el exilio tiene
aspectos mucho más terrible que la muerte. No digas <<destierro>>” Tomado
de la obra Romeo y Julieta, escrita por William Shakespeare. 1597.
“Me expulsan de la
patria que me vio nacer, de la patria por la que he luchado y dispuesto a
morir. A la dictadura le digo: Me destierran y me voy de Venezuela, pero no
será por mucho tiempo”. Vilca Fernández,
dirigente estudiantil de la ULA. 14 de junio de 2018. Después de tres años de
prisión en el SEBIN, siendo torturado y
atropellado por sus carceleros.
“…Pero llega el momento
en que la fe, al hacerse dogmática, erige sus propios altares y exige la
adoración incondicional. Entonces
reaparecen los patíbulos y a pesar de los altares, la libertad, los
juramentos y la Fiesta de la Razón, las misas de la nueva fe deberán celebrarse
entre sangre”. Tomado de El Hombre Rebelde. Albert Camus.
1951.
“Eso del destierro es como una cosa antigua, de los romanos,
hablar de un tipo de destierro donde te quitan la nacionalidad porque te acusan
de traidor a la patria es una muestra de la crueldad de este régimen. No, esta
gente no fue traidor a la patria: fueron opositores”. Declaraciones
de la escritora nicaragüense Gioconda Belli, ex guerrillera del Frente
Sandinista, exiliada en España. 9 de febrero de 2023. BBC News Mundo.
Alguien puede pensar que el siglo XXI con apenas dos décadas
y tres años iba a inaugurar la derrota definitiva de los fundamentalismos y una
mayor apertura de las ideas y el libre pensamiento. Con la caída del Muro de Berlín (1989), la desaparición de la URSS y las
profundas reformas de la llamada era de la apertura, conocida como La Perestroika, el cese del enfrentamiento Este-Oeste y las concepciones
ideológicas opuestas de la sociedad y el hombre, el alejamiento de una nueva
guerra mundial, las reformas de mercado en la economía china, la valorización de los Organismos
Internacionales que contribuyen a mantener la paz y el orden mundial, el anuncio
de la era de las redes comunicacionales en el marco de la globalización, sin
parangón en la historia de las civilizaciones, etc. Sin embargo no fue así. Esos grandes mitos y referencias históricas
del pasado como el fascismo, el comunismo, los fundamentalismos religiosos, el
terrorismo de estado, que identificaron
las grandes barbaries del pasado, hoy pareciera venir por sus fueros en esta era posmoderna. Desde el
fundamentalismo iraní y las exigencias más retrogradas y discriminatorias a las
mujeres, el ahorcamiento de jóvenes en lugares públicos para causar terror en
la población que demanda libertades públicas; las concepciones retrogradas
religiosas de los talibanes de Afganistán; La invasión rusa a Ucrania hace ya
un año y la intención de Vladimir Putin
de restablecer su condición imperialista, ahora con el apoyo de la Iglesia
Ortodoxa rusa, con una impresionante estela de muertos, desplazados y
destrucción de ciudades y pueblos ucranianos; Las debilidades y errores de los
sistemas políticos democráticos en América Latina, aprovechado por el eje
Cuba-Rusia-China para penetrar en los estados y naciones latinoamericanas a
través de agentes políticos y de partidos u organizaciones de izquierda, utilizando prácticas fascistas,
militaristas, terroristas de vieja data. Como dice un viejo refrán, “No estaba muerto estaba de parranda”.
El relajamiento político y la falta de formación ciudadana dejo pestañas
abiertas, que hoy se han convertido en “Caballos
de Troya” intentando no solo acabar con la democracia, sino instaurar
regímenes totalitarios de hegemonía indefinida. El caso de Venezuela y Nicaragua es el mayor ejemplo.
La escritora Gioconda
Belli ha dicho: “Eso del destierro es como una cosa antigua, de los romanos”. Recuerdo haber leído
situaciones de destierro en Romeo y Julieta, obra escrita por William Shakespeare en 1545. También
vamos a encontrar la figura del destierro en la obra del Cid Campeador, leyenda recogida por Menéndez Pidal, en tiempos de
la era cristiana. En el primer caso por muerte y en el segundo, se le acusa
falsamente de robo de impuestos cobrados. Se conoce que Napoleón Bonaparte fue desterrado por los británicos tras la
derrota en la batalla de Waterloo, en Bélgica, el 18 de junio de 1815. Fue
confinado en la retirada isla de Santa Elena del Océano Atlántico, donde murió
el 5 de marzo de 1821. También el destierro tiene su historia bíblica, el exilio
es el castigo que sufre el pueblo hebreo por no escuchar a Dios a través de
diferentes profetas y por entregarse a la idolatría y al pecado que lo
distanciaron espiritualmente del Señor. El
Generalísimo Francisco de Miranda fue desterrado de Venezuela cuando la
derrota de la Primera República, prisionero en el calabozo del penal de las Cuatro Torres del arsenal
de La Carraca en San Fernando de Cadiz, allí murió el 14 de julio de 1816, en
un lugar inmundo, lúgubre y solitario. En fin el destierro es un tipo de pena que un
Estado puede imponer a una persona por haber cometido un delito o fechoría, que
consiste en expulsarlo indefinidamente. Más recientemente fue prácticas de dictaduras militares y regímenes totalitarios
comunistas, ejemplos de Chile en tiempos de Augusto Pinochet y de Rusia y Cuba.
Las nuevas versiones de este siglo se han aplicado en Venezuela y Nicaragua. El segundo está
fresco como hecho noticioso y no tiene precedente en la historia de ese país e
incluso de América Latina. El pasado 09
de febrero de 2023, cuenta el periodista
Juan Sebastián Chamorro: “Tuvimos que
firmar un documento que estábamos abandonando el país, adentro del avión había
una algarabía, era la 7.15 am del día jueves. Teníamos una combinación de alegría y amargura por el abandono culposo de suelo nicaragüense.
En Estados Unidos fue que nos enteramos que nos quitaron la nacionalidad que es un derecho inalienable de todo
ciudadano, despojado ilegalmente, como
todo lo que hace esta dictadura. Sigo siendo nicaragüense toda mi vida, al igual
que mis compañeros, 222 en total”. Por su parte el dictador Daniel Ortega con odio y saña, emulando al viejo
caudillo cubano ya muerto, dijo: “No
estamos pidiendo que nos levanten las sanciones, no estamos pidiendo nada a
cambio, es un asunto de honor y dignidad, de patriotismo, que se lleven a sus
mercenarios, que se los lleven”. En que se apoya el otrora Comandante del
FSLN para ir perfilando este Estado
Terrorista. Primero: en la vieja
prédica anti imperialista, acusando a los Estados Unidos de estar detrás de las
gigantescas masa opositora que empezó a manifestarse desde 2018 pidiendo su
renuncia y una serie de reformas de seguridad social. Así su policía, la guardia nacional pretoriana y sujetos paramilitares arremetieron con
violencia criminal, dejando un saldo de 325 muertos, más de 2.000 heridos y
52.000 mil nicaragüenses exiliados en Costa Rica, en solo seis meses de
protesta. Segundo: Desmonta lo que
quedaba de la institucionalidad democrática y controla la Asamblea Nacional, el
Poder Judicial y el Consejo Electoral, lo cual le permite: a) ilegalizar las Organizaciones No Gubernamentales e impedir
ingresos y donaciones del exterior. Clausura universidades en todo el país. b) Expulsar del país a las diversas
representaciones de los Derechos Humanos. c)
Convocar elecciones en noviembre de 2021, deteniendo en prisión a candidatos opositores que gozan de simpatía en
la población e ilegalizando partidos, acusándolos de estar subsidiados y
representar a los Estados Unidos. d) Modifica la Constitución en su artículo 21 para así despojar de la
nacionalidad a los presos políticos, apoyado en La Ley
para la Perdida de la Nacionalidad nicaragüense establece que toda persona sentenciada en la Ley 1055, Ley de Defensa de
los Derechos del Pueblo a la Independencia, Soberanía y Autodeterminación para
la Paz, perderá la nacionalidad nicaragüense. Ahora el Artículo 21 se lee: La
adquisición, pérdida y recuperación de la nacionalidad serán reguladas por las
leyes. Los traidores a la patria pierden
la calidad de nacional nicaragüense. e)
Los desterrados, quedan inhabilitados de
forma perpetua para ejercer la función pública en nombre del Estado de
Nicaragua y suspendidos sus derechos ciudadanos de forma perpetua. Además
de la confiscación de sus bienes inmobiliarios y congeladas cuentas bancarias.
Si esto no es un Estado Terrorista totalitario, ¿que será entonces? Supera con
creces a la vieja dictadura de Anastasio Somoza.
Quien no ha probado el amargo sabor del destierro le cuesta
creer a que sabe. Alejado en otras tierras de tu patria donde naciste, como un
paria, como un extranjero, como un extraño de tus iguales. El amanecer, el
diario vivir ya no es el mismo. Eres un desconocido en otras latitudes, así
seas un intelectual, un poeta, un escritor. Así obtengas beneficios y algunas
comodidades de vida, no saliste de tu país por voluntad propia, y por
añadidura, por decisión de ese Estado Terrorista, te quitan la nacionalidad y
te confiscan tus bienes, es decir no existes para tu patria, es como perder el oxígeno
de tu terruño. En el destierro puedes
morir fuera de los tuyos, de tu territorio, como son los casos más
conocidos de los escritores cubanos Reinaldo Arenas y Guillermo Cabrera
Infante, del periodista cubano Carlos Franqui, de la artista más famosa de
todos los tiempos Celia Cruz. Son los insumisos, que les toca aprender a vivir
desde sus valores y mundo interior. Como señala el Burgo Tzvetan Todorov, filósofo radicado en Francia, en su libro titulado INSUMISOS: “Frente a la
injusticia, a la opresión y al terror, estas personas se oponen no recurriendo
a una violencia equivalente, no responden al mal con el mal, sino que desplazan
el enfrentamiento a otro plano”. El
escritor Sergio Ramírez, incluido en la lista, exiliado en Madrid y
despojado recientemente de su nacionalidad ha escrito en su cuenta de Twitter:
“Nicaragua es lo que soy y todo lo que
tengo, y que nunca voy a dejar de ser, ni dejar de tener, mi memoria y mis
recuerdos, mi lengua y mi escritura, mi lucha por su libertad por la que he
empeñado mi palabra. Mientras más Nicaragua me quitan, más Nicaragua tengo”.
Ojala que los nicaragüenses, al igual que nosotros los
venezolanos, podamos ver el día de la verdadera reunificación entre los que
estás afuera y los que seguimos aquí, entre los que hoy estas dictaduras
persiguen y destierran y los que soportan estoicamente el vivir dentro de estos
territorios. Obviamente no será dentro
de estas tiranías fascistas del siglo
XXI, que buscan en el pasado sus
conductas antidemocráticas. La resistencia y la insumisión es la clave, es
la mayor dignidad de lucha, estés aquí o fuera. No hay opción a doblegarse. La
patria la llevamos por dentro y nadie te la puede quitar ni encarcelar, porque
ella es el mayor símbolo de libertad e historia. Nosotros los venezolanos también
sufrimos ese mal, Vilca Fernández, Antonio Ledesma, Iván Simonovis, Napoleón
Bravo y su esposa Angela Zago, Leonardo Padrón, Norbey Marín, Carla Angola,
Loren Salet, Tamara Suju, y un largo etcétera.
Angel Gustavo Cabrera. Maracay. Edo Aragua. Venezuela.