jueves, 20 de febrero de 2025

CARTA POSTUMA A ALEXEI NAVALNI

 

                        CARTA  POSTUMA   A  ALEXEI  NAVALNI

 


Dostoievski dijo en una ocasión: “Sólo temo una cosa: no ser digno de mis sufrimientos” y estas palabras retornaban una y otra vez en mi mente cuando conocí aquellos mártires cuya conducta en el campo de concentración, cuyo sufrimiento y muerte testimoniaban el hecho de que la libertad intima nunca se pierde. Puede decirse que fueron dignos de sus sufrimientos y la forma en que lo soportaron fue un logro interior genuino. Es esta libertad, que no se puede arrebatar, lo que hace que la vida tenga sentido y propósito.    Tomado del libro EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO de Viktor Frannkl. Pag. 66/67. Ediciones de Grandes Obras. Argentina. 2018



Tengo mi país y mis convicciones. No quiero renunciar a mi país ni traicionarlo. Si tus convicciones significan algo para ti, debes estar dispuesto a defenderlas y hacer sacrificios en caso necesario. Y si no estás preparado para hacer eso, entonces es que no tienes convicciones. Solo crees tenerlas. Pero eso no son convicciones y principios; son pensamientos en tu cabeza…”  Tomado del libro PATRIOTA  Memorias de Alexéi Navalni. Pag. 612. (Diario 17 de enero de 2023) Ediciones Ariel Argentina.  Diciembre 2024.



“¡BASTARDOS!” publicó en el Facebook ruso en ocasión de la muerte del líder opositor ruso, Alexei Navalni. Vadim Stroikin,  cantautor ruso un músico muy popular identificado con el deshielo cultural soviético de la década de los sesenta y la posterior  popularidad de sus canciones protestatarias. El régimen de Putin le cerró un programa de radio y se  ganaba la  vida dando conciertos caseros y clases de guitarra. Stroikin se enfrentaba a una pena de hasta 20 años de prisión si era acusado y condenado por participar en una organización terrorista de apoyo al ejercito ucraniano. Invento del régimen por expresar su desacuerdo con la guerra en Ucrania. Muere tras caer de la ventana de su apartamento en el piso 10. Suicidio o Crimen. 6 de febrero de 2025. Saquen ustedes sus conclusiones. 


En un apartado lugar de un campus universitario de Buenos Aires,  donde reina el  silencio, mis recuerdos están dirigidos a ti. En diciembre pasado adquirí tus memorias de 620 páginas sin prólogo, bajo el sugestivo título PATRIOTA. Fue el regalo que me hizo mi esposa y me dispuse a leerlo detenidamente bajo un método de leer y parar  a conveniencia  para tomar notas y reflexionar sobre tu pensamiento y acción. No es un libro para teorizar ni buscar ayuda, lo es para comprender el drama  político y estructural de tú amado país y tu incidencia y resoluciones entre las viejas ideas y las nuevas, entre los fracasos y tus pequeñas victorias que fueron marcando derroteros definitivos imposibles de detener. Con ese libro PATRIOTA estás haciendo historia porque cierras el pasado estalinista y te centras en las ideas democráticas que fueron emergiendo a partir de la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (diciembre de 1991), la apertura económica y el estrechamiento de relaciones con Occidente. Además de la caída del Muro de  Berlín en 1989 era un antecedente de gran trascendencia para la liberación e independencia de los países que estaban bajo el control soviético,  que ya venían rebelándose.



Tú naciste en las postrimerías del siglo XX (1976) y creciste en las subsiguientes décadas de la renovación del pensamiento y los aires de una nueva Rusia que se abría paso a la democracia y al pensamiento liberal, dejando el comunismo como historia pasada. Lo que nunca  esperabas es que tras seis décadas de comunismo y totalitarismo quedaban todavía representantes conservadores que podían restituir la vieja dominación. El muerto no estaba muerto. Y así  fue como apareció en el escenario político aquel personaje gris, ex funcionario de la siniestra KGV y posteriormente del FSB (Servicio Federal de Seguridad) que salto a la palestra política de la mano  de Boris Yeltsin con el cargo de primer Ministro en agosto de 1999. Después de la renuncia de Yeltsin fue nombrado Presidente Interino y en menos de cuatro meses después fue elegido en forma absoluta y se mantiene hasta hoy gracias a la fabricación de un sistema corrupto, terrorista y  dictatorial que ha impuesto desde la legalidad jurídica y con el apoyo de la elite rusa. En tus memorias PATRIOTA señalas el arrepentimiento del apoyo juvenil a Boris Yeltsin hasta mediados de la década de 1990,  quién terminó entre lujos y propiedades: “Yeltsin carecía de una autentica motivación ideológica. Lo único que lo movía eran las ansias de poder. Era un hombre de enorme talento, un político verdaderamente intuitivo capaz de captar el sentir popular y saber cómo aprovecharlo. Y no tenía reparos en actuar con decisión y osadía cuando convenía, pero en su propio interés y en el de su propio poder, en lugar de en el pueblo o de su propia nación. Escribo esta denuncia vehemente de Yeltsin, en parte porque lamento haber sido un ciego admirador suyo y haber pertenecido a esa fracción de la sociedad rusa que apoyó sin fisuras todo lo que hizo y con ello allanó el terreno a la anarquía en la que vivimos hoy”. Igual pasó conmigo y el respaldo que le dimos a Hugo Chávez Frías cuando irrumpe   a través de un Golpe de Estado en 1992, lleno de promesas de restaurar la democracia con   sus valores y praxis, para luego traicionarla cuando finalmente llegó a la presidencia.  



Así que no te cruzaste de brazos, comprendiste que la lucha era contra Vladimir Putin y su sistema corrupto. La intención del nuevo Zar  estaba velada: Copar los poderes públicos y políticos, captar a la elite económica ofreciendo prebendas y ventajas de  negocios. Vladimir Putin había estudiado la sociedad rusa y comprendió que esos fantasmas del terrorismo de Estado no estaban muertos, la vieja hegemonía estalinista estaba viva, solo necesitaba de levantar de nuevo la red de inteligencia policial y de seguridad del estado y los funcionarios incondicionales los tenía. Además de unas Fuerzas Armadas obedientes al Poder Ejecutivo. Todo estaba allí a la disposición de un gendarme, solo se  necesitaba coraje y no titubear en las ejecutorias. Sentiste y así lo expresaste que “hubo una reencarnación del autoritarismo, ligado a una horda impía de ladrones, hipócritas y escorias.”



En el registro de tus memorias, un poco antes de regresar a Rusia, ya superado el envenenamiento por tratamiento médico en Alemania, escribiste: “Hace tiempo que he renunciado a analizar y predecir el comportamiento de Putin y el Kremlin. Es demasiado irracional. Putin lleva en el poder más de veinte años y su cabeza, como la de cualquier otro dirigente de la historia que ha pasado tanto tiempo en esa posición, está llena de obsesiones mesiánicas, todo eso de <<sin Putin no hay Rusia>> que se ha oído proclamar abiertamente desde el estado de la Duma estatal. El verdadero equilibrio de poder entre los distintos grupos del Kremlin también se desconoce, independientemente de lo que decidan escribir los analistas políticos. Así que es inútil tratar de determinar lo que <<ellos>> harán a continuación; Tenemos que hacer lo que nosotros consideramos que es lo correcto.” 

 


Y a eso te habías dedicado, a  la construcción de un movimiento democrático, de pensamiento liberal, de igualdad, justicia y libertad. Tu constancia fue como una bola in crescendo con la incorporación de muchos ciudadanos rusos en  todo el país. Escribes en tus memorias: “El año 2012 estableció un patrón en mi vida, un círculo vicioso infinito que duraría muchos años: concentración de protesta-detención, otra concentración de protesta-otra detención. Era desagradable sin duda, pero no me iba a detener…”.  Más adelante agregas  mis casos penales son un buen ejemplo de cómo funciona el sistema de judicial. Se inventan los cargos, tal como suena, y designan a las víctimas sobre la marcha. Esto suele no ser fácil explicárselo a quienes viven en países donde se respeta el Estado de Derecho”.  A lo mejor sabes, que en países de América Latina como Cuba, Nicaragua y Venezuela es como una copia al carbón de esos procedimientos judiciales.

Llama poderosamente la atención cuando escribes en tus memorias sobre el fraude electoral cometido por el Partido Rusia Unida en las elecciones de la Duma de 2011 directamente por el Kremlin recurriendo sin manía a amañar los resultados. El fraude electoral no tenía precedentes por aquel entonces: votantes fraudulentos a los que llevaron en  autobús a múltiples colegios electorales, papeletas duplicadas, recuentos manipulados. Por supuesto que el  Partido Rusia Unida de Putin obtuvo la mayoría, provocando la mayor oleada de protesta de nuestra historia reciente.”  Cualquier comparación con Nicaragua y Venezuela más recientemente en las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024 no es coincidencia. Además para mi asombro eso que escribes de la detención de los observadores electorales sucedió recientemente igual en  Venezuela en las elecciones presidenciales: “En las protestas del fraude me detuvieron y vi en La  Comisaria que la  mayoría de mis compañeros de celda había sido observadores electorales que habían visto todo lo que pasaba en los colegios electorales el día anterior y se habían lanzado, indignados a la calle”.



Alexei, ese  liderazgo emergente que fuiste construyendo con una base popular democrática, sin precedentes en la historia política de Rusia de este siglo XXI iba a contra corriente con la conducta fascista y totalitaria de Vladimir  Putin. Eras su verdadero enemigo y por ello te declaró la guerra hasta llevarte a las peores cárceles del régimen. Por eso no te permitió entrar normalmente al aeropuerto donde te esperaba una multitud y en tres años te fue aumentando la dosis de extrañamiento carcelario, de encierro silente,  de lo cual solo queda este registro y diario de prisión, que hoy los lectores podemos leer y asombrarnos de tu hidalguía, valor, capacidad, valentía  y honestidad a toda prueba. Por eso en tu registro del diario de prisión escribes una expresión lacónica y lapidaria: “Todo lo que leéis sobre los horrores y los delitos fascistas de nuestro sistema penitenciario es cierto. Con solo una salvedad: la realidad es aún peor” (12  de enero de 2023).  Se busca transformar al ser humano en un guiñapo,  reducirlo a una condición animal que no se exprese, que no se sienta, que no  se escuche, que solo obedezca cuando se le llame, que soporte el mal trato, el ruido y la luz incandescente de las torturas y hasta la administración del sueño en los tugurios reducidos. Frente a ese submundo te las ingeniaste para no derrumbarte, mantenerte incólume, desarrollando tus capacidades mentales, el intelecto, la escritura y el humor para no abatirte y manejar el estrés, desarrollar la imaginación, los recuerdos, las gratitudes y hasta el traslado de tu pensamiento a zonas imaginarias y  paisajes vividos esperanzadores. Nunca perdiste la libertad interior, del cual es muy fácil escribirlo y pensarlo, y otra llevarlo a la práctica en esos momentos cruciales e indefinidos. Nunca te doblegaste ni  te arrodillaste frente a tú enemigo.



Recordaste la invasión a Ucrania en tus memorias desde la cárcel. El 20 de febrero de 2023 escribiste un extenso documento de 15 tesis sobre los problemas políticos y económicos que hay en Rusia y el deseo de Putin de aferrarse al poder a toda costa y su obsesión por su propio legado  histórico de querer ser <<el zar conquistador>> y <<el coleccionista de tierras rusas>>. Es una guerra de invasión injusta contra Ucrania con pretextos ridículos. El pueblo no lo apoya en su mayoría y no hay casi voluntarios, así que ha tenido que recurrir a presidiarios y a movilizaciones forzosas. Rusia está sufriendo una derrota militar en  una guerra que ya lleva dos con la propaganda que <<Kiev caerá en tres días>>. La vida de decenas de miles de soldados rusos ha quedado arruinada y la derrota militar definitivamente podría retratarse a costa de la vida de miles y miles de soldados movilizados.  Decenas de miles de ucranianos inocentes han sido asesinados, y millones han padecido dolor y sufrimiento. Se ha cometido crímenes de guerra. Ciudades e  infraestructuras ucranianas han sido destruidas. Al final exhortas a desmantelar el régimen de Putin y su dictadura, idealmente con la celebración de elecciones generales libres y la convocatoria de una Asamblea Constitucional.  Y tú gran sueño: Establecer una República Parlamentaria basada en la alternancia de poder  a través de elecciones justas, tribunales independientes, y del federalismo, el autogobierno local, la absoluta libertad económica y la justicia social. Y cierras con el número quince en el reconocimiento que somos parte de Europa  y seguir el camino del desarrollo europeo.”



Alexei, el 4 de junio de 2024 cumpliste 47 años y llevas  tres años ininterrumpido  en prisión. Pero no cualquier cárcel. Fuiste pasando de una cárcel a otra,  hasta que te llevaron a la peor, cercana al Círculo Polar Ártico, conocida como Lobo Polar. Y aun tienes espacio para el humor. Escribiste ese día: Hoy es mi  cumpleaños. Al despertarme, me he dicho a mí mismo, para quitarle hierro, que ahora puedo añadir la SHIZO  a la lista de lugares en los que he celebrado a lo largo de los años (el 15 de agosto describiste ese tipo de celda castigo como la peor ya que es utilizada para atormentar, torturar y asesinar a los presos. Es un agujero negro de hormigón de dos por cinco metros, con espacio para tres presos, te dejan en ropa interior en un sótano frío y oscuro, colocan música a todo volumen y a todas las horas. En teoría es para evitar que los presos que están en las distintas celdas puedan hablar entre ellos; en la práctica es para ahogar los gritos de  quienes están siendo torturados…)   

Alexei, es imposible que en esta carta póstuma, que ya estoy terminando, no transcriba completa la página 597, donde,  como decía estabas de cumpleaños:

Hoy cumplo cuarenta y siete años, uau, he pensado en mis logros en este último año y cuáles son mis planes para el que viene. No he logrado gran cosa, como resumió muy bien el otro día el psicólogo de nuestra colonia penal. El reglamento exige que antes que te envíen a la SHIZO, te examine un funcionario médico (para comprobar si serás capaz de resistirlo) y un psicólogo (para asegurarse de que no vas a ahorcarte).  Pues bien, tras la reunión, el psicólogo dijo:                        -Esta es la decimosexta vez que te metemos en la SHIZO, pero sigues haciendo broma y estas de mucho mejor humor que los miembros del Comité.   

Entonces escribiste en tu diario: Eso es verdad, pero la mañana de tu cumpleaños tienes que ser sincero contigo mismo, así que me pregunto, así que me pregunto: ¿Estoy de verdad de buen humor o me obligo a mí mismo a sentirme así?

Mi respuesta es que lo estoy de verdad. A ver, seamos sinceros, claro que me gustaría desayunar hoy con mi familia, que mis hijos me dieran un beso en la mejilla, desenvolver regalos y decir: <<¡Oh, es justo lo que quería!>>, en lugar de  despertarme en este agujero infecto. Pero, tal y como funciona la vida, el progreso social y un futuro mejor solo pueden conseguirse si un cierto número de  personas están dispuestas a  pagar un precio por el derecho a tener sus convicciones. Cuanta más gente así haya, menos tendrá que pagar todo el mundo. Y llegará el día en que decir la verdad y abogar por la justicia será de lo normal en Rusia y no tendrá nada de peligroso.  Pero hasta que llegue ese día, no veo mi situación como carga pesada no como un yugo, sino como un trabajo que debe hacerse. Todos los trabajos tienen aspectos desagradables, ¿Verdad? Así que ahora me toca la parte desagradable de mi trabajo favorito.” Al final das las gracias en tu cumpleaños a todas las personas conocidas, a las buenas por haberte ayudado y seguir ayudándote. A las malas porque te han dejado alguna enseñanza. A tu familia por estar siempre ahí.  Pero tu agradecimiento más grande y el mayor homenaje son para los presos políticos de Rusia, Bielorrusia y otros países (como Venezuela, Nicaragua y Cuba). Escribes que muchos de ellos lo tienen más difícil que yo. Pienso en ellos a toda hora. Su resiliencia me inspira todos los días. 



Alexei, saber que cumpliste con tu palabra de verdadero cristiano. Que infundiste e infundes  terror en los tiranos, que como Vladimir Putin es un verdadero cobarde protegido por las bayonetas y su palacio del Kremlin. Que siguen ahogando en sangre a los hermanos ucranianos en una guerra desigual e injusta que solo la sufre seres inocentes. Tiemblan como cobardes que son ante la historia y no soportan tu franqueza, tu naturalidad, tu mirada honrada sin manchas, y sobre todo tu moral y ética de ciudadano. Tienes la humildad y la entrega a la lucha del bien contra el mal, y eso nunca muere. Te me pareces a un personaje de Los Hermanos Karamazov, novela escrita por Fiódor Dostoievski, de vida cristiana, ingenua y honrada Alekséi Karamazov era el menor de los tres hermanos y con una fuerte influencia cristiana del monje sabio stárets Zosima.   



En esta fecha 16 de febrero de 2025, cuando recordamos con honor y grandeza tu nombre y tu acción, recordamos al mundo que todavía existen hombres y mujeres que se inmolan por una causa en este siglo XXI lleno de tanta banalidad  e individualismo, siglo de guerras y de  regreso de barbarie. Miles de ciudadanos, asediados por el régimen de Putin se acercaron con un ramo de flores hasta tu tumba para rendirte un homenaje, muchos están perseguidos en el exilio y tu fundación proscrita y tildada de extremista, pero aun así el pueblo ruso mantiene firme sus ideales que enarbolaste. Tú esposa expreso: “Soy Yulia Navalnaya, esposa de Alexei Navalni, veo que el  nombre de Alexei inspira a personas de todo el mundo, se dan cuenta que nuestro país no es solo un país de guerra, corrupción y represión. También es un país de gente que como tú y como yo no se calla, de los que siguen luchando, se con certeza que un día sus ideas prevalecerán y nos llevaran a la hermosa Rusia del futuro, con la que él soñó y por la que está luchando”.



Este asesinato que todavía sigue sin culpables y se aduce a causas naturales, algún día aparecerá la verdad, cuando el pueblo ruso recupere su libertad. El fantasmas del viejo dictador José Stalin siguen rondando el Kremlin, representado en ese personaje nefasto e inmutable llamado Vladimir Putin.