CARTA
ABIERTA A ISAIAS
RODRIGUEZ. Por Angel Gustavo Cabrera.
La vida es
dura/ Ingéniatelas sutilmente/ y bajas las persianas de la voz/ diciendo lo
necesario/ para no complicar/ para no herir susceptibilidades/ para no socavar
los intereses del lucro/ Baja la guardia de los relámpagos/ para que la
tormenta no se desate. 1971. Víctor
Valera Mora. Tomado de Amanecí de Bala
“Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras
un sueño intranquilo, encontróse en su cama convertido en un monstruoso
insecto.” La metamorfosis. Franz Kafka.
HOLA ISAIAS.-
Es probable que ya no te acuerdes de mí. Las celebridades
tienden a borrar el pasado y más cuando ese pasado ya está muy lejos de la
actualidad. Quien como tú, ex constituyente, ex vicepresidente, ex fiscal,
embajador de Italia y nuevamente ex constituyente de la ANC, pero esta vez te
sacaron del juego tus propios compañeros por unas declaraciones inconvenientes
que diste a la prensa y Pedro Carreño
andaba furioso llamándote traidor y tonto útil.
Leí tu carta de renuncia a la ANC y nada dice sobre lo acontecido, solo
que era incompatible con tu cargo de Embajador en Italia. Una salida muy
elegante que a nadie convenció. Eso fue el año pasado, Octubre 2017. No te convenía responder, los intereses no te lo
permitían.
Desde hace tiempo quería escribirte porque me que ha
llamado la atención la metamorfosis y
los cambios que has sufrido, aunque a decir verdad ya nada me asombra de esta
llamada “revolución socialista” y la conducta de aquellos que se identificaban
con nobles causas.
Te conocí por intermedio de la Doctora Priscila López, abogada revolucionaria, ya fallecida, de
aquellos años tormentosos de la década de los setenta y ochenta. Nunca me habló
mal de ti, siempre dijo que eras un abogado laboral de prestigio, conocedor de
las leyes, muy disciplinado y defensor de los trabajadores, no obstante siempre
nos estableció una diferencia “Tú defendías patronos y ella no”. Nunca fuiste
un militante de la izquierda y políticamente tuviste una pasantía por Acción
Democrática y el Movimiento Electoral del Pueblo, partido de tendencia
progresista que más adelante se declaró socialista democrático, liderado por el
maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa. Recuerdo tu humilde bufete en la calle
Miranda, edificio Santimoni donde me comprabas tarjetas de navidad que luego yo
mandaba a imprimir con alguna poesía tuya. Era una gran admiración la que yo
sentía por ti no solo por tu alto prestigio como abogado laboral y hombre crítico
identificado con los cambios sociales, sino por tu calidad humana y perfil
democrático. Tanto es así que me prestaste tu voz para una grabación de un
audiovisual sobre Simón Bolívar para pasarlo en escuelas, barrios y
universidades. Se veía en ti una entrega incondicional por la defensa de los
Derechos Humanos y la causa obrera. Se sentía un alto nivel de convicción y compromiso
político con los trabajadores. Tanto es
así que se abrió una casa para los trabajadores denominada “Escuela de
Formación Obrera (E.F.O) y tú, conjuntamente con Priscila eran unos activos
colaboradores.
Recuerdo que cuando el Doctor Ángel Márquez cumplió 50 años
de luchas revolucionarias, le escribiste un hermoso poema donde le expresabas
tu admiración: “…Yo quiero decirte/ que te admiro/tus tantos/ días/ iguales/ Y tu
vida/ con una sola idea/ y tu causa/ con un solo camino/ Como los vietnamitas/
sin fatiga/ sin dudas/ sin traiciones”.
Maracay, enero 1978. Y ese viejo camarada murió con las botas puestas
sin traición ni acomodo con los poderes de gobierno ni las elites. En cambio tú
Isaías no puedes decir lo mismo a tus 75 años. Pero dejemos para el final ese aspecto. Son
recuerdos que duelen aunque se justifiquen.
Recuerdo la acalorada discusión que dimos en casa de Narciso
cuando tú, como emisario del Comando
Táctico Nacional (CTN) del
Movimiento V República (MVR),
quisiste imponer la decisión de que los candidatos a las elecciones municipales
los elegían arriba de manera vertical y se dio un debate donde un compañero te
tildó de autoritario y antidemocrático, y tus últimas palabras fueron que esa
era la decisión del Partido y quien no obedeciera la línea podía irse. Al final
no llegamos a ningún acuerdo y tú me diste la cola a mi residencia y me dijiste
“Gustavo
vente con nosotros, vamos a ser gobierno con Chávez”, y yo te dije que
no me interesaba ese poder y mucho menos esa estructura de partido autoritaria
e impositiva. Hasta el sol de hoy, no te he visto más personalmente.
Isaías yo no vivo de recuerdo pero a veces es importante
señalar algunos pasajes vividos. Tú eres un histórico, quizás por eso es que te
mantienen en un cargo de gobierno por allá por Italia para que no digas nada.
Quizás sientas miedo por lo que le pasó a tu colega Luisa Ortega que de manera
valiente se enfrentó al poder político establecido y las consecuencias las está
sufriendo exiliada y condenada en su país por la jauría madurista. Tú sabes que
esta gente está destruyendo a Venezuela, que el hambre, que la corrupción es
tan espantosa que ya no se puede tapar con la queja del Imperialismo. Tú sabes
de las trampas electorales, de la
violación a las leyes para perpetuarse en el poder, del alto grado de
militarización del gobierno y sus instituciones. Tu sabes que no hay
comparación entre Chávez y Maduro, que Nicolás es un déspota mimado de los
cubanos y que sobre él y su equipo pesa una acusación internacional de crímenes
de lesa humanidad. Tú sabes que aquí no hay división de los poderes democráticos,
que todo lo deciden en Miraflores. Tu sabes del dolor de millones de familias desmembradas
por la diáspora. En fin tú sabes el
drama de sobrevivencia, muerte, injusticia que estamos sufriendo los
venezolanos y sin embargo sigues firme allí amarrado al tirano.
Dicen que el miedo es libre y la cobardía también. Que el
pasado es el pasado y el presente es el presente. De tal manera que aquellos
días de abogado laboral identificado con causas nobles y democráticas se
quedaron muy atrás y pertenecen a una historia fenecida. Hoy tu identificación
con la tiranía madurista es parte de un sentido individual y de vida burguesa
que se te ofrece. ¿Te has puesto a pensar lo qu
e significa si te opondrías a
todo esto? No llave, son 75 años y seguramente el cuerpo te pide
paz por allá por esos hermosos parajes italianos. Como dice tu sabiduría: “midamos todo con sabía mesura, el lenguaje,
los gestos, el silencio y cada palabra que escribimos” A estas aturas no te pido que saltes la
talanquera ni que te salves porque ya
son como hermanos siameses. Por eso mi último regalo para ti es este poema que
te calza muy bien del Chino Valera Mora:
“Has bailado eres reconocido oficialmente/ publicado en bellas
ediciones/ festejado por los poetas del grupo/ corona del municipio y de la
nación/ con la conciencia tranquila/ porque la suerte sigue igual/ de mala para
los demás/ Narciso/ ya puedes morir elogiosamente/ y que renazcan sobre tu
memoria/ los nítidos paisajes de la podredumbre”. Víctor
Valera Mora. 1971.