sábado, 26 de julio de 2025

EDUARDO RAFAEL Y GABRIEL RODRIGUEZ: DOS GENERACIONES, DOS VENEZUELAS

EDUARDO RAFAEL Y GABRIEL RODRIGUEZ: DOS GENERACIONES, DOS VENEZUELAS

 





“El ser humano complejo reunirá las virtudes de las diferentes edades: conservaría las curiosidades e interrogaciones infantiles, las aspiraciones juveniles de fraternidad y autorrealización (más libertad y más comunidad), la carga de responsabilidad del adulto, el discernimiento de la  madurez, la experiencia de la vejez… No hay nada más bello y tan legítimo como hacer bien al hombre y debidamente.” Tomado de Edgar Morín. EL METODO. ETICA.  Ediciones Cátedra. España. Pág. 110.

 

Todos los años desde 2002 hasta hoy  la fecha del 29 de julio es un día triste para mí a pesar del tiempo transcurrido (23 años). En la familia estábamos muy contentos porque mi hijo EDUARDO RAFAEL había culminado sus estudios de  secundaria con éxito y ese día iba a recibir su título de Bachiller de La República, mención Deporte. Nunca pudo llegar al auditorio y su puesto permaneció vacío, solo una tarjeta blanca con su nombre, al llamarlo, los estudiantes y personal asistente se pararon y guardaron un minuto de silencio en medio de una congoja general,  nadie recogió su título de bachiller. Eduardo Rafael descansaba en un ataúd de una capilla velatoria con su familia y amigos entre llanto y pena.  Un día antes había salido muy temprano de la casa de su abuela en su bicicleta de carrera a practicar y posteriormente se dirigía al Polideportivo de Las Delicias a ejercicios de apnea en una de las piscinas del establecimiento. Se estaba preparando para una competencia deportiva denominada “Reto a la cumbre” que consistía en un recorrido en bicicleta por las faldas de la montaña hasta llegar al litoral costeño.  Como me enteré después la apnea consiste en sumergirse al fondo de la piscina, aguantar la respiración por unos minutos y subir a la superficie. Este ejercicio se hace para aumentar la capacidad pulmonar,  es uno de los más riesgosos porque aparte de la salud y el chequeo físico, debe hacerse en compañía y  nunca en solitario, además mi hijo ya venía de un ejercicio con su bicicleta por lo que, seguramente, estaba extenuado. Al final en su última inmersión le faltó oxígeno y prácticamente quedo inconsciente. Cuando lo auxiliaron era demasiado tarde. Son 24 años de vacío y dolor que se llevan a cuestas entre las auto culpas y lamentaciones   de no haber estado allí e ignorante de esos ejercicios que hacía. Al final siempre queda la necesidad de seguir viviendo por los demás y por uno mismo. En nuestra condición humana y cultural llegar a  18 años con formación y juventud,  es tener el mundo por delante lleno de metas y esperanzas. Y Eduardo Rafael Cabrera Borges (1984-2002) las tenía.

 


GABRIEL RODRIGUEZ (2008) es un joven bachiller que alterna sus estudios con trabajo, nació y creció bajo este manto de penurias, necesidades y dolor en que se ha convertido la Venezuela del  siglo XXI. Recientemente en las redes se hizo viral su carta a manuscrito donde relata las injusticias que se está cometiendo con él, al privarlo de su libertad sin escuchar su defensa, típico en lo que se ha convertido la Venezuela actual donde cualquier organismo policial tiene la absoluta libertad de fabricarte un expediente con acusaciones falsas y sin que la Defensoría del Pueblo ni la Fiscalía actúen con celeridad, además de la complicidad de los tribunales. Dicho joven reitera en la carta que es un estudiante de altas calificaciones y que espera recibir su título para este 29 de julio de 2025, sin grilletes en sus manos, aún más en plena libertad.

Reproduzco la carta  íntegra para dejar una muestra histórica, escrita  por el joven estudiante Gabriel Rodríguez,  en lo que hoy es nuestra querida patria.  

 


CARTA AL FISCAL  *

Sr. Fiscal, soy un joven adolescente y me llamo Gabriel Rodríguez. Soy de Lara, Barquisimeto. Por los momentos me encuentro privado de libertad, algo injusto. Esta es la historia de mi caso: El día 9 de enero yo me encontraba en el trabajo, ya que soy un joven aplicado en mis estudios y trabajo. No me encontraba bien de salud ya que llevaba varios días con malestar, así que salí del trabajo al mediodía y me dirigí al ambulatorio de Cabudare para recibir asistencia médica. Ese día salí con mi teléfono, audífonos, cartera y 400 Bs que me habían dado en el trabajo. Me baje del taxi cerca del Centro Médico y  noto la calle tranquila, como cualquier otro día. Así que seguí caminando y voy entrando al ambulatorio cunado me sorprenden varios Guardias Nacionales y me dicen que me detenga y lo hago.

Actué con mucha tranquilidad, ya que solo me venía a chequear con el  médico, pero ellos actuaban de manera agresiva y me preguntan muchas cosas. Una de ellas era de dónde venía, para dónde iba y muchas más. Luego me hacen una requisa y me quitan el celular, los audífonos y sacan mi cartera y ven mi plata. Dicen entre ellos por qué con esta plata iba a comprar gasolina para guarimbear. Yo les digo ´no oficial´, esa plata me la gané con el sudor de mi frente y es por si me toca comprar un medicamento, pero uno de ellos me agarra por el brazo y me sube en la moto solo por tener un suéter negro y 400 Bs en efectivo. Luego me llevan al Destacamento de la GNB donde me obligan a hacer varios videos diciendo que me habían pagado para guarimbear junto a otro adulto que habían agarrado y yo no lo conocía. Luego escucho a unos de los guardias diciéndole al capitán ´jefe, tuvimos que agarrar a este para disfrazar las cosas, ya que no hubo guarimbas para controlar. No tenía objeto de guarimbas, ¿Cómo hacemos?´. Y el jefe le dice: ´agarren dos cauchos y sáquenle la gasolina al auto y se la sembramos´. Yo me quedo asustado en un rincón con malestar. Luego traen los objetos criminalísticos que ellos sacaron y lo pasaron a la Fiscalía y que habían agarrado a un guarimbero.

Luego uno de ellos notó mi malestar y le dije que no me sentía bien. Luego habló con el jefe para que me trasladen al médico. Llegó la noche y me trasladaron, luego que el médico me chequeó y notó que de salud no me encontraba bien, ya que tenía mucha fiebre súper alta y con infección pulmonar no me podían trasladar. Yo soy un chico trabajador con sueños y metas. A pesar de mi detención seguí echándole ganas a mis estudios y terminé el tercer lapso con un promedio alto de 18,91 y fui el primero en mi salón.

Todavía sueño con estar en mi graduación con  mis compañeros, pero no con grilletes en mis manos. Mis amigos y  familiares  me extrañan. Ya muchos saben de mi caso y saben que no soy ningún terrorista. Solo soy un  buen joven que le están negando sus sueños. Espero esté al tanto de mi caso y me pueda ayudar. Sin más que decir, gracias por haber atendido esta carta  y saber sobre mi injusto caso”

14 de julio de 2025.

*Se refiere al Fiscal General de La República Tarew William  Saab

 


Como se puede ver el joven GABRIEL RODRIGUEZ, de 17 años,  es valiente con esta denuncia,  de su puño y letra, en la cual dibuja el panorama de corrupción interna en este Destacamento Militar, su modus operandi de índole criminal y que la Fiscalía no puede cohonestar un hecho de esta naturaleza violatorio de las leyes y abrir una averiguación sobre la conducta de estos guardias nacionales, además cuales son las prueba acusatorias contra este joven cuando se trasladaba a un puesto de salud, eso es verificable porque había salido con un permiso de su trabajo, además donde iba a protestar con esos objetos incriminados porque tenía que haber un punto de manifestación cerca de su detención, averiguar el supuesto vendedor de la gasolina cuando está prohibido la venta al detal de gasolina en las estaciones de servicio. Además que el joven no llevaba ningún recipiente de plástico para la gasolina.  Comprobar la decencia  del joven con familia, vecinos y centro de estudio, y averiguar si tiene o no  antecedentes que lo incriminen. Y por último si Gabriel Rodríguez estuviera involucrado en lo que se le acusa no escribe una carta de denuncia como la que escribió de su puño y letra. Lo lamentable es la poca o nada validez que  tiene su valiente denuncia, que en una sociedad democrática sería un escándalo público porque el daño que se le está causando a este joven de 17 años es irreparable. Nótese que lleva 7 meses en cautiverio. 



Quise unir estos dos relatos por la coincidencia de la fecha 29 de julio. De aquel 29 de julio de 2002 donde mi hijo Eduardo Rafael  no pudo recibir su título de bachiller por el hecho  trágico relatado y este 29 de julio de 2025 donde el bachiller Gabriel Rodríguez quiere asistir a su acto de graduación sin grilletes y en completa libertad ante una falsa acusación horrible. Son 23 años de distancia y las comparaciones son tan marcadas entre el pasado y el presente. Eduardo Rafael tenía 18 años lo que indica que nació en 1984  y creció en valores democráticos, alternabilidad de los gobiernos, libertad de expresión, división de los poderes públicos, autonomía del Poder Judicial, etc. Sin desconocer que teníamos problemas sociales, corrupción administrativa y una gran necesidad de un cambio político que introdujera profundas reformas en el statu quo, pero nunca a este  orden regresivo que ha degenerado en una franca dictadura que no solo viola sus propias leyes y la Constitución Nacional de 1999 sino que ha criminalizado la justicia venezolana, razón por la cual mantiene a más de 900 ciudadanos presos por supuestas motivaciones políticas, como si denunciar, manifestar, actuar dentro de la legalidad jurídica, sea un delito, con falsas acusaciones de terroristas, como se hace con este joven. Ese no es ni puede ser el país que  queríamos  los venezolanos hace 25 años. Queríamos una democracia que se reformara en paz, y esa sigue siendo la aspiración de millones de venezolanos, tanto los que hoy estamos afuera, como los que están en Venezuela. 



Finalmente pido disculpas por cuanto el lector más informado podrá alertar que el caso de este joven resulta “banal” frente a las atrocidades criminales que viene cometiendo el régimen en casi dos décadas, pero esas denuncias son pequeñas historias que se viven en las extrañas de una cárcel representado en un joven de 17 años y que nunca se le borrará de su experiencia vital de vida.  

 


Termino este artículo compartiendo una reflexión que hacia el escritor, Premio Nobel,   Mario Vargas Llosa* entre aquella Venezuela que él conoció de cerca y la actual:

“Las democracias es hoy día el único camino con la que podemos dar una batalla realmente efectiva contra el subdesarrollo, contra la pobreza y avanzar en el camino de la civilización. Las grandes utopías del pasado han desaparecido, ya sabemos hoy en  día que el estatismo, el colectivismo ¿A dónde conducen? A donde ha conducido por ejemplo a Venezuela. Un país potencialmente muy rico que está hoy día literalmente muriéndose de hambre, un país que fue democrático, que a lo largo de cuarenta años vivió la legalidad, la libertad, la renovación pacifica de sus autoridades y que hoy día es presa de una dictadura profundamente corrompida y cuyas políticas han destruido, han deshecho a ese país. ¿Quién quiere que su país en su futuro sea una nueva Venezuela?”

*Intervención de Mario Vargas Llosa en Chile. Fundación: LA OTRA MIRADA. 2018.