CRONICA CONTRASTANTE:
PRESOS DEL CLAN TAREW AISSAMI Y LOS VENEZOLANOS EN MEXICO
“Yo quiero ser enfático,
nosotros no defendemos la corrupción de los empresarios, quien halla estado
allí, debe ir preso y ojala que esas personas no solo fueran presos sino sus
bienes confiscados” Hugbel Roa-
Su descripción en su portal es: Militante bolivariano y chavista. Soldado
del pueblo y del comandante Chávez. Diputado de la Asamblea Nacional por el
estado Trujillo.
“Una maestra me pregunto a mí y a los alumnos, estaba chiquitica, ¿Cuál era el sueño del país que querían conocer? Y yo dije: Inglaterra. Y ella me contestó: Será viendo una foto porque de Acarigua donde vives es muy lejos. Ella no sabía que se necesitaban dos cosas para ir a Inglaterra: Una ganas de viajar y la otra billete, inteligencia la mía” Y se echó una carcajada en grupo de amigas. Tomado de video que circula en las redes sociales recientemente. Johana Torres. Amante de Hugbel Roa.
“Yo lo que necesito es
reconocer el cuerpo, que alguien me diga dónde está. Lo único que nosotros
pedimos es que me lo entreguen para hacer todas las diligencias y mandárselo a
mi tía. Él es mi primo y en las cuatro listas que me han dado no aparece. Su nombre
Joel Alexander Leal Peña”. Declaraciones a la televisión
de su primo Rainer Morillo Díaz.
¿Qué similitudes y
contrastes podemos
observar entre los 19 venezolanos presos por acusaciones de robo
de una suma nada despreciable, 21 mil millones de dólares, de la empresa nacional
petrolera PDVSA y los 13 venezolanos que murieron calcinados
en una cárcel de emigración mexicana, acusados de ser migrantes ilegales. Es
grotesca la comparación, pero esa es la Venezuela
del siglo XXI identificada irónicamente como la Venezuela Pos-Rentista, la
Venezuela Chavista, la Venezuela del Socialismo del Siglo XXI, la Venezuela pos
adeca-copeyana, la Venezuela que lleva 23 años con un solo color hegemónico,
rojo-rojito, la Venezuela, que según su mentor era la recuperación de la patria
soberana de El Libertador Simón Bolívar. Y así paremos de contar.
Esas dos Venezuela hoy amargamente conviven; Entre
el boato y la miseria; Entre la danza de los petrodólares de unos pocos y la
pobreza extrema de millones de venezolanos; Entre niños y jóvenes que tienen sus clases paralizadas y otros que
van a escuelas privadas en Venezuela o el exterior, como la hija de Chávez, Marisabel Chávez que recientemente se
graduó en unas de las universidades más caras de Francia; Entre hospitales sin médicos ni medicinas donde los pobres se
mueren de mengua y las clínicas privadas para los enchufados del régimen o
aquellos que hacen un verdadero sacrificio vendiendo propiedades o con ayuda de
familiares que trabajan en el exterior para pagar los caros servicios; Entre venezolanos que siguen en
Venezuela haciendo de tripas corazón para vivir el día a día y una minoría opulenta
que ha crecido bajo la sombra del chavismo-madurismo, conocida como los
enchufados, y que hoy están representados en clanes de poder, de lo cual
hablaremos más adelante. Las similitudes
son menores, pero existen; Todos somos venezolanos, generaciones que
nacimos en la era democrática, que
los representantes del chavismo-madurismo se han encargado de estigmatizar y
destruir en estos veintitrés años; Todos
venimos de aprovechar los beneficios que nos dio el Estado Petrolero desde que
se abandonó el campo por la ciudad; Todos
o una mayoría significativa pecamos de ingenuidad política y nos atamos a la
visión mesiánica-caudillista del
salvador; Todos criticamos, con razón,
las verrugas de la democracia que la clase política se resistió en corregir. Las
grandes mayorías populares le entregaron la patria al caudillo y este no solo
traicionó los principios democráticos y soberanos sino que se dio el tupe de
entregarle el país al viejo dictador de La Habana. Hay quienes alertaron lo que
venía, entre ellos Carlos Andrés Pérez, Jorge Olavarría, etc. pero ya era
demasiado tarde y lamentablemente la resistencia social democrática no pudo.
Ahora pasemos a la crónica contrastante.
El pasado 29 de marzo
de 2023 el canal de
la dictadura presentó el desfile de los 19 implicados en corrupción administrativa,
lavado de dólares y de una red de prostitución, vida derrochadora y licenciosa. Todos con bragas anaranjadas
nuevecitas (emulado al uniforme norteamericano en los presidiarios), sin ninguna señal de atropello en sus rostros,
para ellos hay el respeto de los derechos humanos y el Estado de Derecho, son
presos chavistas. Cabe destacar que no
fueron esposados aunque sus manos agarradas atrás daba esa sensación, como
indicando que no se van a escapar, ni representan peligrosidad alguna. Aún más,
como son presos chavistas, deben ser tratados con mucha consideración. Da la
impresión que no son delincuentes, y entonces ¿Qué son? De quienes estamos hablando:
Joselit Ramírez, Superintendente Nacional
de Criptoactivos y Actividades Conexas; Antonio
Pérez Suárez, Vicepresidente de Comercio y Suministro de Calidad de Pdvesa;
Samuel Testamarch, Gerente General
de PDV marina; Hugbel Roa, diputado
del PSUV por el Estado Trujillo en la Asamblea Nacional e integra la Comisión
para investigar los delitos cometidos por la AN de 2016, de mayoría opositora.
Además funciona como la mano derecha del ahora ex ministro Tareck El Aisami; Jorwis Bracho Gómez, juez del Estado
Falcón; José Ramos, Yamil Martínez,
Eduardo Borgones, Henrys Chapellín y Jesus Enrique Salazar, funcionarios de
la Vicepresidencia de Comercio y Suministro de PDVSA; Rahid Mosqueda y Renys Barrientos, ambos de la Intendencia de Minería
Digital y Procesos Asociados; Entre los empresarios tenemos a Manuel Meneses, Roger Martínez, los
hermanos Rafael y Roger Perdomo, Daniel Prieto, Cristofer Barrios, Alejandro
Arrollo, Bernardo Arosio, Fernando Bermúdez , Leonardo Torres y una mujer
identificada como Johana Torres. Además
de 11 incriminados en esta trama
corrupta. El fiscal ha señalado que
a los detenidos se les imputará por
apropiación o distracción del patrimonio público, alardear de riquezas ostentosas
con relaciones de influencia con el poder, legitimación de capitales a través de
lavado de dólares y traición a la patria. Además destaca tres elementos
importantes: UNO, la ejecución de
operaciones petroleras en PDVSA por
medio de cargas de crudo en buques sin ningún control administrativo; DOS, Incumplimiento de pagos o desfalco
que ronda en los 3.OOO millones de dólares; TRES La incautación de bienes muebles e inmuebles, helicópteros,
avionetas, edificios y paquetes de dólares en efectivo; CUATRO, el hallazgo de la una red de prostitución usada por el
diputado Hugbel Roa y su amante,
quien captaba vagas sin estudios ni oficios para legitimar capitales. Este
grupo de mujeres fueron calificadas como “las
muñecas de la mafia”.
Sin embargo esta operación de inteligencia que dio con la
detención de los nombrados y los que están huyendo no contempla la figura clave
de Tarew Alsaime, que viene a ser
uno de los jefes de los clanes en que hoy en día está repartido el poder en Miraflores.
El pez mayor, figura fundadora del chavismo, no aparece como incriminado, ni
como buscado, aunque a raíz del escándalo puso
su renuncia a través de una simple información en su cuenta de tuiwter,
para “darle paso a la investigaciones”.
Pero la sorpresa es que el Fiscal ni lo nombra. Pareciera que hacia los cenáculos
del poder, de los clanes
Padrino-Cabello-Los Rodríguez- Cilia-Maduro, etc. son intocables. Mientras
tanto, entre bastidores se dice que el golpe dado a esta mafia es que se había
convertido en un Estado dentro del Estado, que buscaba sacar del poder al mismísimo
presidente , plan develado por la inteligencia cubana. ¿Después de este escándalo
convertido en show mediático que vendrá? ¿Será semejante a la historia de
la serpiente que la matan y sale otra
mayor?, una de las primeras canciones del
cantautor cubano Silvio Rodríguez, cuando
era un joven revolucionario. Porque el actuar ya es un viejo decrepito que se lo
tragó la misma culebra. (Sueño con serpientes).
Mientras acaece esto en Venezuela, otro fenómeno de este siglo,
producto del infortunio que ha representado el chavismo-madurismo lo vemos en los millones y millones de
venezolanos que se han planteado abandonar el país en búsqueda de trabajo,
comida y un mediano bienestar, arriesgando hasta su vida. Lamentablemente nos
hemos venido acostumbrado por aquello de que “el venezolano es del tamaño del compromiso que se le presente” y el llamado “buscando un mejor futuro” porque no se ve salida en Venezuela
frente a un régimen que luce con tentáculos poderosos. De allí la tragedia
reciente de 13 venezolanos, que se encontraban presos en un centro de detención
de migrantes en la mexicana Ciudad Juárez, fronteriza con los Estados Unidos.
Resulta que en esa prisión o reten se
encontraban 69 migrantes de mayoría centroamericana y 17 venezolanos, los cuales produjeron una
protesta quemando unas colchonetas para llamar la atención de la policía y guardias
que custodian el retén, motivado a las condiciones
infrahumanas del recinto carcelario, sin agua, sin alimentos, tratados como
vulgares delincuentes y con la amenaza en ciernes de ser deportados. Esto
causó un desespero la noche del lunes 27 de marzo de 2023 e hicieron una quema que no pudieron apagar por la falta de
agua, mientras los custodios de manera inhumana se alejaron del lugar y no
abrieron jamás el portón. Cuando llegaron los bomberos ya era demasiado tarde, el calor sofocante, la falta de aire y el
humo terminó con la vida de 39 migrantes, entre los cuales había 13 venezolanos.
Ellos son Carlos Rodríguez, Eduardo de
Jesús Carvallo, Yeison Daniel Catarí, Jesús Velázquez, Joel Leal, Orangel
López, Orlando Maldonado, Oscar Regalado, Rafael Mendoza, Ranier Requena,
Samuel Marchena, Estefan Arango Morillo, falta uno por identificar. Todos
hombres, jóvenes y adultos. Simples detenidos por no tener el permiso de
migrantes, considerados como ilegales, detenidos por ser vendedores ambulantes,
pedir en las calles o capturados en una de las localidades fronterizas, vecina
de El paso, Texas, para impedirles cruzar a Estados Unidos y solicitar refugio. Viangly,
una venezolana, gritaba desesperada desde el exterior del centro migratorio,
adonde estaba su esposo de 27 años, tras ser detenido pese a tener los
documentos para permanecer en México.
Uno se llena de impotencia e inmenso dolor frente a estos
hechos y le asombra la bestialidad con que son tratados nuestros compatriotas
latinoamericanos. Pero lo peor son las declaraciones del Presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador quien
inculpa a los migrantes fallecidos por provocar el incendio y no califica las
condiciones inhumanas de tal albergue, un deposito insalubre no apto ni siquiera
para animales. AMLO se califica de
izquierdista, respetuoso de los derechos humanos, progresista, antiimperialista,
humanista y hermano de Latinoamérica. Algo así como “dime quien eres y te reconoceré como lo contrario”. De este
ejemplar ya los venezolanos tenemos, no un botón sino la tienda completa. Es el
tiempo de las imposturas, del teatro de máscaras. Que distancia de la México
abriendo sus brazos de solidaridad a los pueblos del mundo del siglo pasado, la
México del ideario democrática de Lázaro
Cárdenas, Octavio Paz, Juan Rulfo, Frida
Kahlo y Diego Rivera, de Mario Moreno Cantinflas. Es el México del siglo XX, la
misma que le brindo auxilio a los revolucionarios cubanos en la década de los
años cincuenta del siglo pasado, y que desafortunadamente traicionó los valores
democráticos, convirtiéndose en una
oprobiosa dictadura comunista que no ha cesado todavía, y de la cual el mismo
AMLO suscribe o defiende.
Esta crónica no es feliz, es demasiado amarga en los altos contrastes
entre unos venezolanos privilegiados, enlodados en el fango miserable de la
corrupción, del amor al dinero mal habido. De nada sirvió aquella sentencia del mentor “Ser rico es malo”, o en
todo caso lo que quiso decir: es malo
hacer riqueza que provenga del trabajo honesto, del esfuerzo productivo, hay
que obtenerlo del erario nacional, como parásitos y para eso están las tetas del
maná petrolero y ahora el oro. Entonces esta generación de chavistas-maduristas,
entendió muy bien el mensaje para obtener
bienes de fortuna y darse los lujos que el capitalismo les ofrece. Mientras que
del otro lado está la Venezuela de las grandes mayorías, la que emigra para
calmar su hambre, la que busca un trabajito que le alcance para medio comer, la
de los niños y jóvenes con un futuro incierto, la de piel curtida y pies
agrietados, la de las vacas flacas que ya no dan nada, la de los bonos con el
rimbombante nombre “de la patria”. Recuerdo, cuando cantaba aquella vieja
canción del cantautor Alí Primera, que me la aprendí de memoria:
“La
verdad de Venezuela/ No se ve en el Country Club/ La Verdad se ve en los cerros
/ con su gente y su inquietud/ Venga, lo llevaré de la mano/ Allí vera a los
niños/ A esos niños terrosos/ Que son niños venezolanos” (título: Yo vengo de donde Usted no ha ido).
Resulta que ahora la pobreza no solo continúa en los cerros sino que se ha
extendido en todo el territorio nacional
y más allá de nuestras fronteras. Y el
Country Club, que era el lugar emblemático de los millonarios, ahora la nueva
casta chavista-madurista lo expropio y se dan allí y en otros lugares la gran
vida. Le huyen a la pobreza como nuevos ricos y enchufados con el poder y los petrodólares.
Será que el resentimiento promovido por Chávez da para que emerja el ser más corrupto y
canalla que no conocíamos, pagando los platos rotos los venezolanos, sus
instituciones y el país. Ellos son los nuevos protagonistas, serviles y
adulantes al poder sin mascara. Apenas comienza la novela