miércoles, 20 de agosto de 2025

MI POBRE ROMULO GALLEGOS


 MI POBRE  “ROMULO GALLEGOS”

 

A PROPOSITO DEL PREMIO INTERNACIONAL DE  NOVELA ROMULO GALLEGOS

 

Hay, en efecto, generaciones infieles  a sí misma, que defraudan la intención histórica depositadas en ella… una generación delincuente que se arrastra por la existencia en perpetuo desacuerdo consigo misma, virtualmente fracasadaJosé Ortega y Gasset. EL TEMA DE NUESTRO TIEMPO. 1942.

“Ningún escritor venezolano que se respete participa desde hace años en el Premio Rómulo Gallegos. Ese premio lo han convertido en uno de esos tantos hoteles que hay en Cuba que solo son para los turistas. Y el turista va y disfruta y cree que en Cuba todo está chévereEscritor venezolano Rodrigo Blanco Calderón en X. 2 de julio de 2025.

La mayoría de la gente vive en un estado de ignorancia, sin darse cuenta de la grandeza de sus propias posibilidades”. Friedrich Nietzsche. Filosofo

 


Recientemente se dio a conocer al escritor ganador de la XXI edición Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos. Esta vez lo  obtuvo el escritor y periodista argentino de 85 años de edad Vicente Battista con la obra “El simulacro de los espejos”, que según palabras del jurado calificador “es una obra de inspiración kafkiana que crea una atmosfera opresiva muy particular y refleja algunos de los rasgos principales que definen la sociedad contemporánea. La presencia de los poderes dictatoriales invisibles, la vigilancia consentida por los vigilados, la lógica del show contaminando permanentemente la política, la vida social, el diluvio de mensajes carentes de sentido, el vacío espiritual, así como la imposibilidad de proteger la intimidad de la mirada morbosa de los otros”.



 La verdad es que con ese preámbulo sobre el contenido de la novela, parece interesante su lectura y esa mirada crítica posmoderna sobre la sociedad actual, sin embargo hay dos aspectos que vale la pena comentar de lo que  hay en el sustrato de la novela, según el jurado calificador,  la postura ideológica del escritor y en segundo lugar algunas hipótesis porque le otorgan  el Premio Internacional Rómulo Gallegos en su XXI edición.  En el primer  aspecto, a partir de su discurso,  en la entrega del premio,  en el Teatro Teresa Carreño, el escritor Vicente Battista  señala su inspiración en la temática tomando en cuenta  tres novelas clásicas distopicas, ellas son: “Nosotros” de Evgueni Zamiatin publicada en 1920, Un mundo feliz de Aldous Huxley, publicada 1932 y “1984”, de Georges Orwell en 1947. Enfatiza  el escritor: “quienes fuimos lectores de esas nóvelas  sabíamos que eran historias fantásticas que jamás sucederían, sin embargo esos regímenes opresores se han  convertido en lamentable realidad Realidad que la relaciona en su discurso con las nuevas formas de alienación capitalista, aparte de las ya conocidas como el  consumismo e individualismo,  le agrega la  incomunicación y el potencial de las redes sociales como Facebook, X, Instagram, Inteligencia Artificial, Tic Tok, Google,  etc. que modelan conductas y  direccionan la vida de los humanos durante las 24 horas del día,  indicándoles lo que deben y no deben hacer. ¿Dónde está la trampa de su crítica?  Quiere hacer ver que los modelos distopicos y alienantes   nacieron con el capitalismo y su desarrollo tecnológico,  ignorando que su real origen esta  en  los modelos comunistas  totalitarios del siglo XX, ejemplo la China Comunista de Mao, La Rusia estalinista  y su extensión a  países de la órbita soviética por los acuerdos de la II Guerra Mundial, de allí que el llamado Panóptico de Michel Foucault (1926-1984), que traducido en la obra de Orwell, 1984, es  un ojo gigante que lo observa todo es  más real en los sistemas de vigilancia de los países del Este, como lo era   La República Democrática Alemana (RDA)  donde los sistemas de vigilancia eran extremos y llegaban hasta los domicilios. Esto puede verse en el film   “La vida de los otros” (del director Florian Henckel, 2006)  cuya trama transcurre en los últimos años de existencia de la República Democrática Alemana y muestra el control ejercido por la policía secreta llamada Stasi sobre los círculos intelectuales disidentes, que son expiados desde una central policial  sobre sus conversaciones en casa a  través de micrófonos secretos instalados y desconocidos por  sus habitantes. Igual hay otras experiencias de control social totalitario bajo gobierno dictatoriales de toda clase. Sostengo que el mundo  cibernético/digital  actual proviene de la modernidad y su permanente evolución, imposible de frenar por su carácter masivo y  la aceptación civilizatoria. Sabemos  que existe toda una polémica sobre la carga enajenante de los grandes avances de la era digital  en la comunicación y sus efectos contraproducentes para el desarrollo humano, la inmediatez  y la contradicción en la abundancia de la  libertad del pensamiento instantáneo, sin embargo podemos calibrar  las diferencias  entre naciones de sistemas liberales-democráticos y aquellos de índole totalitarios y para que usan estos grandes adelantos comunicacionales.   



La obra de George Orwell, 1984,  que cita el escritor Battista  tiene su mayor referencia totalitaria en los países comunistas, escrita entre los años  1947/ 1948 describe un país llamado Oceanía gobernado por un gobierno totalitario que mantiene la disciplina y el control social bajo un sistema audiovisual abierto de enajenación masiva.   Hoy en día la China Comunista lleva la bandera en vigilancia ciudadana, igual lo hace Rusia y Cuba, etc.  Venezuela y Nicaragua se están incorporando en esa dimensión  opresiva. Pero el escritor Vicente Battista no habla de eso,  por su sesgo ideológico, sigue viendo al mundo entre derechas e izquierda, entre un mundo capitalista y el otro comunista, cuestión que hoy es diferente,  ya el mundo se debate entre sistemas abiertos liberales capitalistas y otros de carácter  totalitarios apoyados en un capitalismo de Estado. Battista, en sus declaraciones ve la distopia en el gobierno de MIlei por ser capitalista liberal, contrario al populismo peronista-kinnerista. Veamos lo que afirma en la prensa: “Advierto sobre la materialización de la distopia de Orwell en la Argentina actual”; “Es natural que la derecha ataque a la izquierda, también en el espacio de la cultura”;  “Sufrimos el modelo de Martínez de Hoz en la última dictadura, luego el modelo de Menem-Caballo, después el modelo de Macri. Todos fracasaron. Milei apuesta a ese mismo modelo, más temprano que tarde sabremos si la historia se repite.” Obsérvese que  por  ningún lado nombra a los Kisnner y a Alberto  Fernández y mucho menos la corrupción por lo que está presa la ex presidenta  Cristina Kisnner, después de haber gobernado por espacio de cuatro mandatos presidenciales.



El escritor y periodista Vicente Battista señaló que por su edad (85 años) vive de la pensión que le otorga el Estado, “y que si no fuera por el emolumento que recibe mensual por el premio municipal de 1990, me moriría de hambre”. En realidad  la pobreza en la Argentina aumento con   los gobiernos peronistas que sembraron la corrupción administrativa y el populismo como sistemas de Estado, arruinado las arcas nacionales y comprometiendo el desarrollo de la nación. En segundo lugar ningún jubilado se muere de hambre con una pensión de 400 dólares mensual más  la obra social a la que tiene derecho. (La pensión pasó de 45.000 pesos con el anterior Mandatario Alberto Fernández  a  340.000 pesos con Javier Milei) además se nota un   control de la inflación. Hay problemas estructurales como el desempleo y el subempleo, la pobreza en el campo y comunidades de las provincias más la desbordada delincuencia. Esos si son serios problemas que todo gobierno debe resolver, pero jamás sobre políticas económicas populistas y clientelares, que son un caldo de cultivo para el parasitismo  y la corrupción.  La clase media, a la que pertenece  el escritor, ha recibido los impactos de los reajustes presupuestarios y fiscales, pero es necesario recordar que fue esa clase media que mayoritariamente votó por un cambio a favor del programa liberal de Javier Milei.

 


El segundo aspecto, es que  en Venezuela todas  las instituciones públicas  están secuestradas por el chavismo-madurismo, y el Centro de Estudios latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG) no es la excepción, y más si se trata de la cultura que es el arma ideológica y de control del pensamiento del Estado chavista. Desde la escogencia  del jurado, la selección de los escritores participantes y sobre todos los finalistas, todo es un montaje de índole político. La estética, la creación literaria, la crítica,  la moral y ética,  queda en un segundo plano, con la preponderancia del pensamiento  político e ideológico del autor.   Escoger a un escritor argentino anti-Milei, les viene como anillo al dedo. Todo  fríamente calculado: acto solemne, discursos, entrega de diplomas, cheque de los 100 mil dólares, agasajo, entrevista con generaciones familiares del insigne escritor democrático  Rómulo Gallegos, recepción y un buen hotel.  Nada de entrevistas con algún periodista no oficial o independiente, no vaya a ser que diga algo que moleste al régimen. La máxima novela de Rómulo Gallegos es “Doña Bárbara” y de seguro el escritor Argentino Vicente Battista al leerla comprenderá que el conflicto central   está basado en ese antagonismo entre atraso y modernidad, entre barbarie y justicia, entre valores rurales y la Venezuela del progreso y la democracia. Y, precisamente ese es el dilema actual  en Venezuela, y superado en la Argentina actual.    

 


Haciendo un poco de historia el galardón creado en honor al novelista y político venezolano Don Rómulo Gallegos data del 1 de agosto de 1964,  bajo el mandato presidencial de Raúl Leoni y su propósito fundamental era el reconocimiento de un escritor o escritora latinoamericano y venezolano (años después la Fundación CELARG agregó a España). Su carácter plural, democrático, literario,  sin sesgos ni discriminaciones de ninguna naturaleza, fueron sus principios  y sus atinados jurados  condujeron a elevar el Premio a un reconocimiento internacional y mundial. Escritores ganadores destacados podemos nombrar a Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Arturo Uslar Pietri,  Fernando del Paso, Roberto Bolaños Ricardo Piglia, Ángeles Mastretta, Enrique Vilas-Mata, Abel Posse, Mempo Giardinelli, y la última edición XIII para  Fernando Vallejo en el año 2003 con la novela “El desbarrancadero”. Dicha novela explora los sinsabores, el desconcierto y el dolor al regresar el protagonista Fernando a Medellín, con la finalidad de visitar a su hermano, enfermo de Sida, atravesando los recuerdos compartidos, así como la confrontación  con la enfermedad y  la muerte, en una  sociedad colombiana marcada por la violencia, la corrupción y la decadencia a través de la mirada crítica y nihilista del autor. Todos los ganadores se expresaban con absoluta libertad de conciencia. Incluso para nadie fue un secreto que los dos premios nobeles Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez tenían pensamientos de izquierda para ese entonces, y  eso en nada incidió para darles el premio Internacional Rómulo Gallegos (1967  y 1972 respectivamente)  


 

Con la  edición XIII- 2003,  se cierra la etapa luminosa del Premio Internacional Rómulo Gallegos,   marcando un antes y un después. Recuerdo el revuelo que causó cuando el escritor Fernando Vallejo  llegó a Caracas,  sus entrevistas a medios privados como El Nacional  fueron de un intelectual libre sin sujeciones a prisiones ideológicas mentales. Critico el  mesianismo y los cultos a los héroes y castas militares, marcó distancia con gobiernos corruptos,  dictaduras de cualquier índole, como el caso de Fidel Castro. Vallejo expreso su visión sobre la situación de Caracas y de Venezuela utilizando un lenguaje provocador y lleno de ironía. Critico la destrucción y el caos que veía en la ciudad, así como la falta de orden y la vocación del caos en el país. Esto no gusto al Comandante Hugo Chávez y aunque no dijo nada, tras bastidores se supo la fuerte reprimenda a los funcionarios adeptos  al Ejecutivo y  posteriormente   se intervino el carácter autónomo que tenía el Premio Internacional Rómulo Gallegos y  para las siguientes ediciones se incorporó otro jurado, entre ellos la representación de Casa  de Las Américas de origen castrista/cubano, además de otro representante del Gobierno Nacional. Desvirtuada la naturaleza del  premio, entraría en su nueva etapa con unas condiciones muy claras de aquellos escritores venezolanos, españoles y latinoamericanos  que  quisieran participar, no más críticas al país y a la revolución cubana no se le toca ni  con el pétalo de una rosa.  

 


De allí en adelante el Premio Rómulo Gallegos entró en un  desprestigio, de lo cual no ha podido recuperarse. Desde el escritor español Isaac Rosas (2005)  hasta el presente se han buscado escritores que  le hacen propaganda al régimen, o por lo menos nunca van a  resultar incomodos o hacer una declaración que moleste al régimen. Para 2009, muchos escritores pidieron a sus editoriales respetivas que retiraran sus libros en protesta ante la ideologización del premio y así lo manifestaron públicamente, como es el caso de Gustavo Guerrero, editor y crítico literario, quien expresó públicamente que el premio estaba fuertemente ideologizado. Para 2009 la premiación recayó en William Ospina, escritor colombiano. Para  2015 se suspende el Premio Rómulo Gallegos, alegando problemas presupuestarios, se reactivó el 2020, sin la participación de escritores venezolanos y latinoamericanos reconocidos, congruentes y de principios democráticos.

 


Este es, en resumen,  la historia de un premio, que al igual que el país atraviesa por la etapa más oscura y decadente de su vida moderna. Un país donde sus intelectuales de pensamiento libre en su mayoría están fuera del país, otros han fallecido sin poder ver la luz  de la libertad, otros están presos y exiliados con la llegada de Nicolás Maduro en 2013, quien recientemente, no vacilo en decir que vendría un baño de sangre si no votaban por él. Y en efecto así lo hizo cuando la población mayoritariamente votó en su contra el pasado 28 de julio de 2024. Y entonces yo me pregunto ¿Qué escritor que se aprecie, de talante democrático y humanista, como lo fue el escritor venezolano Rómulo Gallegos, se va a prestar para manchar de sangre su obra, recibir un premio de manos criminales? Claro que los hay, sobre todo por el premio de 100 mil dólares, no importa que provengan  del narcotráfico. Lamentablemente a esos escritores lo que les falta es dignidad. Y así pueden vivir sus últimos años con su ego crecido, pero señalados como mediocres, decadentes y cómplices,  hasta ser completamente olvidados.



 Que distancia con el escritor colombiano  Fernando Vallejos (de 82 años en la actualidad),  quien donó su  premio en el año 2003  a los perros vagabundos de Caracas a través de una fundación benéfica. Importa la vida, la dignidad y la libertad de pensar sin cortapisas, no el vil metal, comprador de conciencia.