ALEXEI NAVALNY ESTOICO Y LA RUSIA QUE VENDRA
“Quién se pone en los
zapatos del otro / Quién da la vida por
unos ideales / Quién soporta el suplicio con estoicismo / Quién se deja encadenar
por principios / emulando el calvario que
sufrió Cristo. / Hoy Rusia te llora /
Europa se estremece / el mundo se
entera / que un hombre de mirada clara / de semblante recio / de apenas 47 años
/ de halo brillante / muere confinado en campos de concentración / del Gulag
Siberiano / otro cristiano de estos tiempos. / Abriste una brecha / contra la
corrupción del poder / contra el terrorismo impuesto / contra las prácticas
estalinistas / por la libertad / apenas iniciada en la
perestroika. / Tu mensaje y tu credo / están vivos / Otros continuaran / más
temprano que tarde. / La maldad y el odio / el
regreso al Zarismo y al bolchevismo / tendrá que fenecer en este siglo.
/ No habrá paz en tu alma rusa / hasta que no aparezca los albores de la
libertad”. Ángel Gustavo Cabrera. Buenos
Aires. 17 de febrero de 2024.
“Vivir es arriesgarlo
todo (…) De lo contrario eres solo un trozo inerte de moléculas ensambladas al
azar, a la deriva, a donde quiera que el universo te lleve. Putin y su régimen
ha pasado millones de trabajo fortaleciendo su poder… Solo lo venceremos si
invertimos decenas de millones de horas de trabajo”. Alexei Navalny. 2020.
“Entiendo que estoy
cumpliendo una cadena perpetua, que se mide por la duración de mi vida o por la
duración de este régimen”. Cita de Alexei Navalny cuando se enteró
de su última condena impuesta por la dictadura de Putin. 2022.
ALEXEI NAVALNY es u héroe de este tiempo. No hay duda. El compromiso con una lucha, la vehemencia y la convicción de estar en lo cierto, el no vacilar en los momentos más apremiantes lo hicieron meterse por un camino sin retorno. Para él la palabra claudicar no existía, había que ser consecuente con el verbo y él lo estaba hasta la saciedad. Su regreso a Moscú era una crónica de una muerte a
nunciada frente al status quo totalitario hegemonizado por Vladimir Putin. Pero los hombres de convicción no se detienen en el mero resguardo de su vida. Ejemplos como Luther King, Nelson Mandela, Oscar Pérez, el General Raúl Isaías Baduel, y un largo etcétera.
La escritora cubana Yoani
Sánchez escribió en su portal 14ymedio una opinión que llama a NO RENDIRSE, haciéndose eco de la
petición del también abogado Alexei
Navalny:
“Vladimir Putin había recluido a Navalni en una fría prisión
en el Círculo Polar Ártico. Le tenía tanto miedo al abogado de
47 años que trato de sepultarlo en vida lejos de Moscú, de las calles rusas y
de sus colegas en la lucha contra la corrupción. Los autócratas son así, pueden
firmar el traslado de un contrincante político hacía el calabozo más apartado
antes de medirse en las urnas. A los cobardes se les conoce por sus acciones y
el inquilino del Kremlin es eso: un miedoso con poder. (…) Es cierto que podía haber partido al exilio, incluso tuvo una gran
oportunidad de quedarse en Berlín tras el intento de asesinato que sufrió en
2020. Las puertas estaban abiertas para que se instalara en una capital de un
país democrático, dictara conferencias en las universidades y ayudara a los
activistas de su país de otras tantas maneras. Pero intuyo que Navalni sabía que de hacer eso, iba a dejar de ser, en
cierta forma, él mismo. El exiliado
mataba parte del político. Vivir en
otra nación no era lo que proyectaba para su vida. Para la corta vida que
terminó teniendo…
Y termina con este párrafo digno y a su vez muy doloroso del
personaje:
“No rendirse” ese fue el mensaje que
Alexéi Navalni dejo para sus
compatriotas rusos en caso de que lo asesinaran. Demacrado por los problemas de
salud que le trajo el envenenamiento, el opositor ruso resumió así su legado en un audiovisual biográfico que
poco después se alzaría con el premio Oscar al mejor documental. Frente a la cámara se le ve repetir la
frase, una vez en inglés, otra en ruso. Para cuando habla en su lengua se
transforma. Los ojos se hacen chispeantes, los hondos surcos dejados por la
larga recuperación se ven más profundos. Toma aire, une las manos y suelta las
palabras con una convicción que impacta. Nos está hablando el Navalni que sabe
lo que le espera”.
La tragedia de Rusia no es nada nueva. La Rusia de la época
feudal con su enorme campesinado sojuzgado, con sus masas hambrientas, sumisas
al poder de los zares, no pudo conseguir la libertad y el progreso con la
llegada del bolchevismo que ofrecía el paraíso del comunismo a principios del
siglo XX. El Partido Bolchevique a través del triunvirato representado por Wladimir Lenin, José Stalin y León Trotsky,
una vez vencidas las fuerzas del ejército zarista, se dedicaron a construir el
nuevo poder sobre la base de retaliaciones, fusilamientos y ejecuciones
sumarias de las familias burguesas, e implantar el terrorismo de estado como
ideología y praxis del nuevo poder. Esa era la interpretación de la llamada Dictadura del Proletariado, a través de
un partido único nada democrático, de ejecutorias inapelables decididas por su
Comité Central. Así es como ese poder omnímodo creado le sirve a Josep Stalin, una vez muerto Lenin, para manejar el
Estado con mano de hierro, asesinando a sus opositores internos, callando voces disidentes con el
engaño, la cárcel y la muerte. Así nace
el llamado Archipiélago de Gulag, muy
bien descrito y narrado en una clásica novela de Alexander Solzhenitsin
donde las probabilidades de salir con vida eran
muy escazas. La segunda guerra
mundial (1939/1945) y sus resultados le proporciona no solo más hegemonía
política sino las anexiones territoriales que la constituyen en La Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS) y sus áreas de influencia en toda Europa. Muerto Stalin
en marzo de 1953, lo que vino fue el destape de las atrocidades cometidas por
su persona, pero el poder seguía controlado por una camarilla dirigida, en esta
oportunidad por el vicepresidente Nikita
Kruschev, quien aprovechó la etapa de la llamada “guerra fría” para abrir una era menos represiva sin democracia.
Así llegamos a la etapa de la
perestroika dirigida por Mijail
Gorbachov, quién llegó al poder en 1985 y lanzó una serie de reformas
políticas y económicas con la idea de modernizar y democratizar a la URSS que
confrontaba grave crisis, de manera generalizada, así como una política de
acercamiento con Occidente. Finalmente
con la llegada al poder de Boris Yeltsin,
primer presidente elegido por sufragio universal, es cuando se empieza a ver la
luz de la nueva Rusia y precipitar la desaparición de la Unión Soviética en el
año 1991. Ya se había dado la reunificación de Alemania con el histórico
acuerdo de la caída del muro de Berlín
en 1989. Surgen nuevas Repúblicas autónomas como Ucrania, Estonia,
Lituania, Chechenia, Bielorrusia, etc. Alexei Navalny, nació en 1976, de tal
manera que pertenece a las nuevas generaciones de políticos con otros idearios
más democráticos y modernos. Lector contumaz, bloguero, criticaba a Boris Yeltsin, quien ha debido
profundizar la democracia y no dejar cabos sueltos de gran daño a Rusia.
Hago este recuento histórico muy sucinto para que se
comprenda de donde vienen los planteamientos antagónicos entre Vladimir Putin y Alexei Navalni y su
Fundación contra la corrupción, hoy ilegalizada. Vladimir Putin, de 72 años, ex agente de la KGB (policía secreta de
la era estalinista), presidente de Rusia desde mayo de 2000 y de pensamiento
conservador, totalitarista y promotor de
una economía de mercado, sueña y trabaja por devolverle a Rusia su espíritu de
gran potencia imperial a costa de
aliarse con quien sea tanto a nivel del país como en el plano internacional,
además de erigir un Estado corrupto y corruptor con los intereses económicos,
la burocracia estatal y la Iglesia Ortodoxa. Alexeis Navalny (recién
fallecido a los 47 años) deja sembrada una semilla por la democracia, por las
libertades individuales y la decencia pública, Por ello su esposa, Yulia Naválnaya, hoy en el exilio, ha declarado: “Todos estos años estuve junto a mi marido en las manifestaciones,
arrestos domiciliarios, registros y durante su envenenamiento en verano de
2020. Era feliz a su lado y apoyándole
La lucha continuara, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, es el
responsable de la muerte de mi marido en la cárcel ártica donde estaba recluido desde finales de
diciembre pasado. No pudieron doblegar su espíritu y por eso decidieron
aniquilarlo físicamente. Llamo a NO
RENDIRSE y continuar luchando por una Rusia libre, pacífica y feliz.
Termina sus palabras con este exhorto: Yo
quiero vivir en esa Rusia, quiero que ahí vivan nuestros hijos con Alexéi,
quiero construirla junto a vosotros”.
Febrero 19 de febrero de 2024.
Lo que hizo Navalny fue convertirse en un
cruzado contra la corrupción en 2008, a través de la organización creada y de su blog, donde puso de relieve las
tramas de la corrupción que permitían a los funcionarios robar miles de
millones de las empresas estatales. Su gran avance se produjo en 2011 cuando
propuso la estrategia de votar a cualquier partido menos al partido de ladrones y sinvergüenzas
del presidente Vladimir Putin en las
elecciones de la Duma (parlamento). Esto dio como resultado fraude electoral y
meses de protestas pro-democráticas y aunque Putin recuperó el control mediante
concesiones y represión, Alexei Navalny
se convirtió en la figura dominante del movimiento democrático. Pero el
régimen empezó a actuar abiertamente contra Navalny y su equipo. Se le condeno
por cargos falsos de fondos, no obstante se le permitió presentarse como
candidato a la alcaldía de Moscú en 2013 donde obtuvo el 27 % de los votos en una contienda claramente
injusta, que incluyo acoso policial y cobertura mediática hostil. Lo que vino
en la siguiente década fue la imposibilidad de participar en elecciones por
trampas leguleyas orquestadas por Putin. Esto hizo que creara una Fundación para la lucha contra la
corrupción (FBK) para desentrañar públicamente la naturaleza de la cleptocracia de Putin. Sus investigaciones
destrozaron la reputación de funcionarios del régimen, funcionarios de la
seguridad y propagandistas del régimen. Además de denunciar las manipulaciones
del régimen en el chantaje, cooptación y control del voto. Dos meses después de denunciar la corrupción de Medvedev, primer
ministro de Putin, Navalny estuvo a
punto de quedar ciego a manos de una banda de vigilantes apoyada por el
Kremlin, que le roció la cara con una mezcla nociva de productos químicos.
Como el hombre no se intimidaba vino el uso del agente nervioso Novichok durante un viaje a la ciudad siberiana de
Tomsk en agosto de 2020, con la clara intención de poner fin a si desafío al
gobierno de Putin.
Otra fue la historia
que sufriría este joven líder al regresar a Rusia voluntariamente a proseguir
su lucha. El viacrucis que sufrió Navalny en la cárcel siberiana LOBO POLAR es no apto para seres humanos, donde la muerte está asegurada. Hizo ruido para que no lo
olvidaran. Era conocido por su agudo ingenio. Siempre intentaba quitarle
importancia a su situación por dura que fueran las condiciones, se comunicaba
con sus abogados hasta que se lo prohibieron, enviaba cartas a sus amigos y también
las respondía. Navalny leía hasta diez
libros en simultaneo y alternar entre ellos, dijo que “llegó a amar la memoria
que en algun momento las desprecié, pero en realidad son increíbles”. La IK-3 está situada en la región de Yamalo-Nenet, muy por encima del Círculo Polar Ártico con
temperaturas de -20 grados bajo cero. En
enero de 2023 escribió que le habían asignado un nuevo compañero de celda con
graves problemas de salud mental. Explicaba que emitía un grito gruñón y
gutural que al empezarlo no se apaga durante horas. Grita durante 14 horas al
día y tres horas por la noche. En otra
ocasión le hicieron compartir celda con una persona que tenía graves problemas
de higiene. Escribe Navalny: “Si vives en una celda, y una persona vive a
un brazo de distancia de ti las 24 horas del día, y ambos están a uno dos
metros del retrete las 24 horas del día, y el retrete es un agujero en el
suelo, mantener la higiene tiene una importancia fundamental. Y un preso
problemático en este sentido te hará la vida insoportable al instante”.
A sus 47 años, no era viejo, pero ser envenenado con el agente
nervioso Novichok y pasar tres semanas en coma le pasó factura. Vivir una vida de constantes privaciones
alimentarias, comunicativas en la cárcel
no hizo sino agravar su situación. También había desarrollado graves problemas
en la espalda y últimamente tenía dificultades para caminar y mantenerse en
pie. Una de sus piernas se estaba entumeciendo, posiblemente debido a una
hernia discal. En 2023, más de 500
médicos rusos firmaron una carta abierta exigiendo que le viera un médico civil
después de que dijera que había estado sufriendo tos y fiebre y que había
tenido que compartir celda con un preso con tuberculosis. Muchos fueron los días en completa soledad por castigos impuestos sin
razón alguna.
Para el conocimiento público estas prisiones es para reos de alta peligrosidad, acusados de crímenes,
robos. Este tipo de cárceles tiene un largo historial de torturas, tanto
físicas como psicológicas. Los reclusos suelen sufrir malos tratos por parte de
presos que son “amigos” de la administración, y las normas imposibles de
cumplir se suman a la angustia mental. El
propio sistema penitenciario federal calcula que se ha producido entre 1.400 y
2.000 muertes al año en las cárceles desde 2018. La causa número uno se
achaca invariablemente a problemas cardíacos.
Los abogados no creen en esta explicación. “Pueden hacer pasar cualquier cosa como un paro cardíaco, incluso un
suicidio o un asesinato a manos de otros reclusos o guardias”, afirma la
abogada Irina Birykovya.
Desde el pasado viernes 16 de febrero, que sorprendió al
mundo la repentina muerte de Alexei Navalny, no se ha entregado ni la autopsia
ni su cadáver a los familiares, transcurrido una semana. La viuda Yulia
Navalnaya ha dicho: “Están ocultando su cadáver de manera cobarde y mezquina, negándose
a entregarlo a su madre y mintiendo miserablemente mientras esperan que
desaparezca el rastro del veneno. Su madre Lyudmila Navalnaya apareció en un
video fuera de la colonia penitenciaria: “Me dirijo a Usted, Vladimir Putin. La
resolución de este asunto depende únicamente de usted. Déjeme ver a mi hijo.
Exijo que el cuerpo de Alexei sea liberado de inmediato, para poder enterrarlo como
a un ser humano”.
Cuando leo y escribo
sobre la historia de este líder, ahora mártir, no dejo de pensar en mi amado
país Venezuela y lo que nos ha tocado sufrir, de nuestros dirigentes opositores
democráticos que han sido asesinados, nuestros jóvenes caídos, Oscar Pérez,
Fernando Albán, el Capitán Arévalo Acosta, el General Raúl Isaías Baduel, las
desapariciones y las torturas, nuestros presos políticos en la actualidad. Y lo peligroso de este momento
histórico cuando se avecinan unas elecciones presidenciales, y aunque han inhabilitado a María Corina Machado, ella persiste y
se mantiene firme contra la dictadura. Esperemos que no se repita la historia
de Rusia, ni la de Cuba, ni la de Nicaragua, aunque sabemos que estos regímenes
están n hermanados y que la derrota no será fácil, pero como dice el lema HASTA EL FINAL. NO CABE RENDIRSE, emulando a Navalny.