“Sun Tse dice: en general mandar
un gran número de soldados es igual que dirigir un pequeño número. Se trata
sólo de una cuestión de organización. Controlar el número grande y el pequeño
es una sola y misma cosa: no se trata más que de formación y de transmisión de
las señales… Las tropas que harás avanzar contra el enemigo deben ser como
piedras que lances contras huevos.” Sun Tse. Los trece artículos sobre el arte
de la guerra
“Todo hombre de guerra debe mirar
el campo de batalla como el lugar donde van a terminar sus días: si trata de
vivir perecerá; si, por el contrario, no
teme morir, su vida está segura.” Ou-Tsé. Tomado del libro El arte militar de
los chinos. Tec.Cnel. E. Cholet
Recientemente el presidente Obama
anuncio en Hanói el levantamiento
del embargo militar a Vietnam, una decisión que supone la completa
normalización de las relaciones entre dos antiguos países enemigos. Obama preciso
que esta decisión completa la normalización de las relaciones entre ambos
países después de décadas de esfuerzo y permite a Vietnam obtener el
equipamiento militar necesario para la
defensa, eliminando un vestigio de la Guerra Fría.
Esta noticia me hizo retrotraer a
la guerra en Vietnam de hace más de cinco décadas, donde Los Estados Unidos
deciden apoyar a Vietnam del Sur, mientras la URSS y China apoyaban a Vietnam
del Norte. Esto como una consecuencia del reparto del mundo entre las potencias
victoriosas de la Segunda Guerra Mundial y el Acuerdo de Ginebra de 1954 que consagra la partición de Vietnam en
dos. Washington se apoya en Vgo Dinh Diem en Vietnam del Sur y Moscú- Pekín apoyaban la guerrilla de Ho Chi Minh y el FLN de Vietnam del Norte.
Vietnam fue un pueblo víctima de las
apetencias imperialistas de potencias mundiales, comenzando con Francia en su
intención de mantener su presencia
colonial, lo cual tuvo como respuesta
una larga guerra de guerrillas iniciada
por Ho Chi Minh y continuada por todo un
pueblo organizado desde Vietnam del Norte, cuya victoria que se conoce fue la de Dien Bien Phu
contra el ejército francés. Después vendría una intervención abierta de los
EEUU, llegando a tener más de 500.000 soldados
norteamericanos y naciones aliadas en
1967, en su base de operaciones de Saigón, capital de Vietnam del Sur, apoyando al gobierno del Presidente
Nguyen Van Thieu. Los bombardeos masivos, el uso de agentes contaminantes
contra el pueblo vietnamita del Norte,
hicieron que se desatara todo un movimiento mundial pacifista contra la guerra en Vietnam y especialmente
contra los Estados Unidos. La ofensiva de Vietnam del Norte, desde su capital
Hanói en Vietnam del Norte, no se hizo esperar, utilizando una metodología de
guerra de guerrillas no convencional contribuyó a una gran ofensiva y a obtener
victorias parciales, con la ayuda de La URSS y China. Para la década de los setenta Estados Unidos
sentía el sabor de la derrota y se firma
en Agosto de 1973 el conocido Acuerdo de Paris. Culminando con la ofensiva
final comunista y el 30 de Abril de 1975 tomaron Saigón dándole un punto final
a la guerra de intervención.
Esta guerra, calificada como una
de las últimas del periodo de “guerra fría” dejo saldos terribles. Para los
Estados Unidos 58.000 muertos aproximadamente, 300 mil heridos y un centenar de
miles de soldados con amplia adicción a las drogas y con serios problemas de
adaptación a la vida civil. Por su parte para Vietnam los costos en vida fueron
mayores, 1.1 millón de vietnamitas más 4.000 soldados de Corea de Sur. Era la
crónica de una derrota anunciada para los Estados Unidos y una victoria para
los vietnamitas con un costo de vidas humanas bastante elevado, pese a la
participación de la URRS y China.
Revisando el libro de Oriana Fallaci “Entrevista con la Historia” descubro aspectos interesantes que develan
sus protagonistas fundamentales. En la
entrevista a Henry Kissinger, asesor del Presidente Richard Nixon, para ese
entonces, la periodista le pregunta “Pero ¿no tiene la impresión, doctor
Kissinger, de que ésta ha sido una guerra inútil? Y este le contesta: En esto puedo estar de acuerdo. Pero no
olvidemos que la razón por la que entramos en la guerra fue impedir que el
Norte se comiera al Sur. Naturalmente no quiero decir que nuestro objetivo fuese sólo éste…Fue algo
más….Pero hoy no estoy en posición adecuada para juzgar si la guerra del
Vietnam ha sido justa o no, si entrar en ella ha sido útil o inútil…” Utilizando
un subterfugio de <<fue algo más>> deja entrever las
apetencias imperiales de gran potencia y sus intereses de tener áreas de
influencias. Sabe por otro lado que fue una guerra injusta e inútil que le
causó grandes pérdidas económicas y en vidas humanas, por eso el viraje hacia
China y firmar la derrota cuanto antes.
Otro actor importante fue el Presidente de Vietnam del Sur Nguyen Van
Thieu. La periodista Oriana Fallaci le pregunta: En otras palabras, señor
presidente, ¿usted piensa que Kissinger será capaz de vender al Vietnam en
nombre de su estrategia mundial? Y Thieu le responde: No es la primera vez que me preguntan <<Si los Estados Unidos le
abandonan ¿Qué hará?>> Voila la respuesta: <<Supongo que
combatiremos hasta la última bala y que luego los comunistas nos
conquistarán>>. Cierto no hay la menor duda. Los franceses nos
abandonaron en 1954 e, inmediatamente medio Vietnam en manos de los comunistas.
Si los Estados Unidos repiten lo que hicieron los franceses la otra mitad del
Vietnam seguirá el mismo camino”
Esta entrevista se realiza en Enero de 1973, y el tratado de Paris se
firma en Agosto del mismo año, de tal manera que el presidente Thieu estaba consciente que la derrota
era inminente, que los Estados Unidos le
abandonarían por su viraje hacia China y porque no podían seguir sosteniendo
una guerra donde estaban derrotados por un ejército no convencional dispuesto a pelear toda su vida si era preciso
desde una visión de guerra de guerrillas populares. En segundo deja entrever su
visión colonialista porque toda nación
debe plantearse ser libre y autónoma a pesar de que pueda recibir ayuda internacional en coyunturas bélicas. Recuerdo
un pensamiento de Simón Bolívar que
dice: “Una vez hecho el pacto con el
fuerte es eterna la obligación del débil”, y en el caso de Vietnam es
cierto. Son las potencias imperiales que deciden.
Estamos en el siglo XXI. El panorama
internacional ha venido cambiando drásticamente. El comunismo no se impuso en
definitiva en Vietnam, su viraje hacia una economía de mercado capitalista es
determinante, como lo es en China y Rusia. Los Estados Unidos normalizaron
relaciones diplomáticas en 1995 y anunciaron una asociación económica amplia en
2013. El comercio bilateral creció a casi 35.000 millones de dólares en 2014. En la entrevista de Oriana Fallaci, el otrora Presidente de Vietnam del Sur señalaba:
<<El comunismo no va bien para los norvietnamitas, son demasiado
individualistas, y yo le aseguro que sólo algunos de veinte millones de norvietnamitas son comunistas>>
Tal parece que tenía razón por lo que hoy existe.
Lo cierto es que a 41 años de la
derrota de EEUU en la guerra de Vietnam, un presidente norteamericano sonríe en un restaurant de Hanói,
tomándose una cerveza bien
“fría”. Dejando atrás el dolor de una
guerra cruel e intervencionista con una huella de sangre en el corazón de
Vietnam. Para ese entonces Obama era un niño que no tenía consciencia de lo que
significa una guerra. Quien lo iba a pensar que Vietnam terminaría dentro del
cuadro estratégico del capitalismo mundial que lideresa Los Estados Unidos de
Norteamérica, el otrora odiado enemigo. Cosas del siglo XXI y de esta era
posmoderna, o como dice Rubén Blades en una de sus canciones “La vida de da sorpresas, sorpresas te la da
vida.”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario