LAS BANALIDADES DEL
MAL. Angel Gustavo Cabrera.
“La creencia en un progreso material y moral condenado a no
interrumpirse nunca, que durante mucho tiempo fue puro acto de fe, sufre
así su crisis más grave. La civilización
de tipo occidental ha perdido el modelo
que se había dado a sí misma…” LEVIS-STRAUSS. La antropología ante los
problemas del mundo moderno. 2012.
“Afortunadamente siempre nos ocurre otra cosa, un evento sin
precedentes, que no inaugura una historia, sino un destino y que, como carece
de precedente, nos libera de esta génesis y de esta historia. Este evento sin
precedente es la seducción, tampoco ella tiene origen, viene de fuera, llega
siempre inopinadamente” JEAN BAUDRILLARD.
Tomado del libro Jean Baudrillad y la seducción de Martín Cucorese.
“Es cierto que hay fenómenos cognitivos triviales,
prisioneros de sus condiciones sociales-culturales-históricas de formación,
pero también está la aventura histórica del conocimiento, que por naturaleza no
es trivial. En ningún lugar ha podido ser acabada y completada la trivialización y, en ese
sentido, la Historia es la historia de la relación antagonista, complementaria
e incierta entre trivialización y destrivialización.” EDGAR
MORIN. EL METODO. LAS IDEAS. Tomo IV. Pag. 80
En estos tiempos de cuarentena las familias modernas y
citadinas se encierran en sus espacios pequeños o grandes, casas o apartamentos,
espaciosos o reducidos, la variante puede tener un enfoque clasista, aunque
advierto al lector que no es en este momento el interés de este ensayo. Son las conductas humanas las que me
inquietan y su devenir en este tránsito posmoderno, del cual las ideologías,
dogmas y ortodoxias se equivocaron en las grandes sentencias y relatos de la modernidad.
Hablo del cristianismo, del marxismo, del cientificismo, del existencialismo,
del conductismo y de todos los ismos que se dieron a la tarea de estudiar al
hombre a todo lo largo del siglo XX desde planos materialistas, humanistas,
filosóficos y metafísicos. Que se convirtieron en Cátedras autorizadas con la
sacrosanta venía de las academias del mundo, llámese Oxford, Complutense,
Harvard. Que las ideas la transformaron en paradigmas, en utopías, en sueños
realizables con la conquista del poder político, económico y lo más importante
en cultura societaria global. Con la prepotencia que les da la razón y el poder
armaron toda una arquitectura del pensamiento en conjunto con una praxis y lo
echaron a andar, lo demás vendría por añadidura. Y algo importante en este
párrafo, ahogaron y estigmatizaron cualquier idea que fuese contraria y/o
antagónica, si estaba al margen, como
Marx, Nichet, Sor Juana, Baudelaire, Ana Harend, etc. Todos fueron
pensadores catalogados de malditos por quienes construyeron el discurso
oficial, así como Judas Iscariote fue expulsado en la tierra, así como el
Luzbel convertido en Lucifer fue expulsado del paraíso.
El equívoco no es misceláneo, porque todos sus fundamentos y
teorías tenían como fin último EL HOMBRE
TRANSCENDENTAL, el hombre bueno en solidaridad con los otros, el hombre
peninsular, el hombre natural en su hábitat con los demás seres vivientes, el
hombre nuevo de Marx, el hombre de la civilidad positivista, hasta llegar al
hombre individuo, que es lo que existe en la actualidad. O para expresarlo
desde el plano filosófico ese hombre genérico ha pasado por diferentes fases o
etapas desde el homo erectus, el homo faber, el homo ludus, el homo tecnicus,
etc. Hasta lo que es hoy el homo consumus. La pregunta que me hago es ¿Dónde
está la equivocación? ¿En los grandes
pensadores originarios?, ¿en quienes
interpretaron y ejecutaron esos pensamientos? o ¿en los herejes que fueron
perseguidos y asesinados por pretender corregir lo que había comenzado mal?
Admito no tener la respuesta, sería demasiado presuntuoso responderla en este
ensayo, lo que si se es que al final del día, en los albores del siglo XXI tenemos un
resultado, identificado como hombre
posmoderno. A ese hombre individual,
egocéntrico, insular, cibernético, sin máscaras, trivial, narciso, con un
celular en su mano, es al que me refiero. A ese hombre/mujer que hoy está
encerrado por un mal, que en estos tiempos globales es universal.
Este introito me permite develar mis oscuras intenciones,
es decir ver al hombre desde las sombras y no desde la luz, desde sus miserias
y no desde sus cualidades, desde sus banalidades y no desde su trascendencia. Hacer una breve aproximación que filósofos contemporáneos han
venido estudiando a profundidad, tales como Gilles Lipovezky, Michell Foucault,
Jean Baudrillard, Bautman, Derrida, Edgar Morín, del cual hay que estudiarlos detenidamente.
En ese campo de las ideas de la civilización actual no se
observa en las elites intelectuales, políticas y económicas un análisis
profundo de lo que puede estar detrás de esta pandemia, seguramente los habrá
más adelante. No obstante los únicos que causaron revuelo fueron, Donald Trump que tímidamente lo
identificó como “el virus chino” y
que rápidamente le riposto el mandatario chino Xi Jinping sobre una “teoría conspirativa”, según el cual,
Estados Unidos creo el corona virus en su territorio y militares lo plantaron
en Wuhan con el objetivo de sembrar el caos en el centro de producción de
tecnología 5G de la telefonía móvil, una especie de un ataque genocida
biológico en la guerra por el liderazgo económico mundial. No obstante el
laureado escritor peruano Mario Vargas Llosa fue al grano en un
su columna Piedra de toque que aparece en el Diario “El país” de España llamado
¿Regreso al Medievo?: “Nadie parece advertir que nada de esto
podría estar ocurriendo en el mundo si China Popular fuera un país libre y
democrático y no la dictadura que es. Por lo menos un médico prestigioso, y
acaso fueran varios, detectó este virus con mucha anticipación, y en vez de
tomar las medidas correspondientes, e gobierno intento ocultar la noticia, y
silencio esa voz o esas voces sensatas y trato de impedir que esa noticia se
difundiera, como hacen las dictaduras”…
y
remata con una defensa del mercado libre capitalista sin
dictadura totalitaria como lo existe en China Comunista, <<lo ocurrido con
Coronavirus debería abrir los ojos de los ciego>> termina señalando.“ Este “receso”
critico del modelo cibernético, que algunos lo califican como pos humano,
debería servir para tomar conciencia del alto consumo de energía fósil ya que
más del 80 % proviene de ella y se considera que la DATA CENTER (centro de consumo mundial de energía) genera en sí
mismo el 19 % del total de la huella energética de lo digital. Tal parece que
la tecnología en la que se apoya el capitalismo digital fueron concebidas sin
consideración del imperativo ecológico, aún más, tampoco le interesa que los
usuarios adopten comportamientos ecológicos. Todo lo contrario lo que se
propaga es el hedonismo y el
hiperconsumo. La sociedad posmoderna inaugura un individuo distraído de los
grandes problemas que tiene el planeta, de las grandes desigualdades sociales.
En esta pandemia desatada por el Coronavirus solo se hacen análisis
fragmentarios sobre la vacuna para controlar a peste, las medidas sanitarias y
el control social, se cuantifica el número de fallecidos por país y los que
están en riesgo. Preocupa aún más el paro económico y la recesión que vendrá,
considerada como la peor de todas las crisis del capitalismo, hoy mundializado.
No se observa un estudio sistémico y holístico de todo lo que está fragmentado para poder atacar todos los
problemas que origina el propio modelo civilizatorio.
Por lo pronto, hacia las grandes masas humanas, no queda otra
sino acoplarse al PANOCTICO UNIVERSAL, tesis original de Michel
Foucault, esta vez representado en la comunicación digitalizada y las redes
sociales como su gran vehículo transmisor con su poderosa carga alienante y de
mandato social. Expresiones fáciles de digerir y de entender: ¡Quédate en
casa!, Disfruta las películas en serie, chatea con tus amigos, ríete y búrlate
del Coronavirus con miles de chistes que circulan en la red, consume el
tiempo en los juegos postrado en tu cama,
cantidad de novedades y de memes, tomar
fotos locas en casa y enviarlas por la red, mantén la despensa llena, mantén la
tele de la gran pantalla plana encendida, llénate de humor y buena cara para el
Facebook, banaliza que el tiempo se comprime y suprime las distancias ,
banaliza con la muerte, porque esto pasará y al final nos podremos tocar,
abrasar, como si fuera el año nuevo, y podemos celebrar a lo grande donde las
cervezas y el whisky no podrán faltar, regresará los grandes espectáculos, los
centros comerciales abrirán sus puertas y la vida recuperará su ritmo
cotidiano. Hasta que venga otra peste y nos quite la tranquilidad de la vida
que llevamos. Es la sociedad de la
seducción que identificara Jean
Baudrillard y la emergencia de una nueva subjetividad identificada en el
Neo-individualismo estético. Seductor y seducido por los dispositivos de la comunicación. Para Baudrillard, dice Martin Cuccorese, <<detrás del individualismo y
descreimiento actuales no hay liberación alguna sino simplemente otra forma de
control y dominación social>>. Ana
Wortman, doctora en Ciencias Sociales e investigadora del Instituto Gino
Germanni de Argentina, señala que “cada novedad que nos gusta o no nos gusta en
la red provoca una descarga química en el cerebro que inmediatamente nos hace
querer más de eso"
Mientras cumplo con la
cuarentena sigo leyendo e investigando sobre la peste del Coronavirus y
sus consecuencias, además de otros males que aquejan a este mundo. Que aporte
se puede hacer, después que pase todo esto. Por ejemplo leo un titular de una entrevista reciente al
filósofo francés Gilles Lipovetsky
afirmar “SIN LA TRADICION NI LA
REGLIGION, HOY EL HOMBRE ESTA SOLO E INDEFENSO” Pero este es un tema
relacionado con la democracia versus totalitarismo, capitalismo digital versus ecología,
Coronavirus y salud humana, los abordaré en el próximo blog.
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