MARADONA: UN ANTIHEROE
“El 22 de junio de
1986, en la ciudad de México, marcó su primer gol con Dios como su compañero.
Quisieron impugnar el milagro, pero el árbitro no había visto nada: la actitud
agrandada de Maradona le hizo ganar ese punto. Luego sigue “el gol del siglo”
que reunió a los más grandes gambeteadores del fútbol: Garrincha, Kopa y Pelé,
reunidos en una sola acción. En solo 50 metros, con una carrera alucinante,
pasó a la mitad de la selección de Inglaterra y gambeteo al portero Shilton
antes de enviar el balón a la red y a la albiceleste a los cuartos de final del
Mundial. En el mismo partido, dios y el diablo, marcó los dos goles más famosos
de la historia del futbol. Había un Rey Pelé, ahora hay un Dios Diego”
Carta de EMMANUEL MACRON ante la muerte de Diego Armando Maradona.
“¿Vos qué harías si fueras Maradona? Le pregunto Diego a su
acompañante. –La verdad, Diez, no me gustaría ser ni un segundo
Maradona…. Le respondió con una honestidad extrema….tras tomarse un poquito de
tiempo para elegir bien las palabras. Responde Diego –Eso
mismo me pasa. Me gustaría tomarme vacaciones de Maradona. Diego se había
cansado de ser Maradona”. Anécdota de un acompañante en los
últimos días pos operatorio, recluido en la Clínica Olivo. Diario CLARIN. 27 de noviembre de 2020.
Esta crónica me permite contrastar el héroe del antihéroe. El
primero representa lo mejor de la sociedad, sus valores y hazañas notorias,
incluso permanece en la historia por sus grandes aportes. El antihéroe es
reconocido por un evento transcendente y a partir de allí se construye una
imagen y fama, un estilo de vida que no es el referente a seguir. Escribe
Martin Voogd en el Diario CLARIN que
“el talento innato lo llevó a ser el
mejor de todos en la especie de los futbolistas. Y el talento innato se llenó
de caprichos, y los caprichos lo llevaron a un ser indomable… Maradona tomaba
decisiones y sus decisiones tenían el imperativo de un Rey”. Y a un Rey
nadie le dice lo que tiene que hacer, es responsable absoluto de todos sus
actos, importándole un bledo lo que piensen o digan de él. No vive para la
sociedad ni para los demás, vive para sí. Carga con el peso de un mundial de
futbol de hace décadas y eso lo utiliza a su antojo. Por eso lo que escribe uno
de sus biógrafos: “Diego era una cosa muy
instintiva, para nada racional, ni para hablar de ideología. No hay que poner
teoría en la vida de Diego Armando. La vida del DIEZ está en el ámbito del surrealismo, de la mística, de la fe
subconsciente del pueblo.” (Jimy Buns Marañon, periodista y escritor
británico). El llamado “Barrilete cósmico”,
“el pibe que gambeteo la pobreza”,
tiene un reconocimiento mundial ganado por su talento en el futbol dijo una vez
que no quería ser ejemplo para nadie, más bien deseaba ser recordado por lo que
no debía ser.
Estando en Argentina no dejó de llamarme la atención la
conmoción que causo su muerte y su entierro, su cadáver expuesto en la Casa
Rosada y los miles de personas que pasaron frente al féretro para una
despedida, produciéndose al final actos violentos por lo incontrolable de la
multitud. Así lo reseña el Diario CLARIN
en su portada: “En un caos con gases
lacrimógenos y balas de goma terminó finalmente el velatorio en la Casa de
Gobierno. Miles de hinchas desbordaron la precaria organización oficial y hubo
incidentes fuera y dentro de la Casa de Gobierno, donde coparon el Patio de las
Palmeras. El presidente tuvo que salir con un megáfono a pedir tranquilidad.”
(26/11/2020). Igual de impresionante fue la portada de todos los diarios del
mundo, dedicada a Diego Armando Maradona. Todo esto contribuyo a que me
planteara hacer una encuesta flash en una zona porteña con la pregunta ¿QUE REPRESENTA PARA USTED MARADONA? Y
los resultados no dejaron de ser interesantes, de veinte personas encuestadas las
opiniones estaban divididas y antagónicas. Unos,
sin vacilar, lo ubicaban en un ídolo; lo más grande como jugador; un sentimiento nacional; una leyenda; un
mito; un jugador de futbol y nada más. Otros,
si medias tintas, lo señalaban como un falopa; una porquería;
una mierda; lo peor de la sociedad, un
blasfemo al decir que fue ayudado por la mano de Dios, un ser mediocre. Después
de leer varias crónicas periodísticas no deja de llamarme la atención el
personaje de EL PELUSA, y creo que
fue todo eso y más. Eduardo El Presto,
un periodista argentino, se pregunta: “¿A
quién estamos despidiendo? El que fue neoliberal; que apoyo dictaduras; que
hacia orgias en Cuba con menores de edad que le ofrecía la dictadura cubana
para su recuperación; el que golpeaba mujeres; el que dejaba hijos abandonados;
el que vivía en el lujo y el boato en Dubái; el que terminó haciendo negocios
con el kicnerismo; opinaba de política sin saber nada de política.” En fin un ídolo de cartón pintado con
acuarela de una sociedad decadente”, termina diciendo.
El escritor Juan José
Sebreli escribió dos libros dedicados a Maradona, La Era del Futbol (1998)
y Comediantes y Mártires (2018), de allí que tiene autoridad para hablar de
futbol y del personaje en cuestión. En un extenso artículo de opinión escrito
en El Diario LA NACION de fecha
28/11/2020 señala: “Los acontecimientos
sucedidos en estos días, luego de su muerte, confirman mis ideas de aquellos
escritos: el fenómeno Maradona es un clásico ejemplo del mito popular sin
conexión alguna con la vida real de ídolo. Nacido en un barrio bajo, muy pronto
salió de él, ya que Argentinos Junior,
cuya comisión directiva integraba el represor Carlos Guillermo Suarez Mason, le
consiguió un modesto departamento. De joven fue usado por la última dictadura
militar y el mismo se definió como “el
soldado Maradona” dispuesto a responder a cualquier llamado de la patria.
No obstante no estuvo presente en la Guerra de Las Malvinas. Si bien estas
actitudes pueden justificarse por su escasa edad, en su adultez integró
conscientemente, el nacionalismo de izquierda. Fue adepto de Fidel Castro, se
tatúo el Che Guevara en su brazo y fue consecuente con ese camino hasta llegar
al llamado del Socialismo del Siglo XXI, con Hugo Chávez, Evo Morales, Nicolás
Maduro y el matrimonio Kirchner. Más aún: se vinculó e hizo negocios con
Vladimir Putin, quién lo convirtió en Presidente de un poderoso club de
Bielorrusia”. Diego Armando Maradona
no era ningún romántico ni un Robín Hood, que donara a los pobres su riqueza
obtenida. El Diario CLARIN señala
que “su patrimonio oscila entre 75 y 100
millones de dólares. Entre sus bienes se destaca viviendas en el país y en el
extranjero, carros de lujo, excentricidades como un anillo de brillantes
valorado en 300 mil euros que le regalaron en Bielorrusia, contratos e
inversiones de gran valor entre la Argentina y diversas parte del mundo en las
que vivió y trabajó”. De tal manera que ese mito que Maradona era de
Izquierda fue un invento del periodismo progresista y tanto le sirvió a
Maradona como a los líderes que visitó. Dice el escritor Juan José Sebreli: “Maradona
era carente de toda cultura política. Esto no fue un impedimento para que la
izquierda ´populista lo tomara como un referente. Fidel Castro y Maradona, dos obsesionados
por la fama se usaron mutuamente y descubrieron que la propaganda recíproca era
beneficiosa para ambos”. Y después de Fidel, vendría Chávez y Nicolás
Maduro, quien presto su figura para hacerle campaña en Venezuela a este último.
¿Estaba consciente Maradona que estaba promocionando una dictadura, de la
cual Pepe Mujica y otros líderes democráticos guardaron
distancia? En honor a la verdad creo que ni siquiera se planteó ese dilema. Su
caso ya resultaba irreversible.
“Tampoco fue ético como
deportista. No solo se jacto de hacer un gol con la mano. En una entrevista en
el año 2004, para el programa Mar de
Fondo, Maradona se reía al recordar cuando el utilero de la selección
argentina, Miguel Di Lorenzo, en la semifinal del Mundial de Italia 1990, en un
partido contra Brasil, les dio de beber a los rivales un bidón de agua con
somníferos. El astro recordó jocosamente cuanto ansiaba “que tomaran todos los buenos”. En el Mundial de 1994 lo sacaron del
campeonato cuando el control antidoping le dio positivo. Pero tal predilección
por la droga no se limitaba a algo meramente personal: En una ocasión que fue
invitado a entra a la casa de Gran Hermano llevo para repartir un inesperado
souvenir para cada participante: bolsitas con droga.” Juan José Sebreli. El otro costado de Maradona. Diario La Nación.
Al finalizar esta investigación sobre el personaje no me
queda sino un sabor amargo del que ya tenía por su apoyo a la tiranía de
Nicolás Maduro en mi país Venezuela. Queda mucha por decir. La fama alcanzada
en 1998, si bien lo inmortalizó en el imaginario popular creyendo que era la
revancha con Inglaterra y su derrota en Las Malvinas, también lo lanzó por una
vida personal y política llena de desaciertos, de imposturas que resulta difícil
salirse, digno de un personaje
posmoderno de vida pragmática, de lujos,
pertenencias, líos judiciales, lujuria y adicciones. Todo lo pudo y la vaciedad
como única y fiel compañera.
Al final el ídolo de
multitudes murió solitario, triste, atrapado por sus propios fantasmas, como lo
señala Martin Voogd. ( y no precisamente por tener Covid-19). Maradona padecía
de una Miocardiopatía dilatada severa, que significa un engrandecimiento de las
cavidades del corazón.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario