domingo, 29 de noviembre de 2015

La Tragedia Venezolana Y El 6 De Diciembre

LA TRAGEDIA VENEZOLANA Y EL 6 DE DICIEMBRE.   Por Angel Gustavo Cabrera.



“Mientras Brasil cada día es más potencia, nosotros somos más rentistas y monoproductores. Un problema estructural gravísimo. ¿Qué vamos a hacer a partir de 2030, cuando el petróleo no sea la principal fuente de energía? La humanidad habrá desarrollado fuentes alternas de energía y Venezuela será una de las naciones más pobres del mundo. Un pobre país petrolero. Antes importábamos 60 % de lo que consumíamos, ahora  80 %. No hemos garantizado la seguridad agroalimentaria  y Venezuela va rumbo al precipicio. Avanzamos hacia el atraso económico y social”.  



“Una sustitución de élites. Se ha generado una nueva élite”   Luis Tascón. 2008.  “Las revelaciones de Luis Tascón. Entrevista Ramón Hernández. Editorial Libros Marcados.
Venezuela atraviesa por una verdadera tragedia. Pero no me voy a referir a los problemas económicos, la inseguridad, la pobreza desnuda con la caída de los precios del petróleo, la inflación y el desabastecimiento. Todo esto parece pasaje común. Su mayor tragedia es La clase política que nos gobierna. Son unos verdaderos talibanes en su conducta política, asesorados por el Gobierno Cubano y calcando los errores de los gobiernos estigmatizados de los llamados cuarenta años de democracia representativa. Definitivamente no sirven para gobernar un país joven de aproximadamente  treinta millones de habitantes, mal distribuidos,  en una superficie terrestre inmensa y dotada de ingentes  recursos naturales, que bien administrados en veinte años ya la población disfrutaría de su grandes beneficios.

¿Cuál era el país que teníamos para 1998? El avezado político Teodoro Petkoff lo explica en su libro El Chavismo como problema”: Venezuela vivía una acentuada declinación económica, medida en el persistente descenso de PIB, que implicó un tremendo empobrecimiento del país y de la mayoría de su población, una inflación entre 30 y 40% anual, contribuyendo a un crecimiento de la pobreza de un 60 % de la población. Una economía que no tenía capacidad de absolver unos 350 mil  jóvenes, que para ese entonces,  se incorporaban anualmente al mercado laboral. Resultado: pobreza en un inmenso polo de la sociedad y una riqueza obscena y ostentosa en el otro, y entre ambos una clase media desaprensiva y satisfecha, que cubría casi la cuarta parte de la población, pero “educada” en un consumismo desaforado, que nuestro “poderoso” bolívar le permitía satisfacer a borbotones. ”   Teodoro remate con esto, que no tiene desperdicio:  “Adicionalmente, las encuestas de la época registraban- y las crecidas abstenciones lo confirmaban- un acentuado deterioro del sistema  democrático,   <<confiscado>> por los intereses partidistas adecos-socialcristianos, renuentes a adelantar con fuerza las reformas institucionales para los cuales estaba ya maduro el cuerpo político venezolano, reformas plasmadas y congeladas en el Congreso Nacional de la República”

De tal manera que de lo que se trataba era, una vez que se aprobó la nueva Constitución de 1999, poner en marcha todo un plan de gobierno nacional para profundizar la democracia protagónica y participativa en cuanto a reactivar el aparato productivo con una nueva política económica plural, una renovación de nuestras instituciones preservando el Estado de Derecho y la división de los poderes públicos,  castigando fuertemente la corrupción, la ineficacia y la indolencia pública desde las instituciones existentes. Para eso se contaba con una nueva Constitución que a largo plazo era el arquetipo de la nueva democracia en Venezuela. Superado los escollos violentos e intentos golpistas,  Chávez se presentó con un discurso radicalmente diferente, manifestaba que ha Venezuela le había llegado la hora de construir el Socialismo  del Siglo XXI y el pacto con Fidel Castro era su máximo respaldo. De tal manera que llegó el momento de las definiciones: El socialismo del Siglo XXI consistía en la construcción de un Estado centralista, autocrático y hegemónico, basado en el liderazgo absoluto de Hugo Chávez Fría y liquidando la división de los poderes y reformando paulatinamente el Estado de Derecho. Siendo Presidente por dos periodos  y el tercero no pudo ejercerlo por cuestiones de salud, Chávez   abonó el terreno político   con su discurso populista, atacando a los medios de comunicación social que no le eran afectos, cerrando algunos y obligándolos a la autocensura, desbarató la autonomía del Banco Central y la puso a sus designios, creo todo un vasto plan de misiones sociales, que si bien es cierto paliaron la situación de los sectores más pobres, sin embargo no tuvo ningún efecto sobre la reanimación de la economía productiva y su incidencia en la movilidad social. Las importaciones de alimentos y productos de consumo acabaron con la escasa producción nacional y el control cambiario terminó de ahogar la economía, que se sostenía y se sostiene sobre la base de la renta petrolera. Pero la situación se agrava cuando asume Nicolás Maduro y en vez de hacerle caso al Jorge Giordani, Ministro de Economía, en darle un giro al desbarajuste económico heredado y atacar la corrupción denunciada, se dio la mano con Diosdado Cabello y siguieron sin rumbo por el despeñadero,  que los ha llevado al fracaso definitivo de lo que es hoy el país en todos los órdenes. Mas populismo,  más represión, mas quiebra del aparato productivo, más dependencia extranjera, mas inseguridad, más pobreza, más burguesía parasitaria, mas centralismo antidemocrático, más control  y odio mediático. 



Esta clase política estatal,  elitista y burguesa, reaccionaria y despótica, autoritaria y sumisa, indolente y   mentirosa, es la gran tragedia que sufrimos los venezolanos. Pretenden mantener a la población a base de un discurso maniqueo, insincero, amenazante, engañoso y tramposo. Estimulan y promueven el odio clasista, pero ellos dicen no ser  una elite.  No hicieron las cosas bien y ahora cuando se ven perdidos electoralmente entonces pretenden hacer lo que sea para mantenerse en el poder político y seguir disfrutando de las prebendas que les otorga el ejercicio del poder. Si la llamada Cuarta Republica tuvo sus oligarquías y apellidos que usufructuaron el poder: Los Mendoza, Los Bulton, Los Volmer, Los Zuloaga, Los Cisneros, etc. Ahora la casta política la formas los nuevos apellidos Los Chávez, Arreaza, Flores, Cabello, Rangel,  Chacón, Salazar, Ramírez  y un largo etcétera de nuevos propietarios, entre ellos, de los medios de comunicación comprados para cambiar su línea editorial (caso de La Cadena Capriles, Globovisión, El Universal, Noti-Tarde de Valencia). Por ejemplo el gobierno y el chavismo si tiene programas políticos diarios en el Canal de “todos los venezolanos” y otros canales de Televisión, pero a la voz disidente se les impide y los medios supuestamente independientes se autocensuran. Y uno se pregunta ¿Es esto libertad expresión? ¿Es esto democracia?  Son los nuevos Amos del Valle.
Razón tiene el periodista y editor Miguel Salazar, cuando en su editorial  del Semanario Las Verdades de Miguel del 27/11/2015 señala lo siguiente: En los años del puntofijismo, en las campañas electorales se mostraban imágenes anticomunistas para meterle miedo al pueblo. Hoy la intimidación está presente cuando, en el bando contrario se le dice al común de la gente que van a perder sus viviendas, sus pensiones, etc.., si votan por la oposición. El desprecio por el pueblo sigue siendo el mismo. Vuelven a abusar del analfabetismo popular para mantener el poder. Yo quisiera creer que la venganza es dulce para un pueblo vilipendiado y utilizado desde tiempos inmemoriales por los politiqueros de turno”… Termina señalando que “Hoy el sueño revolucionario se posterga; ahora, después de tantos años de una revolución traicionada, es casi un hecho que volvamos al mismo punto donde habíamos dejado la historia en 1998, y no tendremos otra que empezar de nuevo”.

Siempre digo, es lamentable y doloroso casi 20 años perdidos  y comenzar de cero porque la situación no será la misma, aparte de vidas que se perdieron, ilusiones y esperanzas en un proyecto totalmente equivocado y fuera de tiempo. Las esperanzas no deben perderse, vendrán tiempos mejores, tendrá que rectificarse  y hurgar en nuestras reservas morales, éticas, nacionales e históricas. El 06 de Diciembre es una oportunidad ciudadana para empezar a  hacerlo.  Al pasar el tiempo el Comandante Eterno será bajado del pedestal como Stalin en la Rusia Contemporánea al aparecer las tenebrosas  verdades celosamente guardadas  desde su muerte hasta la Perestroika de Gorbachov.

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