CARTA ABIERTA DE UN VENEZOLANO
TRASHUMANTE. Por Angel Gustavo Cabrera

A la
memoria de un venezolano que
entregó su vida en huelga de hambre ante
su dignidad violentada por el
gobierno de Hugo Chávez: FRANKLIN BRITO (1961-2010)}

“Escapa gente tierna/que
esta tierra está enferma, / y no esperes mañana/lo que no te dio ayer,/ que no
hay nada que hacer,/ toma tu mula, tu hembra y tu arreo./ Sigue el camino del
pueblo hebreo/ y busca otra luna,/ tal vez mañana sonría la fortuna./ Y si te
toca llorar/ es mejor frente al mar.” Joan
Manuel Serrat. Estrofa de la
canción Pueblo Blanco.

“Amó aquella vez como si fuera ultima/Beso a su mujer como si fuera
última/ Y a cada hijo suyo cual si fuera el único/ Atravesó la calle con su
paso tímido/ Subió a la construcción como si fuera máquina/ Alzó en el balcón
cuatro paredes sólidas/ ladrillo con ladrillo en un diseño mágico/ Sus ojos
embotados de cemento y lágrimas/ Sentase a descansar como si fuese sábado/
Comió su pan con queso cual si fuera un príncipe/ Bebió y sollozo como si fuera
naufrago/ Danzó y se rió como si oyese música/ y tropezó en el cielo con su
paso alcohólico/ y flotó por el aire cual
si fuese un pájaro/ y terminó en el suelo como un bulto flácido/ y
agonizó en el medio del paseo público/ Murió a contramano entorpeciendo el
tráfico…” Chico Buarque.
Canción titulada Construcción.

“No me llames extranjero/ Ni pienses de dónde vengo/ Mejor saber dónde
vamos/ A dónde nos lleva el viento/ No me llames extranjero/ Es una palabra
triste/ Es una palabra helada/ Huele a olvido y a destierro/ No me llames
extranjero/ Mira tú niño y el mío/ Como corren de la mano/ Hasta el final del
sendero.” Rafael Amor. Estrofas de EXTRANJERO,
canción popularizada por Facundo Cabral.

A partir del mes de diciembre partiré a nuevos rumbos:
Argentina y Brasil. Ver a los hijos,
compartir con ellos y conocer esos parajes geográficos y humanos son mis
propósitos. No fue fácil la toma de decisiones. No soy un joven que nada tiene
que perder y tiene una vida por delante. No. Aquí en Venezuela sembré mis raíces, aquí nací y me crie bajo el
manto protector de una madre recia y cariñosa de alta moral. Aquí me formé
hombre-adulto. Desde muy joven asumí compromisos revolucionarios por aquello de
“tomar
el cielo por asalto”, de conquistar el paraíso terrenal con nuevos
hombre y nuevos procedimientos. Aquí me gradué de maestro y ejercí la docencia
por más de 25 años en todos los niveles, comprometido en el accionar pedagógico
y en el ideario del maestro Simón Rodríguez. En el ejercicio magisterial tengo
gratos recuerdos pedagógicos en el compartir de saberes con los niños, nada que
ver con la parálisis del aula tradicional; pero amargos sinsabores por la
burocracia corrompida oficial y el sindicalismo venezolano, por las conductas
tramposas y deshonestas de “maestros y
profesores” que desdicen mucho de esos títulos, sobre todo cuando ejercí
cargos directivos. Aquí contraje
matrimonio dos veces y tres hijos, de los cuales el mayor murió en un
accidente hace 17años, dolor inmenso que llevo en mi alma hasta morir. Aquí fui
titiritero formando el grupo La Gran Zanahoria. Aquí escribí mi primer libro de poesía titulado “El sol está oculto tras una lluvia ligera”.
Aquí empecé hace siete años a incursionar en la plástica artística abstracta. Aquí
escribí mi primer libro inédito: “Venezuela
Insurgente: Dos momentos históricos 1960-2017”.

Aquí llegué a los 65 años de edad con una realidad social,
política y cultural que jamás la
presagiaba. Y como yo, todos los venezolanos, no se me pasó por la mente que
íbamos a perder la democracia como sistema de gobierno, que regresaría la época
del terror siniestro de una dictadura peor que las dictaduras clásicas que
hemos tenido en la historia, porque la
de Chávez-Maduro está montada sobre
el llamado socialismo del siglo XXI y que se puede leer como un “Sistema
totalitario Militar-Cívico” donde todas las instituciones públicas
están confiscadas y la excepción Asamblea Nacional prácticamente anulada por el
TSJ y las ordenes represivas de allanamiento a la inmunidad parlamentaria. Peor
porque pretenden perpetuarse en el poder de manera indefinida en nombre de la
libertad y el respeto a los derechos humanos, abrogándose unos estandartes
democráticos que no le pertenecen, igual que el régimen cubano, que es su
mentor. Aquí, en lo que va de año 2019,
he participado activamente en las grandes y contundentes demostraciones de
pueblo que rechaza a Maduro y sus acólitos y queremos un nuevo gobierno democrático. A pesar que ya
vamos para un años de aquel histórico 23 de Enero, la gente lo que pide es “fuera
el usurpador de Miraflores; elecciones libres”. Sin embargo, a pesar de
mantenerse incólume el apoyo
internacional no se ve claro el panorama tanto por el fracaso de Oslo-Noruega,
el fraccionamiento de la oposición y el apoyo abierto al gobierno, aunque
minoritario hace mella a una oposición democrática consolidada liderada por
Juan Guaido. Además la situación de
violencia en Chile, Ecuador y Bolivia, México con López Obrador y el recién
triunfo de Fernández en Argentina. Si le agregamos la resurrección de la guerra
fría posmoderna USA-CHINA-RUSIA, desde una perspectiva geopolítica no deja de
preocupar. Para muestra un botón. El hecho que Venezuela alcanzara un puesto en
la ONU-Derechos Humanos es parte de esos pactos geopolíticos China-Rusia y
países alineados que desconocen la realidad venezolana.

Por primera vez visitaré estos dos países. Seguramente por la
diáspora venezolana me voy a encontrar con muchos venezolanos que se han
instalado a vivir en estos países
hermanos, probablemente hasta que Venezuela recupere su libertad y la
democracia. Son grandes naciones con un alto desarrollo económico, social y
cultural. Cada uno con sus particularidades y pocas afinidades. La distancia
entre el desarrollo de estos dos grandes colosos y Venezuela es inmensa. Son
naciones que abarcan el mayor territorio suramericano y de poblaciones humanas
inmensas, más de 200 millones de habitantes mal distribuidas por el territorio
selvático brasileño casi sin explorar y las pampas argentinas que llegan hasta
la llamada Tierra del Fuego. Me gustaría conocer ¿Que piensan los brasileños y
argentinos sobre este siglo XXI y los
enormes cambios hacia la posmodernidad?; ¿Cómo se emparenta entre lo
clásico de la modernidad en sus ritmos y musicalidad típica y lo nuevo de la
cultura?; ¿La persistencia e influjo histórico-político de la cultura europea
en su dinámica societaria?; ¿Cómo enfrentan en el marco democrático sus grandes
problemas sociales y la contradicción pobreza-riqueza?
Me gustaría conocer que piensan de esos grandes legados en la política, la
literatura, a música. Estamos hablando de Juan
Domingo Perón y el movimiento
peronista, del famosísimo escritor universal Jorge
Luis Borges y su credo político, de Carlos
Gardel, el zorzal criollo, y su canto arrabalero, el tango, hoy convertido
en música nacional. Igualmente conocer la trascendencia que le dan los
argentinos al cantautor Facundo Cabral
y su estilo original del canto de protesta. El aporte significativo de Ernesto Sábato a la letra hispana y a
la filosofía latinoamericana acerca de la modernidad, sobre todo su testamento
político denominado “Antes del Fin”
y sus advertencias del futuro inmediato que ya está aquí. De Brasil, me llega menos, quizás por el idioma
portugués que nos separa muy a pesar
de ser vecinos nuestros. Me gustaría
conocer que opinan los brasileños sobre Ignacio
Lula Da Silva, presidente por dos periodos que cayó en desgracia por
presuntos hechos de corrupción; de Jair
Bolsonaro y su proyecto para recuperar a economía, saber porque se dice que
es de ultra derecha; Conocer de primera fuente ese ritmo cautivante y sensual
con aires de negritud llamado samba y que al estilo de bosa nova y del jazz
tiene un aire melancólico que se ha dado a conocer por todo el mundo en sus
máximos exponentes: Chico Buarque, Caetano
Veloso, María Betania, Joao Gilberto, Vinicio del Morao, Milton Nascimiento,
Antonio Carlos Jobim, Gal Costa, y tantos otros

Hay algo que me ha llamado la atención en la cultura de los
pueblos es conocer cómo se produce esa fusión musical y cultural entre los
componentes del mestizaje. Sé que en el caso de Argentina hay un predominio del
blanco europeo por encima del indígena que fue exterminado y no conozco si hubo
mezcla con el negro. En el caso Brasileño si está más claro la mezcla de las
razas entre los nativos indígenas, los portugueses colonizadores que dominaron
el país durante 300 años y los negros esclavos traídos en el siglo XVII para
las plantaciones de azúcar. Ambos países han recibido y siguen recibiendo
muchos emigrantes europeos, sobre todo italianos, en el caso de Brasil. Edgar
Morín, filósofo francés, señala la
importancia que tiene la herencia
cultural de los pueblos, tanto es así que perdura viva y es como un alimento en
el desarrollo humano-cultural y espiritual de su gente. Por ultimo me gustaría
conocer por donde andan en las artes, sobre todo en la plástica, porque en
Venezuela la formación artística plástica llega más por la influencia europea que de nuestro
Continente.
Dejó mi sentir que regresaré, volveré a mi suelo natal.
Siempre otros aires oxigenan para no morir.
En primer lugar mi saludo afectuoso para ti y tu señora, amigo Gustavo. La lectura ha sido agradable e interesante. Tu narrativa nos advierte de un modo simple y humano, el interes en conocer la cultura y las visiones en temas cotidianos vigentes, propias de alguien que no se siente turista, sino más bién explorador. Complementas tu trabajo con elementos visuales que ilustran y amenizan al lector, como una muestra de lo que ya has visto, y que además orienta sobre lo que vas a buscar. Imagino que a tu anunciado regreso nos complementras con lo que viste, oiste y viviste en ambos paises. Buen viaje mi amigo, hasta pronto.
ResponderBorrargracias amigo por tu comentario. En el equipaje llevo un cuaderno de apuntes, un buen celular para grabaciones y fotografías. Espero aprender mucho de estos pueblos hermanos en esos comportamientos societarios y culturales que la posmodernidad y la trasculturización obvia. Por ejemplo me interesa captar donde está esa cultura de resistencia que nos hace ser americanos. Saludos
ResponderBorrarLindo. Mucho por ver y seguir aprendiendo.
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