miércoles, 28 de octubre de 2015

ASOMBRO Y PERSPECTIVAS FRENTE AL SIGLO XXI

ASOMBRO  Y  PERSPECTIVAS  FRENTE  AL SIGLO  XXI.  Angel Gustavo Cabrera




“La noción de metamorfosis es más rica que la de revolución”. Edgar Morín.


Cuando apenas comenzaba la carrera docente una profesora nos leía una fábula de una madre canguro que al tener su hijo no quiso que saliera de la bolsa para protegerlo de las adversidades y la maldad del mundo, así creció y jamás salió de la bolsa de su madre, hasta que esta murió y después de tanto pensar se decidió a salir y lo  primero que exclamó  asombrado al recorrer unos metros, temeroso,  y ver el sol naciente en el horizonte  fue: “¡Qué  grande es el mundo ¡”. La  moraleja, según la fábula leída era que había que romper con el cordón umbilical y ser independiente.

Es común crecer en su país de origen, educarse en la cultura y valores de la familia como de la sociedad, así mismo fraguar un pensamiento o ideales, muchas veces atados a ideologías o dogmas que nos explican cómo es el mundo, sus contradicciones y como debe ser en el futuro. Cuando ya viejo nos damos cuenta que así no es el mundo y se derrumban esos llamados paraísos idílicos, entonces nos quedamos perplejos y paralizados ante él engaño, como exclamando “Que distinto es el mundo”. Es mi caso particular, fui militante de un partido de izquierda por cincuenta años y me formé en un pensamiento dogmático-ortodoxo  marxista/leninista/maoísta, aspirando forjar en Venezuela una patria socialista, llena de justicia, libertad y verdadera democracia. Cuestión que no ha sido posible ni lo será. ¿Qué ha sucedido en el mundo a partir de la caída del Muro de Berlín en 1989 y el hundimiento de las economías socialistas?  El surgimiento de la globalización en el estadio actual de la mundialización. Es una conjunción entre el auge desenfrenado del capitalismo en todo el planeta y el auge de una red de telecomunicaciones instantáneas. “Que nos ha dejado el siglo XX como legado histórico?

El siglo XX nos deja un legado dramático, el cual no lo podemos ignorar o hacernos los locos, su herencia puede convertirse en una amenaza que de llegar a cristalizar la hecatombe mundial sería su resultado. Enumeremos primero en que consiste ese legado histórico: 1.- Sobrepoblación, las cuales a pesar de las desigualdades, buscan salir adelante en durabilidad y calidad de vida; 2.- Los terribles desigualdades entre países ricos y pobres, desarrollados y subdesarrollados, industrializados y dependientes; 3.- La contaminación ambiental por el excesivo uso de la energía petrolera y sus secuelas ambientales, efecto invernadero, reducción capa de ozono, cambio climático, contaminación de océanos y mares, deshielo de los polos, desertificación de la tierra, degradación creciente de la biosfera,  radiaciones expuestas al ambiente de energía nuclear , caso Chernóbil, etc.;  4.- La sociedad de consumo y los efectos del llamado progreso y crecimiento económico; 5.- La visión tecnocrática moderna donde el hombre no es un ser pensante-reflexivo, sino una máquina computarizada que puede ser manejada exteriormente; 6.- El derrumbe de la gran farsa socialista- comunista, vista como una revolución hacia la construcción del hombre nuevo y su realidad totalitarista/ fascista, en pleno viraje hacia el capitalismo explotador de grandes masas humanas; 7.- La quiebra de la utopías civilizatorias; 8.- Los grandes alcances cibernéticos, tecnológicos, filosóficos de la globalización visto como una continuación del mundo que tenemos o como una posibilidad de mutación histórica conservando en esencia su naturaleza explotadora e irracional. El gran pensador francés, que viene haciendo investigaciones por demás interesantes hace bastante tiempo nos dice que “estamos en el momento crucial de una aventura loca que empezó hace ocho mil años, llena de crueldad y grandeza, de apogeos y desastres, de servidumbres y emancipaciones, y que hoy arrastra a seis mil millones de seres humanos.”  Y se pregunta de manera reflexiva “¿Cómo, no sentir que, en esta crisis y a causa de ella, se recrudece la formidable lucha entre las fuerzas de la muerte y las de la vida?” 

¿Y será posible que no halle escapatoria?, que como la fábula citada, el canguro tenga que resignarse a morir sin poder hacer nada. O en todo caso acostumbrarse al modelo existente. El mundo, ahora occidentalizado, tiene muchos caminos y atajos por donde explorar, los ya conocidos y los que se exploran tímidamente. Veamos, Hay quienes se refugian en los dogmas cristianos y señalan que todo lo que está sucediendo está escrito en la Biblia y es palabra sagrada, de tal manera, hay que esperar pacientemente la venida del Señor que nos conducirá a todos al paraíso eterno.  Pero en esa tendencia hay agrupaciones fundamentalistas ultra-religiosas  como Al-Queda que promueven el terrorismo talibán con consecuencias de muertes inocentes y guerras de exterminio. Hay quienes siguen refugiados en los viejos dogmas de la izquierda, ya no con el romanticismo de las ideas con que nacieron en las primeras décadas del siglo pasado sino con visiones pragmáticas de mantenerse en el poder político cueste lo que cueste, caso Cuba y Venezuela, haciendo pactos económicos con nuevas y viejas  potencias que en otrora era su archí-rival, manteniendo un capitalismo de estado con nuevas clases dominantes y los mismos enfoques de crecimiento económico de occidente. Hay quienes  prefieren mantenerse en el camino de la sociedad de consumo desarrollista, aprovechar los beneficios de la globalización-mundialización que no conoce otro pensamiento sino la concepción técnoeconómica  del desarrollo, la visón cuántica sobre lo cualitativo. De nuevo Edgar Morín señala: “El cálculo ignora no sólo las actividades no monetarizadas como las producciones domésticas y/o de subsistencia, los favores mutuos, el uso de bienes comunes y la parte gratuita de la existencia, sino también y sobre todo aquello que no puede calcularse ni medirse: la alegría, el amor, el sufrimiento, la dignidad, en otra palabras, el tejido mismo de nuestras vidas.”  Precisamente de allí emerge otro camino muy humano y esperanzador señalando que todo no está perdido. Ese camino tiene obstáculos, espinas, se pierde el horizonte y hasta puede invitar a abandonarlo, pero la resistencia, la terquedad, la voluntad, la persistencia por encontrar algo que no sabemos que es, pero lo olfateamos, nos conduce por aciertos y pequeñas victorias individuales y colectivas frente al poder inmenso de nuestros enemigos, es una lucha de David contra Goliat. Veamos los ejemplos para dejar más claro ese último camino en el cual me suscribo: En Cuba Yoani Sánchez crea en Abril de 2007 el blog Generación Y  que ha definido como <<un ejercicio de cobardía que me permite decir en este espacio lo que me está vedado en mi accionar cívico>>  Por supuesto el Poder oficial lo censuró y lo torpedea como le da la gana, pese a todo logró sobrevivir, y por esa labor periodística recibió el premio Ortega y Gasset, que no pudo recibir en España porque él régimen le negó su salida del país,  y se encuentra catalogado como uno de los mejores blog del mundo. Yoaní Sánchez vive en Cuba y actualiza su blog cada semana gracias a sus amigos que están fuera de la Isla. La escritora y periodista  bielorrusa Svetlana Alexievich, de 66 años,  recientemente ganó el premio nobel de literatura por sus obras publicadas, muchas de ellas descorriendo el telón de la vida en la Rusia Comunista y que hoy abraza el capitalismo de estado bajo un estilo muy particular de novela, la tragedia de Chernóbil contada por sus protagonistas de manera dramática y simple de las vidas comunes. Del pasado vivido sostiene que <<vive con el sentimiento de derrota de pertenecer a una Generación que no supo llevar a cabo sus ideas>>. Rafael Cadenas, poeta venezolano crítico del régimen autoritario y antidemocrático implantado por Hugo Chávez y Nicolás Maduro ganó  recientemente el premio internacional de poesía Federico García Lorca-Ciudad de Granada  superando 40 concursantes de 18 países. En Venezuela el gobierno lo ignora e intenta silenciarlo por su opinión política. El  aduce <<de la actividad política me aparté hace como cincuenta años, pero uno no puede ser indiferente ante lo que ocurre en su país y en el mundo.  Lo que pasa aquí en Venezuela está a la vista. El régimen no es democrático, puesto que tiene a sus servicios todos los poderes públicos, los principales medios de comunicación que están dedicados noche y día a la propaganda del gobierno y hostiga espacios libres, en suma un increíble abuso de poder>>. Estos son los casos más notorios, pero sé que a nivel mundial  hay disimiles experiencias de resistencias y desafíos en el ámbito ecológico, político, social, cultural, filosófico que están conduciendo a nuevas respuestas de grupos y organizaciones sociales, convertidos es pequeños poderes que buscan un camino, una disputa hacia algo diferente a lo que tenemos como mundo globalizado/occidentalizado

Moisés Naim en su libro EL FIN DEL PODER señala que “El  ajedrez es una metáfora clásica del poder por supuesto Pero lo que le ha sucedido al poder es la erosión, y en algunos casos la desaparición,  de las barreras que antes hacían que el mundo de los campeones fuera un recinto pequeño, cerrado y estable. Los obstáculos para comprender las tácticas, adquirir dominio del juego y abrirse camino a la cima ya no logran impedir que nuevos rivales se enfrenten a quienes reinan en esa cima” Y agregaría que, ya esas tácticas y estrategias no solo son conocidas y manejadas por mucho, sino también, hay nuevas invenciones en los caminos y atajos.  Más adelante agrega: “Insurgentes, nuevos partidos políticos con propuestas alternativas, jóvenes empresas pequeñas e innovadoras, piratas informáticos, activistas sociales, nuevos medios de comunicación, masas de gente sin líderes u organización aparente que de repente toman plazas y avenidas para protestar contra el gobierno o personajes carismáticos que parecen haber <<surgido de la nada>> y logran entusiasmar a millones de seguidores…” De tal manera que las cosas están cambiando desde lo local, regional, nacional e internacional. Nuevos actores culturales, sociales y políticos emergen a diario. Lo  importante es tener claro cuál es el paradigma de la modernidad que le hace daño a la humanidad y al planeta, cuales son las desviaciones nefastas que imperan en el modus operandi de la economía y la fragmentación y disyunción del conocimiento y de las ciencias.

Dos aspectos para finalizar este tema que nunca se agota. El primero que aunque la globalización tiene su lado perverso y amenazante para el planeta, tiene su lado positivo, que Edgar Morín destaca muy bien: “Lo mejor  es que por primera vez en la historia humana, se han unido las condiciones para superar una historia hecha de guerras  y cuya capacidad de destrucción se ha acrecentado..; Lo mejor es que ahora, en el planeta tierra hay más interdependencia de cada uno con todos, naciones, comunidades e individuos, que se multiplican las simbiosis y los mestizajes culturales en todos los campos, que la diversidades  resisten pese a los procesos de homogenización que tienden a destruirla; Lo mejor es, que la globalización ha producido la infratextura de una sociedad mundo .. Pudiendo considerar la tierra como patria sin que ésta anule las patrias existentes, sino que por el contrario las englobe y las proteja” En conclusión la expectativa es que surja un nuevo mundo o lo peor que la humanidad se autodestruya.

El segundo aspecto, apostado lógicamente en lo mejor y no en lo peor, es la emergencia de ideas utópicas que apuntalen a una nueva civilización, pudiendo las civilizaciones actuales sufrir procesos de metamorfosis a través de sus  capacidades creadoras que se regeneran permanentemente y su radicalidad innovadora. Bajo este marco la civilización occidental <<puede y debe propagar sus cualidades positivas: la tradición humanista, el pensamiento crítico y autocritico, los principios democráticos, los derechos de la mujer y del niño >>(Morín). Lo fundamental es saber que hay que destruir y que es lo que se debe crear y emerger. 


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