ENTREVISTA DESDE LA
INCERTIDUMBRE.-
Recientemente estuvo en mi casa un amigo periodista, Arturo Rafael, que tenía casi cinco años sin ver. Él trabaja
para un diario de la provincia y me propuso hacerme una entrevista sobre la
modernidad-posmodernidad que nos
inquietan por igual. Yo accedí y transcribo tal cual como me dio la grabación.
A.R.-
¿P
ORQUE ANGEL GUSTAVO CABRERA?
A.G.C.- Bueno no me interesa la pregunta desde el ego
común, es decir no te voy a responder desde lo personal y la vanidad que todos
tenemos, eso se lo dejo a mi alter ego. Pero en lo que corresponde al
pensamiento, ando en la necesidad interna de desmarañar todo lo que trae el
siglo XXI y su dinámica entre lo viejo y lo nuevo, lo clásico y lo posmoderno.
Y por supuesto, para no evadir la pregunta, como se comporta A.G.C en ese torbellino, en ese mar
encrespado y cambiante, pero que siempre va a ser el mar que conocemos. Es
decir me parece interesante saber las actitudes y aptitudes de Gustavo Cabrera,
si se repite desde lo viejo y moderno o es una mezcla de ambos, como es lo que
creo parte del pensamiento e intríngulis de la posmodernidad. Estamos en la era
de la vaciedad de los discursos y los grandes relatos aunque eso no quieres
decir que ya no existan esos grandes
paradigmas, todavía siguen afectando, para bien o para mal, a las grandes
mayorías de la humanidad por aquello del Continuo Histórico que no se puede
desconocer, es decir de dónde venimos.
Particularmente me ando chequeando y criticando, pero la gran muralla de
las costumbres a los 64 años se hace casi
imposible el cambio, entonces uno se mueve entre lo nuevo y lo viejo y no
sientes el real cambio. He observado que puedes volver atrás, repetirte y dar
pasos en falso buscando algo que no
sabes. Pero así andamos. Por
ejemplo a veces me entra unas ganas inmensas de deshacerme de bienes materiales
e intelectuales, por ejemplo los libros, y comenzar desde cero tratando de ser
más agudo en el pensamiento. Pero a la vez me apetece leer libros de historia
que no había leído y de literatura clásica como Don Quijote, de hecho lo estoy
leyendo y como tú comprenderás esa es una obra que pertenece a los inicios de
la literatura moderna. A mi edad no
tengo mucho tiempo. Pero, también se, que la posmodernidad como critica es la era del hombre pragmático, vivir por
vivir, puedes fragmentarte, tener muchas caras y ser feliz. Es una materia compleja.
A.R.- ¿ENTONCES SE
ACABO LA CERTEZA DEL PENSAMIENTO CLASICO EN ESTE SIGLO?
A.G.C.- Por supuesto, , no lo pongo en duda. Se acabó la tiranía
del pensamiento clásico positivista y moderno de la certidumbre, del método
científico y la filosofía cartesiana
basado en la razón. La posmodernidad, aunque es un arroz con mango le puso un
freno. Ya no es la que reina en el pensamiento filosófico, sino que tiene que
vérselas con la realidad cibernética y otros pensamientos filosóficos como el
de Edgar Morín ,quién edifica un conocimiento basado en el pensamiento complejo
multidireccional ,es decir toma dimensiones biológicas-genéticas- culturales-
cibernéticas- cosmológicas - societarias. Esto no quiere decir, y Morín lo
advierte, que no se tome en cuenta la contribución
de esas grandes teorías humanistas y científicas pero tuvieron su tiempo y ya. Ya no dictan la última palabra
en el discurso científico, cultura y hasta modo de vida societaria, que es
finalmente donde se vierte todo pensamiento. Te pongo un ejemplo, y hay miles,
el pensamiento positivista marxista tuvo su auge hasta mediados del siglo
pasado, pero hoy en día está de capa caída, ya no es referente de nada y las
grandes sentencias de ese pensamiento, que se convirtieron en un catecismo para
la praxis política, hoy están revertidas y buscando el eslabón perdido, fíjate
el caso de la Unión Soviética, hoy Rusia, revertida en capitalismo aunque el
Estado siga siendo autoritario y comunista. No tiene problema en divulgar las
grandes marcas trasnacionales del capitalismo mundial. Estamos en la era de a convivencia entre la
certidumbre y la invención. Eso, para mi es evolución posmoderna, aunque no
resuelve los grandes problemas planetario. En la modernidad el capitalismo del
siglo XXI se resuelve en el consumo banal, la vida banal globalizada. No te
comprometes con nada, no hay causas ni vanguardias como en la década de los
años sesenta del siglo XX. Yo me hago muchas
preguntas sobre cómo debe ser las
artes, el cine, la fotografía, la música, el deporte, etc. Por ejemplo ya no
tiene ningún sentido repetir a los grandes maestros de la pintura, ¿que es lo
nuevo en la plástica?
A.R.- ¿Y COMO TE SIENTES TU DESDE LA ORFANDAD
POLITICA-IDEOLOGICA, TENGO ENTENDIDO QUE
TUVISTE UNA LARGA MILITANCIA MARXISTA Y
DESDE HACE ALGUNOS AÑOS TE DECLARASTE LIBRE PENSADOR?
A.G.C.- Pertinente la pregunta amigo. Uno
queda huérfano, tan igual a perder un ser amado como la madre o un hijo. La
ideología y su praxis te marcan la vida, se te convierte en modo de
comportamiento que termina por parecerse a ti, es decir elimina la
incertidumbre y todo es certeza. Cuando matas esa ideología y todo lo que
conforma su paradigma te quedas en el aire, no hallas que hacer, sobre todo si
no buscas protección en otras ideologías existentes. Conozco amigos que
buscaron refugio en el pensamiento cristiano y terminaron siendo lo que llaman
evangélicos practicantes. Es lo más horrible que hay. Otros, como sucede en
Venezuela, lo hicieron al contrario, vienen de una ideología conservadora liberal y se refugian en una
ideología neo-marxista solo como discurso pero son tan capitalistas como el que
más. Peor son los que viniendo de la praxis marxista, se aprenden un
discurso ortodoxo que ya se ha
experimentado en las revoluciones del siglo pasado, fracasadas todas, y
manipulan a pueblos enteros comprándoles hasta la conciencia. Esto me da
entender que las ideologías tienen un poder inmenso y que la mente humana es
muy permeable a ellas y a sus consecuencias. Cuando uno se persuade de todo esto y observa
como el devenir cultural, social y hasta
familiar está inmerso en trampas,
manipulaciones, autoengaños, falsificaciones,
entonces provoca es morirse porque se te cae todo, hasta el ser humano como
verdad ontológica. Esto de ser un libre pensador es realmente una
responsabilidad, y bien riesgosa por cierto, como diría el poeta Víctor Valera
Mora, porque los tiros te vienen desde cualquier lugar, ves lo que otros no ven
por la ceguera ideológica y las meras posturas, te toca convivir con la elementalidad
y las simplezas humanas como modos de vida, sin embargo no me veo como un
sabio desde su atalaya sino como otro
mortal común que tiene el peso de tantos
desaciertos en la vida. No le aconsejo a nadie mi vida, se sufre mucho, cuando
tú llegas a la vejez y te das cuenta lo poco que has hecho, no queda sino
esperar la muerte o la estúpida ancianidad. O llenarse de una búsqueda
intelectual y praxis alternativa. Por
eso desde la soledad y el aporte de algunos amigos me he estado oxigenando en
la poesía, la pintura y sobre todo la lectura. He escrito un antilibro de
poesía, he estudiado y tengo ya varias obras de pintura abstracta y me he dedicado a estudiar el pensamiento
complejo de Edgar Morín, que me abrió
las puertas a otros libros que antes consideraba reaccionario y que nunca
leería. Además de un blog spot ladiscordantenota, abierto al público, que no es mucho, para el
que me quiera leer.
A.R.- ¿NOTO UNA
CONTRADICCION EN TU PLANTEAMIENTO, HABLAS DESDE LA INCERTIDUMBRE PERO TAMBIEN
DESDE LA CERTIDUMBRE, HAY MUCHAS SENTENCIAS EN TU DISCURSO?
A.G.C.- Ese es el gra
n conflicto de estos
tiempos porque si bien fracasaron como relatos liberadores, siguen estado
presente en la civilización, entonces lo que
hay es una falsa convivencia, pero es que el hombre y su realidad ulterior está
impregnada de mitos e historias que le permiten vivir y tener esperanzas.
Aunque Nizche mató a Dios, hace más de un siglo, Dios sigue vivo. Parece un
poco como aquella canción de Silvio Rodríguez titulada “Sueño con Serpientes”
donde expresa que en su lucha contra las serpientes la mata y sale otra mayor y
así sucesivamente. Igual pasa con las ideologías. Fíjate yo nací y me educaron
en el marco de un modelo civilizatorio moderno, me casé y tengo una familia, fui
maestro de escuela reproductor de una ideología, milite en una organización
política de izquierda. Ese es mi prontuario de vida en el marco de la certeza.
Hace unos cuantos años entro en conflicto con mi pensamiento y
accionar humano, de tal manera que lo que me queda es vivir sin negar ese
conflicto, esa dicotomía, pero buscando nuevos derroteros. Insisto lo clásico y
moderno me sirve para entender el presente, la contemporaneidad. Trato al menos
de ser lo más congruente entre pensamiento y acción, he ahí el detalle, muchas
personas dicen ser felices desde su vanidad y creencias, le huyen a la
profundidad del pensamiento y sacan de su morral cualquier cosa que es sirva
para vivir, eso que llaman pragmatismo. Un artista plástico italiano, Saverio
Cecere, me planteo en una conversación filosófica, que el teme que el siglo XXI
traiga consigo una nueva antropología del ser humano que no sabemos cómo es. Yo
creo que la hiper tecnificación de la máquina artificial a través de la
cibernética nos está conduciendo a la mega maquina social. Puede llegar un
momento que no se necesite pensar, más allá de lo elemental. Es lo que llamo el
hombre pragmático.
A.R.- A PROPOSITO DEL
HOMBRE PRAGMATICO SE DICE QUE ES HIJO DE LA POSMODERNIDAD, QUE OPINION TE
MERECE?
A.G.C.- Me hace acordar del filósofo
Gilles Lipovetsky, quien escribió un libro titulado “La
era del vacío”, ensayo sobre el Individualismo Contemporáneo. Habla de esta época en la que vivimos, la
preocupación individual existencial vista desde el hedonismo, el narcisismo, la psiquis, la autoestima, la apariencia, el
culto al relajamiento personal y al humor, a la autonomía. Un sujeto que no se
inscribe en posiciones vanguardista y lleva la vida con aquella famosa frase
que dice “Como vaya viniendo vamos viendo”. Tengo amigos, ya no lo son,
que se comprometieron en el pasado con posiciones de vanguardia y hoy solo lo
tiene como discurso y se han dedicado a vivir cómodamente buscando el dinero
que se los permita. Otros que se auto engañan con la religión cristiana y solo
se interesa por “el aquí y el ahora” pragmático. Si es verdad la posmodernidad crea
un tipo de sujeto que viene hilando desde la caída de los grandes valores de la
modernidad y hoy se hace presente con bastante fuerza. Anda a un centro comercial y veras como todos se
parecen en las conductas: búsqueda del bienestar individual y aparente, incluso
allí no vas conseguir librerías, centro
de cultura y reflexión, bibliotecas, teatro. Todo se vende y es efímero, la
moda, el cine, etc. Nada de eso crea compromiso ni pensamiento crítico. Es un
fenómeno de estos tiempos. Desnudar esas
realidades desde el comportamiento societario posmoderno es clave, aunque
existan otros elementos posmodernos que
se pueden analizar como aportes como es el caso de la cibernética y la
industria de las comunicaciones. La tecnología ha ocupado espacios inusitados
que antes estaban reservados al contacto y esfuerzo humano, ahora con tan solo
poner el dedo entra en contacto con el mundo digital a escala planetario. Para,
el problema no radica en el adelanto tecnológico en sí, sino en su uso y como
el hombre se convierte en un rehén de esos submundos, entregándoles todo.
A.R.- ¿ENTONCES LA
CLAVE ES ANDAR POR EL MUNDO OBSERVANDO ESTAS NUEVAS REALIDADES POSMODERNAS DE
MANERA SOLITARIA?
A.G.C.- Me temo que sí, pero intentando buscar otros solitarios que
me acompañen. Uno alterna entre la vida cotidiana, el arte de la pintura, la lectura y escribir algunas cosas. Al final
alguien las recogerá, como esa botella que se lanza al mar con un mensaje
dentro. No soy el único, el personaje de Cervantes Don Quijote de La Mancha, aunque de ficción,
ha existido en la historia en ese afán de libertad que es utópico. Ojala me
alcance la vida para hacer satisfacer algunas expectativas. No auguro nada.
A.R.- ¿PARA FINALIZAR
QUE ME DICES DE VENEZUELA, TU PAIS?
Hay una vieja copla que se la escuche a Soledad Bravo que
dice más o menos: “Bórdame un mapa de Venezuela y un pañuelito para llorar”. Me da
mucho dolor lo que le está sucediendo porque creo que nos merecíamos Una
Venezuela pujante, de progreso, sobre todo con los recursos naturales con los
que contamos corrigiendo los grandes entuertos que dejo como herencia los
cuarenta años. Parece un contrasentido que con tantas riquezas lo que estamos
exportando es hambre y miseria a través de la diáspora. Eso no hace sentirse
orgulloso de su nacionalidad, sobre todo porque aquí muchas gentes e inclusive en la misma población se están
haciendo el Gualberto y nos están imponiendo un régimen dictatorial al estilo cubano. Yo no siento que los políticos estén
claro en esto y lo que hacen es buscar sus apetencias personales y grupales. Diosdado
Cabello es un Pedro Estrada, Nicolás Maduro
es un títere manejado desde La
Habana y Jorge Rodríguez es el cerebro de la manipulación política
mediática conjuntamente con su hermana
Delcy. Aquí vamos hacia un Estado Socialista-liberal y autocrático de
una camarilla poderosa que paga y se da los vueltos. ¿Hasta cuándo durará
esto? No lo puedo saber porque en
Venezuela estamos prisioneros, puede que la presión internacional se
materialice de una manera más efectiva, eso lo dirá el curso de los próximos
meses. Por lo pronto no veo luz en el túnel, para ser sincero amigo.
A.R.- Amanecerá y veremos
A.G.C.- O como escribe Juan Rulfo, el escritor mexicano: “No
oigo los perros ladrar”