EL
POETA HEBERTO PADILLA Y EL DIPUTADO JUAN
REQUESENS: DOS CASOS DE METAMORFOSIS
Hace algunos días el periodista Luis Olavarrieta realizó una entrevista al ex diputado Juan Carlos Requesens de una hora de
duración. Se nota que dicha entrevista fue programada con antelación, con una agenda de preguntas acordadas que no
tocaran a profundidad lo político, evitando temas escabrosos de ese período
tormentoso 2014-2019. La intención
explicita era mostrar la metamorfosis humana que se sufre después de ochos años
preso. El periodista no fue incisivo, no contradice ni repregunta, más bien es
complaciente, de tal manera que es el mismo otrora líder estudiantil quien
tranquilamente arma sus argumentos sin presión alguna. Es probable que de otra
forma esta entrevista no hubiera salido al aire porque deja claro cuáles son
los intereses en esta etapa del muchacho bueno de la película que ahora se
viste más informal, valora el costo de
sus errores y les da la mano a sus enemigos.
Vi dos veces esta
entrevista y encontré similitudes
con el poeta cubano Heberto Padilla
(1932-2000), quien fue detenido por la Seguridad del Estado Cubano en 1971
y sometido durante 38 días a métodos cruentos, amenazas, interrogatorios y sometimiento
político-ideológico. Eso conllevó al MEA
CULPA DE PADILLA, como se conoció, o simplemente al CASO PADILLA. ¿Por qué
extraigo del baúl de los recuerdos el caso del poeta cubano Heberto Padilla,
sucedido hace más de 50 años? ¿Qué relación puede tener con el politólogo Juan
Carlos Requesens en sus declaraciones voluntarias? Creo que es una prueba más de la presencia
cubana en Venezuela, ya suficientemente investigada y escrita en varios libros,
como por ejemplo LA INVASION CONSENTIDA
del autor Diego Maldonado, un
pseudónimo que busca proteger la identidad del autor por razones obvias. Estudiemos en este ensayo cada caso por
separado y dejar abierta sus conclusiones.
HEBERTO PADILLA fue un escritor y poeta que emerge con
la revolución cubana, realizó estudios en los tiempos de la URSS y regresó
convencido que no se podía copiar el modelo socialista ruso, que la revolución
cubana debía permitir la libertad de expresión. Así lo señala abiertamente ante sus amigos intelectuales de
Cuba y del extranjero. Escribe un poemario conocido como “Fuera del Juego” donde es
explicito su crítica a ese modelo totalitario. Veamos uno de los poemas:
“INSTRUCCIONES PARA INGRESAR EN UNA NUEVA
SOCIEDAD”
Lo primero: optimista.
/ Lo segundo: atildado, comedido, obediente. / (Haber pasado todas las pruebas
deportivas). / Y finalmente andar / como lo hace cada miembro: un paso al
frente, y / dos o tres atrás: / pero siempre aplaudiendo.
Todo comenzó cuando este poemario Fuera del Fuego fue premiado por un jurado designado por la Unión
de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) e integrado por José Lezama Lima, José
Tallet, Manuel Díaz Martínez, César Calvo y J.M. Cohen. Y encendió la polémica.
A tal extremo que la burocracia directiva de la UNEAC decidió que El Comité directivo insertara una nota en el
libro expresando su desacuerdo con el mismo por ser contrario a la ideología de
la revolución y denota “que uno de sus
principios es denunciar a aquellos enemigos declarados y abiertos, como también
aquellos que utilizan medios más arteros y sutiles para actuar”. De esta manera Heberto Padilla se
convirtió en una referencia obligada entre la intelectualidad solidaria con la
revolución, en el sentido que pudiera pensar en sus límites y expresarlos. Y
Padilla no se negó a ese rol y se mostró públicamente como un intelectual
crítico. Libertad que duró tres años porque en marzo de 1971 fue
arrestado por la policía política del régimen, donde sufre una metamorfosis en escaso 38
días. Veamos lo que ahora expresa nuestro poeta, el cual “voluntariamente” es
llevado a la sede de la UNEAC para que exprese su posición política frente a la
elite intelectual del país. De paso los asistentes fueron rigurosamente
invitados con antelación:
“…yo quiero aclarar que
esta reunión es una solicitud mía, ustedes saben que esta reunión la revolución
no tiene que imponérsela a nadie…Ustedes saben que desde el pasado 20 de marzo
yo estaba detenido por la Seguridad del Estado de nuestro país.
Estaba detenido por
contrarrevolucionario. Por muy grave que pueda resultar
esa acusación.. Esa acusación esta fundamentadas por una serie de actitudes,
por una serie de posiciones, por una serie de actividades, por una serie de
crítica, bueno esa es una palabra a la que quise habituarme con los compañeros
de seguridad, pero comprendí que no es la palabra adecuada según mi actitud,
sino por una serie de injurias y difamaciones a la revolución que constituyen y
constituirán siempre mi vergüenza frente a esta revolución….
Yo he cometido muchos
errores, errores realmente imperdonables, censurables, incalificables. Y
verdaderamente me siento feliz, después de esta experiencia que he tenido.
Reiniciar mi vida con el espíritu con que quiero reiniciarla…. Si he venido a
improvisarla esta noche (arruga un papel de notas escritas) es precisamente por
la confianza que la revolución tiene de que yo voy a decir la verdad. Una
verdad que me costó trabajo aceptarla, porque yo siempre preferí mis evasiones,
mis justificaciones a una serie de posiciones que realmente dañaban a la
revolución. Yo bajo el disfraz del escritor rebelde lo único que hacía era
ocultar mi desafecto a la revolución
….Cuando yo vi todo eso
que hacía comprendí que ese era el hombre que yo era, el hombre que cometía
tantos errores, que hacia críticas en los pasillos, que hacia critica a los
compañeros con mala intención.
Si algo tengo que aprender es de la humildad y sencillez de
esos compañeros de la Seguridad del Estado. La sensibilidad y el calor
con la que realizan su tarea humana y revolucionaria. La diferencia que hay
entre estos compañeros que quieren
servir la revolución y un hombre preso por su carácter y sus vanidades.
Muchos de los
compañeros que se acercaban a mi buscaban al revolucionario... no creo. Buscaban al marginal, al resentido, al
desafecto de la revolución.
En realidad no tengo
valentía para tomar un fusil e ir a la montaña como han hecho otros hombres.
Ahora para la montaña verbal del cuarto y de los pasillos tengo un talento inmedible, de eso no hay
duda.
Yo he sido injusto e ingrato con Fidel, de lo cual nunca me cansaré de arrepentirme. Por una carta que dirigí a
Fidel me dieron trabajo en la Universidad de La Habana.
Yo, que he cometido
todos esos errores, con cubanos y extranjeros, contra la revolución. Yo
agradezco no solo que esté en libertad sino que me permitan decir esto. Yo no
he venido aquí sinceramente a argumentar mis errores, a hacer un recuento de
todas mis actitudes bochornosas…eso no es suficiente, sino en la medida que
cada uno de los escritores la sienta como lo he sentido yo.
Yo he podido observar
en los rostros de mis compañeros como se han sentido consternados en cuanto se
parecen sus actitudes a las mías, de cuanto se parece mi vida a la vida que han
llevado durante todos estos años, de cuanto se parecen mis defectos a los
suyos, mis opiniones a las suyas, mis
bochornos a los suyos.
La revolución no podía seguir tolerando esas discusiones
venenosas de los grupitos. Si no ha habido más detenciones hasta ahora es por
la generosidad de nuestra revolución…
Esa novela que yo
escribí expresaba mis defectos de carácter, mis problemas incluso psicológicos,
problemas gravísimos que yo he descubierto en mi soledad en la Seguridad del
Estado. Yo estaba tan corrosivamente contrarrevolucionario que no podía
escribir. Esa es la novela que no quiero ni decir de qué se trata. Me avergüenzo de esa novela.
Yo escribí un poema en
la Seguridad del Estado, sobre la primavera, sonaba lindo. Nunca había escrito
sobre la primavera. Nunca había visto la primavera, y ella estaba allí.
Estos extractos, tomados de su
intervención de más de una hora de duración expresan la autoincriminación de un
intelectual por las razones de duda y critica a la revolución cubana, como se
hizo en las peores épocas de la Unión Soviética. Incluso Padilla incurrió en el
delito moral de la delación nombrando y atacando a otros escritores que eran
sus amigos. Acerca de la autocrítica de Padilla el escritor colombiano Gabriel
García Márquez expreso: “El
tono de su autocrítica es tan exagerado, tan abyecto, que parece obtenido por
métodos ignominiosos” Finalmente
Heberto pudo rehacer su vida como escritor en Cuba aunque ahora más solitario y
de pocos amigos. Al final pudo salir de Cuba y radicarse en Nueva York en 1980,
luego en Madrid para recalar otra vez en los Estados Unidos donde murió de un
paro cardíaco. Tenía 68 años. Marcado para siempre por ese acto tan innoble,
que si bien le sirvió para recuperar su
libertad, no así la de su conciencia. El
llamado MEA CULPA DE PADILLA dividió a los escritores latinoamericanos y
marcó un precedente histórico entre quienes siguieron apoyando a la revolución
cubana y quienes la identificaron como una tiranía. Heberto Padilla no recuperó nunca más su prestigio como escritor y se
lo llevó el olvido.
JUAN CARLOS REQUESENS, emerge como líder auténtico de
las protestas estudiantiles contra el gobierno de Nicolás Maduro, estudiante de
Ciencias Políticas de la UCV y alcanza la presidencia de la Federación de
Centros Universitarios de la UCV entre 2011 y 2015. Militante del Partido
Primero Justicia, llegando a ocupar un escaño en la Asamblea Nacional desde el
5 de enero de 2016 hasta el 8 de agosto de 2018. Su formación de politólogo más
su conciencia democrática le proporciona las bases de una personalidad política
democrática contra un Estado represivo que estaba criminalizando las protestas
con saldos sangrientos desoladores. Por ello aquel célebre discurso en la
Asamblea Nacional, con una carga de valentía y vehemencia conocido como “Yo no
me rindo”
“Yo
quiero decirle a Venezuela el compromiso que tenemos con este país…estamos
comprometidos con esta causa, porque cada vez que nos matan un familiar nos
duele en el alma, porque esta misma crisis que estamos viviendo todos hoy nos
tiene cansados, porque esta misma arrechera por el futuro, la incertidumbre,
tener que sufrir para ver como se le da de comer a nuestros niños. Las decisiones que tomamos la hacemos por
una profunda convicción de amor por Venezuela. Nosotros vamos a seguir
peleando por nosotros, por todos. Yo me
niego a rendirme, yo me niego a
arrodillarme frente a los que hoy pretenden quebrarnos la moral, muchos
hermanos de nosotros están fuera del país, muchos
hermanos de nosotros están bajo tierra, porque los mataron, los mataste
Nicolás, y los que todavía podemos estar aquí vamos a seguir poniéndole el
pecho. Hoy puedo hablarles desde aquí,
mañana no sé, y así como yo muchos. Lo que si yo quiero reafirmar hoy, lo que yo si quiero decirle a este pueblo
es que nosotros vamos a seguir haciendo todo lo que nosotros podamos hacer para
lograr lo que Venezuela quiere, sacar a Nicolás Maduro del Poder” 8 de
agosto de 2018 en el hemiciclo de la Asamblea Nacional.
Ese mismo día en la tarde es detenido
cerca de su residencia conjuntamente con su hermana Rafaela Requesens y
desaparecido por las Fuerzas de Seguridad del Estado. Acusado posteriormente de
estar detrás del complot de magnicidio contra el Presidente, en el sonado caso
de los drones. En la cárcel es vejado,
humillado, amenazado, intimidado, torturado. Más adelante el mismo gobierno
deja filtrar dos videos en las redes sociales que denotan hasta dónde puede
llegar este régimen de orientación cubana. El primero aparece el diputado Juan Requesens con
excrementos en su ropa interior. Y el segundo ante una cámara donde menciona su
colaboración con los hechos que se le acusa, inclusive nombra a Julio Borges de
estar implicado en el asunto del magnicidio.
En el video se muestra dopado, lenguaje entrecortado y visión distante. Al
final los videos no fueron presentados como pruebas en la acusación formal, lo
que significa que su uso fue para aniquilarlo moralmente en lo público. Finalmente
liberado el 19 de octubre de 2023 por el Acuerdo de Barbados.
Juan Carlos Requesens sale de la cárcel con 35 años, después de pasar casi cinco años presos.
¿Qué aprendió? ¿Qué lecciones le dejo la cárcel? La entrevista que le hace el
periodista presenta una nueva faceta.
- “En
Venezuela nadie se rinde, nos adaptamos.
-Soy de los que piensa que uno se merece y no se merece nada. En tu vida cotidiana hacemos muchas cosas
en automático.
- Muchas veces actué de manera
arrogante, soberbia, terco. Muchas veces no pensé en las cosas antes de
actuar. Mi vehemencia, mi impulsividad. Que
me arrepiento de todas esas cosas, las hice mal, no estoy tan seguro, pero
las hice mal. Gente con la que no fui ni he sido agradecida. Gente que descarté consejos que no adquirí.
-Pasé 24 horas sin saber lo que es la hora. Todos los errores que he cometido, todos esos errores generan
consecuencias y costos: amigos que he perdido; decisiones que tome que me
costaron alianzas. Decisiones que yo tome, que me advirtieron que eran
malas y las lleve igual”.
Ante una pregunta del periodista
¿Valió la pena todas esas movilizaciones de calle, todas esas luchas de 2014 a
2017? El ex diputado hace un largo silencio, se le quiebra la voz y al final
responde:
-No. Porque hizo sufrir a mucha gente, mis padres, mis hijos. Voy para
tres años que no puedo estar con mi bebe. Mi mamá, todas las veces que estuvo
afuera para tratar de darme un plato de comida. Mi papá, mi hermana Rafaela que
estuvo allí presa conmigo también. Mis amigos que tuvieron que irse del país.
Pero en otros aspectos Si lo valió,
ahora uso franela, mi relación con
mi nueva pareja Andrea, me comprometí. Salí
de la cárcel y estoy entrenando triatlón. Amigos que están surgiendo allí,
mis abogados, mi entrenador. Gente que
conocí en la cárcel. Además están haciendo todo para que las negociaciones
se profundicen y lograr acuerdos. En la
cárcel no me aburría….
-Cambie de opinión radicalmente
distinto. El dolor de cada uno tiene la
magnitud que le da cada quien. Hay que
ponerse en los zapatos del otro. Entender
la realidad de cada uno. Todo el mundo tiene el derecho en sentirse como se
sienten. Unos preocupados por lo que les puede pasar si dejan el poder,
otros preocupados por su negocio, otros preocupados por su familiares que se
fueron del país, otros adoloridos porque perdieron familiares. Nosotros no
somos quienes para decirle a nadie las emociones y sentimientos que deben tener
alrededor de su propia situación, y para mí la reconciliación pasa por eso:
todo el mundo tiene el derecho a sentirse como se siente. No a entenderlo es
respetar porque ni yo sufrí más que tú porque tuve preso ni nadie es más que el
otro. Todos somos igualitos. No se puede
seguir en esa galleta de llevarle la contraria al otro.”
El periodista lo centra con la
pregunta ¿Qué opinas tú de esa frase “Yo me niego a rendirme”?
-Ese discurso era demasiado
fortuito. Si a mí no me agarran ese día… ese discurso no hubiera tenido la
magnitud que tuvo. Un discurso que estuvo plagado de contenido político. Muchas
veces, en la cárcel le dije a mis amigos, no soporto…yo me rindo. Y desde esa
perspectiva yo me niego a rendir.. Desde donde estés, haciendo lo mejor que
puedas para hacer las cosas bien.
-Yo salí en libertad y le pido compromiso a mi novia en la montaña. Y
bajamos a una cafetería a celebrar, y entrando vi que estaba el Fiscal que me
acusó. Me puse pálido, miedo, rabia, sentí en dos segundos. Después entendí y
dije para mí: Ese chamo tiene sus motivos
y me acerqué y lo saludé Todos los venezolanos tenemos algo de rencor….
Ojala yo lo lograra, pero te cansas continuar en ese círculo y este espiral.
Tratar de sacar lo mejor de nosotros. Tratar de entender, de respetar lo de esa
otra persona, procurar justicia pero entender que estamos todos aquí, de todos
los colores. O nos entendemos o vamos a seguir como vamos. Yo creo que hay que buscar entenderse y avanzar.
-Yo considero que los venezolanos vivimos en una nostalgia de la
Venezuela que fue… y esa Venezuela no va a volver más. Acabar con la cultura
rentista, el valor del trabajo. Por el aporte que podemos hacer en la
globalización.
Al final de esta extensa entrevista señala
-No sé qué buscaba el gobierno conmigo. No sé si buscaba dar un mensaje,
estaba confundido. No sabía de qué me estaban acusando. No tuve relación con
ese hecho, ninguna, a cuenta de qué, pero me condenaron a ocho años
-Ahorita estoy viviendo mi propio
proceso, estoy trabajando. Ahora soy más reflexivo, menos determinista, aprendí
a decir las cosas de manera infinitiva.
Si voy a volver a la política, no sé. Hoy
mis prioridades es sacar mi pasaporte, ir a ver a mis muchachos, trabajar en lo
que estoy trabajando.
- Yo entré en la política de
manera fortuita, todo el mundo me dice es que tú eres un político… Y yo le
digo: No mi pana, entre en la política
de manera fortuita.
-Los políticos tenemos la costumbre
de elaborar frases prefabricadas y actuar de una forma que dista mucho de lo
que realmente somos. Venezuela necesita eso, respetar
las verdades de cada quién, pongamos de acuerdo en los hechos y así vamos a
poder avanzar”.
Hasta aquí este resumen de la entrevista, publicada en Youtube. Hay dos realidades, dos condiciones humanas y políticas diferentes una del poeta y escritor en el marco de una narrativa ideológica comunista que sorprendió a sus amigos y al mundo del boom latinoamericano con su AUTOCRITICA y su metamorfosis en defensa de la revolución y contra su propia obra, considerada “basura” por anteponer sus intereses personales egocéntricos frente a la revolución cubana. Eso fue en el comienzo de la década de los años setenta cuando Fidel decidió sovietizar la revolución y mano dura con aquel famoso lema “Dentro de la revolución todo, fuera de ella nada” Pero resulta que quien definía que es lo que estaba adentro y afuera era una sola persona. Fidel Castro. En el caso de JUAN REQUESENS la prisión y el tiempo de estadía lo hicieron cambiar drásticamente, como se puede leer en la entrevista. Que cada quien saque sus conclusiones. Lo cierto del caso es que quedan muchas preguntas de esta declaración: ¿Qué es un líder que conduce un proceso? Es una débil paja que se deja conducir por los acontecimientos, como decía Simón Bolívar y que tiene derecho a la reflexión para continuar, mientras los enemigos y criminales sean los mismos. ¿Qué dirían las victimas que sufren sus pérdidas pensando en darse la mano con los asesinos de sus hijos? ¿Por qué se estaba luchando y si las causas en sí misma no han cambiado ya que no tenemos democracia aún? ¿Por qué Requesens lleva todo a un plano personal de haber cometido errores, de arrepentimiento y nada sobre las torturas que sufrió en la cárcel ni como politólogo la reflexión sobre el país. ¿Qué acuerdos hubo en la cárcel que no trascienden? “Entré en la política de manera fortuita”, es decir casual, como ponerse un traje y quitárselo. No estamos hablando de un estudiante más, sino de un dirigente, un militante de Primero Justicia, un diputado, que hizo carrera política y por añadidura se formó en Ciencias Políticas en la UCV. Hoy todo lo echa a la basura y quiere abrirse paso en asuntos familiares y personales. Atrás quedan las páginas de las que hoy no quiere acordarse
Heberto Padilla
solitario en New York, olvidado de sus luces tempraneras muere en el año 2000. Juan Requesens con 35 años busca rehacer su vida, resolver
asuntos personales, ocuparse de su familia y trabajo, más su compromiso
sentimental. Su visión del país es
extraviada, etérea, conciliadora, perdida en lo infinitivo. Atrás mucha gente
solo tiene dolor de ausencia.
AMANECERA Y VEREMOS. La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, como en una novela de
Kafka.