REVISITA DE LA CANCION “FIESTA” DEL CANTAUTOR JOAN MANUEL SERRAT
A mi amada Belén del Carmen, quien
estuvo presente en la despedida en Buenos Aires.
Gloría a Dios en las
alturas,/ recogieron las basuras/ de mi calle ayer oscuras/ y hoy sembradas de
bombillas/ y colgaron de un cordel/ de esquina a esquina un cartel/ y banderas
de papel/ verdes, rojas y amarillas./ Y al darles el sol la espalda/ revolotean
las faldas/ bajo un manto de guirnaldas/ para que el cielo no vea,/ en la noche
de San Juan,/ como comparten su pan,/ su tortilla y su gabán/ gente de cien mil
raleas. Primera estrofa de la canción FIESTA, escrita por Serrat en 1965.
“Del futuro (…) me
asusta su virtud robótica. Yo nací para jardinero”. Saint-Exupery.
“La fiesta del mundial
de futbol y la navidad no pueden ser más importantes que la vida humana, los
derechos de las mujeres, y aquellas voces que a la fuerza otros quieren
silenciar. Hablemos de lo realmente importante, mientras tengamos voz”.
Pronunciamiento de la cantante
Shaquira ante la condena del futbolista Amir Nasr-Azadani de 26 años, tras
participar en las protestas por los derechos de las mujeres”
Recientemente el famoso cantautor Joan Manuel Serrat se ha despedido de los escenarios, según sus
palabras, definitivamente, con una gira internacional por países de América Latina y su país natal
España, titulada EL VICIO DE CANTAR. Y además de cantar sus canciones más populares,
ha cerrado con una canción emblemática titulada FIESTA, escrita hace más de cincuenta
años. Dos motivaciones me interesan sobre la temática de esta canción que no
pierde vigencia en el debate modernidad-posmodernidad. La razón personal por la
que Serrat haya elegido este tema musical no la conozco, sin embargo es
perfecta porque es una canción muy de su cultura hispana con un contenido
universal que sigue vigente en la humanidad. Además, reitero, fue una de las
canciones promocionales hace más de medio siglo, cuando se dio a conocer. Se
encuentra en el sexto disco editado titulado Mi niñez, 1970, de portada
blanca con una foto muy pequeña en la
parte superior con su rostro juvenil.
La canción FIESTA
interpreta uno de los eventos más festivos de Barcelona, España y sus alrededores.
Se trata de la celebración de la noche de San Juan donde los asistentes sin
distingos sociales y/o culturales se unen en algún lugar, preferiblemente cerca
del mar, para purificarse al calor de una hoguera o bajo el sabor salado de
agua de mar. Dicha fiesta se realiza entre el 23 y 24 de junio en honor a San
Juan Bautista. Serrat, conocido en España como el Noi del Poble-Sec (que
traducido del catalán significa el chico del Pueblo Seco, barrio donde vivió su
infancia y adolescencia) describe muy bien esa experiencia en una canción muy
poco conocida Per Sant Joan: “Una noche
cuando el verano abría los ojos/ por aquellas calles donde tú y yo nos hicimos
mayores,/ donde aprendimos a correr/ sobre un palmo de arena,/ se alzaba una
hoguera de San Juan./ Entonces un pedazo de madera era un tesoro/ y con una
mesa vieja ya éramos ricos./ Por las calles y las plazas/ íbamos de casa en
casa/ para quemarlo todo aquella noche/ de San Juan. Éramos unos golfillos. No sabíamos
demasiado/ de las lágrimas que mueven al mundo/ Íbamos entrando en la vida./
Nunca una mentira.”
La letra de la canción FIESTA
tiene como telón de fondo otro contexto más allá de lo pagano. Refleja el
comportamiento humano en un encuentro especial por una noche dado al compartir
donde cada quien ofrece lo que puede, no hay diferencia entre el pobre y el
rico, el bondadoso y el avaro, entre putas de clase alta o las del arrabal,
todos empapados en alcohol, y el que pueda, manoseando o haciendo caricias a la
piel de una muchacha, todo por una noche de ágape, para volver al día siguiente
cada quien a su realidad. Veamos la
tercera estrofa: Hoy el noble y el
villano,/ el prohombre y el gusano/ bailan y se dan la mano/ sin importarles la
facha/ Juntos los encuentra el sol/ a la sombra de un farol,/ empapados en
alcohol,/ magreando una muchacha./ Y con la resaca a cuesta/ vuelve el pobre a
su pobreza,/ vuelve el rico a su riqueza/ y el señor cura a sus misas./ Se despertó
el bien y el mal,/ la zorra pobre al portal,/ la zorra rica al rosal/ y el
avaro a sus divisas. Se destaca el
compartir sano y hasta ingenuo de esa época.
Después de este análisis correspondiente a la canción y a su
contexto en la que fue escrita, me interesa destacar su temática en el debate
controversial de esta época modernidad-posmodernidad.
La canción está en un marco moderno donde la gente se unía entusiasta a pesar
de sus diferencias sociales, la secularización de todo el siglo XX permitió
superar dogmas religiosos, por lo menos del lado occidental. El color
“verde, rojas y amarillas” que dice la letra en su primera estrofa se
refiere a la superación de la dictadura franquista por la nueva etapa republicana y democrática. El resaltar los
valores en un mundo que se reconocía no perfecto, aunque fuera por poco tiempo,
bajo nuestro Dios cristiano. El bien y el mal como hermanos, más allá de
ideologías y grandes relatos. Esto es lo que considero está detrás de esa letra
transparente y poética, que El Nano
canto ciento de veces a lo largo de una carrera musical impecable con más de seis décadas de carrera musical y que hoy cierra con broche de oro con 78 años
de edad. FIESTA tiene mucho que decir para él y para una elite
de su fans, de índole clásica. Es un perfume de otra época.
El siglo XXI, conocido como posmoderno
, representa un paso
inusitado, violento y precipitado que va dejando atrás los valores de la
modernidad. De allí que los valores culturales de la época moderna, sus mitos y
creencias, mutan y sufren grandes transformaciones dejando en estado de obsolescencia
de dónde venimos. El valor de los vínculos familiares, el matrimonio, las
relaciones de pareja, el amor, la amistad, los valores religiosos, las
herencias patrimoniales de la cultura, todo tiende a perderse a un grado de
inmaterialidad y consumismo banal. Incluso mucha fans de Joan Manuel Serrat no
se detiene en el contenido de las canciones y mucho menos contrastarlas con la
realidad. Para el filósofo y sociólogo polaco Zygmunt Bauman vivimos tiempos de
redes, donde conectarse y desconectarse es una opción. “Las conexiones son “relaciones
virtuales” efimeras, a diferencia de las relaciones a la antigua “comprometidas”
y de largo plazo, parecen estar hechas a la medida del entorno de la moderna vida liquida, de fácil acceso y salida”. Es decir la vida moderna
liquida posmo no tiene futuro, es aquí y
ahora. Vista como una vida pragmática, sin filosofía, mecánica, dada al goce y la
concupiscencia. A tal extremo que la vida liquida, en la posmodernidad es frágil,
desechable, de relaciones sin vínculos, indiferente a la cultura. Para el filósofo
surcoreano Byung Chul Han en su ensayo sobre Las no
cosas plantea que vivimos una transición de la era de las cosas a las no cosas,
con características muy precisas: indolora, generaciones miopes y precipitadas
frente a la información a granel, perdida de la memoria, los vínculos son
inoportunos, el celular es un Infomata que utiliza a los humanos, el
pensamiento se convierte en un estrepito y palabras vacías, la realidad se
convierte en mera información con exceso de significantes, no hay tiempo para
el otro, etc” Se diluye la poesis de la vida, su magia, su inventiva y su
encuentro humano con el otro. El triunfo de la racionalidad sin sentir. De tal manera que en los ámbitos posmodernos
la temática de la canción FIESTA es
obsoleta, guardada en los trastos del recuerdo. Comparable con un viejo tango
que se archiva y lo escuchan las generaciones pasadas de cuando en vez.
En la controversia modernidad – posmodernidad se trata de
hacer resistencia, porque si bien, no
todo de la modernidad es bueno, tampoco a la posmodernidad hay que comprarle
todo. La humanidad y los grandes cambios
planteados no se detienen en esta era digital, pertenecemos a un hilo histórico
con su porvenir. Quizás, de lo que se
trata es la preservación y reguardo de aquellos valores culturales y humanos
que contribuyan más bien a su ampliación y no a su muerte. Los acervos
culturales, la democracia, la solidaridad, la familia, los vínculos humanos
fraternos y solidarios, la defensa de la vida, la libertad y la justicia, la paz,
el sentido filosófico de la existencia, la
espiritualidad y el encuentro con Dios, deben estar por encima de esta era cibernética
y digital. No ser indiferente frente a los grandes acontecimientos que sufren
los pueblos y la gente en particular. Me refiero a la espantosa guerra que le
ha declarado Rusia a Ucrania y que
lleva más de un año con ciudades destruidas, miles de muertos, con una
resistencia heroica del pueblo ucraniano por no dejarse invadir y ser esclavos
de Putin. Un reconocimiento de las Naciones Europeas y de los Estados Unidos
que no lo han dejado sola a Ucrania. En
segundo lugar el apoyo al jugador de futbol iraní Amir Nars Azadani,
quien pertenece a la selección de Irán y representó a este país en Qatar 2022,
y que por el hecho de expresar su apoyo al respeto de los derechos humanos, a
la libertad de expresión y defender los derechos de la mujer, se encuentra preso
y condenado a la horca. Solo una pronunciación de la FIFA y la movilización en la denuncia mundial podrá detener esta
muerte a manos de una dictadura teocrática retrograda. Como se sabe a partir del asesinato de la
joven de 22 años Mahsa Amini por Policía
de la Moral de Teherán el pasado 18 de septiembre de 2022, se desató una ola de protesta donde cientos de
manifestante coreaban “Mujer, vida y libertad” difundidas a todo el mundo por
las redes sociales. Igual con la situación de tres países en la región,
sometidos por bestiales dictaduras
totalitarias, caso de Cuba, Nicaragua y
Venezuela.
Hagamos un alto en LAS FIESTAS decembrinas para recordar nuestra solidaridad por el clamor de justicia y libertad y democracia.