ASOMBRO Y PERSPECTIVAS
FRENTE AL SIGLO XXI.
Angel Gustavo Cabrera
“La noción de metamorfosis es más rica que la de
revolución”. Edgar Morín.
Cuando apenas
comenzaba la carrera docente una profesora nos leía una fábula de una madre
canguro que al tener su hijo no quiso que saliera de la bolsa para protegerlo
de las adversidades y la maldad del mundo, así creció y jamás salió de la bolsa
de su madre, hasta que esta murió y después de tanto pensar se decidió a salir
y lo primero que exclamó asombrado al recorrer unos metros, temeroso, y ver el sol naciente en el horizonte fue: “¡Qué
grande es el mundo ¡”. La
moraleja, según la fábula leída era que había que romper con el cordón
umbilical y ser independiente.
Es común crecer
en su país de origen, educarse en la cultura y valores de la familia como de la
sociedad, así mismo fraguar un pensamiento o ideales, muchas veces atados a
ideologías o dogmas que nos explican cómo es el mundo, sus contradicciones y
como debe ser en el futuro. Cuando ya viejo nos damos cuenta que así no es el
mundo y se derrumban esos llamados paraísos idílicos, entonces nos quedamos
perplejos y paralizados ante él engaño, como exclamando “Que distinto es el
mundo”. Es mi caso particular, fui militante de un partido de izquierda por
cincuenta años y me formé en un pensamiento dogmático-ortodoxo marxista/leninista/maoísta, aspirando forjar
en Venezuela una patria socialista, llena de justicia, libertad y verdadera
democracia. Cuestión que no ha sido posible ni lo será. ¿Qué ha sucedido en el
mundo a partir de la caída del Muro de Berlín en 1989 y el hundimiento de las
economías socialistas? El surgimiento de
la globalización en el estadio actual de la mundialización. Es una conjunción
entre el auge desenfrenado del capitalismo en todo el planeta y el auge de una
red de telecomunicaciones instantáneas. “Que nos ha dejado el siglo XX como
legado histórico?
El siglo XX nos
deja un legado dramático, el cual no lo podemos ignorar o hacernos los locos,
su herencia puede convertirse en una amenaza que de llegar a cristalizar la
hecatombe mundial sería su resultado. Enumeremos primero en que consiste ese
legado histórico: 1.- Sobrepoblación, las cuales a pesar de las desigualdades,
buscan salir adelante en durabilidad y calidad de vida; 2.- Los terribles
desigualdades entre países ricos y pobres, desarrollados y subdesarrollados,
industrializados y dependientes; 3.- La contaminación ambiental por el excesivo
uso de la energía petrolera y sus secuelas ambientales, efecto invernadero,
reducción capa de ozono, cambio climático, contaminación de océanos y mares,
deshielo de los polos, desertificación de la tierra, degradación creciente de
la biosfera, radiaciones expuestas al
ambiente de energía nuclear , caso Chernóbil, etc.; 4.- La sociedad de consumo y los efectos del
llamado progreso y crecimiento económico; 5.- La visión tecnocrática moderna
donde el hombre no es un ser pensante-reflexivo, sino una máquina computarizada
que puede ser manejada exteriormente; 6.- El derrumbe de la gran farsa
socialista- comunista, vista como una revolución hacia la construcción del
hombre nuevo y su realidad totalitarista/ fascista, en pleno viraje hacia el
capitalismo explotador de grandes masas humanas; 7.- La quiebra de la utopías
civilizatorias; 8.- Los grandes alcances cibernéticos, tecnológicos,
filosóficos de la globalización visto como una continuación del mundo que
tenemos o como una posibilidad de mutación histórica conservando en esencia su
naturaleza explotadora e irracional. El gran pensador francés, que viene
haciendo investigaciones por demás interesantes hace bastante tiempo nos dice
que “estamos en el momento crucial de
una aventura loca que empezó hace ocho mil años, llena de crueldad y grandeza,
de apogeos y desastres, de servidumbres y emancipaciones, y que hoy arrastra a
seis mil millones de seres humanos.” Y
se pregunta de manera reflexiva “¿Cómo, no sentir que, en esta crisis y a causa
de ella, se recrudece la formidable lucha entre las fuerzas de la muerte y las
de la vida?”
¿Y será posible
que no halle escapatoria?, que como la fábula citada, el canguro tenga que
resignarse a morir sin poder hacer nada. O en todo caso acostumbrarse al modelo
existente. El mundo, ahora occidentalizado, tiene muchos caminos y atajos por
donde explorar, los ya conocidos y los que se exploran tímidamente. Veamos, Hay
quienes se refugian en los dogmas cristianos y señalan que todo lo que está
sucediendo está escrito en la Biblia y es palabra sagrada, de tal manera, hay
que esperar pacientemente la venida del Señor que nos conducirá a todos al
paraíso eterno. Pero en esa tendencia hay
agrupaciones fundamentalistas ultra-religiosas como Al-Queda que promueven el terrorismo
talibán con consecuencias de muertes inocentes y guerras de exterminio. Hay
quienes siguen refugiados en los viejos dogmas de la izquierda, ya no con el
romanticismo de las ideas con que nacieron en las primeras décadas del siglo
pasado sino con visiones pragmáticas de mantenerse en el poder político cueste
lo que cueste, caso Cuba y Venezuela, haciendo pactos económicos con nuevas y
viejas potencias que en otrora era su archí-rival,
manteniendo un capitalismo de estado con nuevas clases dominantes y los mismos
enfoques de crecimiento económico de occidente. Hay quienes prefieren mantenerse en el camino de la
sociedad de consumo desarrollista, aprovechar los beneficios de la
globalización-mundialización que no conoce otro pensamiento sino la concepción
técnoeconómica del desarrollo, la visón
cuántica sobre lo cualitativo. De nuevo Edgar Morín señala: “El cálculo ignora no sólo las actividades no monetarizadas como las
producciones domésticas y/o de subsistencia, los favores mutuos, el uso de
bienes comunes y la parte gratuita de la existencia, sino también y sobre todo
aquello que no puede calcularse ni medirse: la alegría, el amor, el
sufrimiento, la dignidad, en otra palabras, el tejido mismo de nuestras vidas.”
Precisamente de allí emerge otro
camino muy humano y esperanzador señalando que todo no está perdido. Ese camino
tiene obstáculos, espinas, se pierde el horizonte y hasta puede invitar a
abandonarlo, pero la resistencia, la terquedad, la voluntad, la persistencia
por encontrar algo que no sabemos que es, pero lo olfateamos, nos conduce por
aciertos y pequeñas victorias individuales y colectivas frente al poder inmenso
de nuestros enemigos, es una lucha de David contra Goliat. Veamos los ejemplos
para dejar más claro ese último camino en el cual me suscribo: En Cuba Yoani
Sánchez crea en Abril de 2007 el blog Generación
Y que ha definido como <<un ejercicio de cobardía que me
permite decir en este espacio lo que me está vedado en mi accionar
cívico>> Por supuesto el Poder
oficial lo censuró y lo torpedea como le da la gana, pese a todo logró
sobrevivir, y por esa labor periodística recibió el premio Ortega y Gasset, que
no pudo recibir en España porque él régimen le negó su salida del país, y se encuentra catalogado como uno de los
mejores blog del mundo. Yoaní Sánchez vive en Cuba y actualiza su blog cada
semana gracias a sus amigos que están fuera de la Isla. La escritora y
periodista bielorrusa Svetlana
Alexievich, de 66 años, recientemente
ganó el premio nobel de literatura por sus obras publicadas, muchas de ellas
descorriendo el telón de la vida en la Rusia Comunista y que hoy abraza el
capitalismo de estado bajo un estilo muy particular de novela, la tragedia de
Chernóbil contada por sus protagonistas de manera dramática y simple de las
vidas comunes. Del pasado vivido sostiene que <<vive con el sentimiento de derrota de pertenecer a una
Generación que no supo llevar a cabo sus ideas>>. Rafael Cadenas,
poeta venezolano crítico del régimen autoritario y antidemocrático implantado
por Hugo Chávez y Nicolás Maduro ganó recientemente
el premio internacional de poesía Federico García Lorca-Ciudad de Granada superando 40 concursantes de 18 países. En
Venezuela el gobierno lo ignora e intenta silenciarlo por su opinión política.
El aduce <<de la actividad política me aparté hace como cincuenta años,
pero uno no puede ser indiferente ante lo que ocurre en su país y en el
mundo. Lo que pasa aquí en Venezuela
está a la vista. El régimen no es democrático, puesto que tiene a sus servicios
todos los poderes públicos, los principales medios de comunicación que están
dedicados noche y día a la propaganda del gobierno y hostiga espacios libres,
en suma un increíble abuso de poder>>. Estos son los casos más
notorios, pero sé que a nivel mundial
hay disimiles experiencias de resistencias y desafíos en el ámbito
ecológico, político, social, cultural, filosófico que están conduciendo a
nuevas respuestas de grupos y organizaciones sociales, convertidos es pequeños
poderes que buscan un camino, una disputa hacia algo diferente a lo que tenemos
como mundo globalizado/occidentalizado
Moisés Naim en
su libro EL FIN DEL PODER señala que “El ajedrez es una metáfora clásica del poder por
supuesto Pero lo que le ha sucedido al poder es la erosión, y en algunos casos
la desaparición, de las barreras que
antes hacían que el mundo de los campeones fuera un recinto pequeño, cerrado y
estable. Los obstáculos para comprender las tácticas, adquirir dominio del
juego y abrirse camino a la cima ya no logran impedir que nuevos rivales se
enfrenten a quienes reinan en esa cima” Y agregaría que, ya esas tácticas y
estrategias no solo son conocidas y manejadas por mucho, sino también, hay
nuevas invenciones en los caminos y atajos.
Más adelante agrega: “Insurgentes,
nuevos partidos políticos con propuestas alternativas, jóvenes empresas
pequeñas e innovadoras, piratas informáticos, activistas sociales, nuevos
medios de comunicación, masas de gente sin líderes u organización aparente que
de repente toman plazas y avenidas para protestar contra el gobierno o personajes
carismáticos que parecen haber <<surgido de la nada>> y logran
entusiasmar a millones de seguidores…” De tal manera que las cosas están
cambiando desde lo local, regional, nacional e internacional. Nuevos actores
culturales, sociales y políticos emergen a diario. Lo importante es tener claro cuál es el
paradigma de la modernidad que le hace daño a la humanidad y al planeta, cuales
son las desviaciones nefastas que imperan en el modus operandi de la economía y
la fragmentación y disyunción del conocimiento y de las ciencias.
Dos aspectos
para finalizar este tema que nunca se agota. El primero que aunque la
globalización tiene su lado perverso y amenazante para el planeta, tiene su
lado positivo, que Edgar Morín destaca muy bien: “Lo mejor es que por primera vez
en la historia humana, se han unido las condiciones para superar una historia
hecha de guerras y cuya capacidad de
destrucción se ha acrecentado..; Lo mejor es que ahora, en el planeta tierra
hay más interdependencia de cada uno con todos, naciones, comunidades e
individuos, que se multiplican las simbiosis y los mestizajes culturales en
todos los campos, que la diversidades
resisten pese a los procesos de homogenización que tienden a destruirla;
Lo mejor es, que la globalización ha producido la infratextura de una sociedad
mundo .. Pudiendo considerar la tierra como patria sin que ésta anule las
patrias existentes, sino que por el contrario las englobe y las proteja” En
conclusión la expectativa es que surja un nuevo mundo o lo peor que la
humanidad se autodestruya.