miércoles, 22 de febrero de 2023

EL SABOR AMARGO DEL DESTERRADO POLITICO

EL SABOR AMARGO DEL DESTERRADO POLITICO.  A Reinaldo Arenas. In memorian



“Romeo: ¡Ah, destierro! Se compasivo, di <<muerto>> Fray Lorenzo, que el exilio tiene aspectos mucho más terrible que la muerte. No digas <<destierro>>” Tomado de la obra Romeo y Julieta, escrita por William Shakespeare. 1597.



Me expulsan de la patria que me vio nacer, de la patria por la que he luchado y dispuesto a morir. A la dictadura le digo: Me destierran y me voy de Venezuela, pero no será por mucho tiempo”. Vilca Fernández, dirigente estudiantil de la ULA. 14 de junio de 2018. Después de tres años de prisión  en el SEBIN, siendo torturado y atropellado por sus carceleros.



“…Pero llega el momento en que la fe, al hacerse dogmática, erige sus propios altares y exige la adoración incondicional. Entonces reaparecen los patíbulos y a pesar de los altares, la libertad, los juramentos y la Fiesta de la Razón, las misas de la nueva fe deberán celebrarse entre sangre”. Tomado de El Hombre Rebelde. Albert Camus. 1951.

Eso del destierro es como una cosa antigua, de los romanos, hablar de un tipo de destierro donde te quitan la nacionalidad porque te acusan de traidor a la patria es una muestra de la crueldad de este régimen. No, esta gente no fue traidor a la patria: fueron opositores”.  Declaraciones de la escritora nicaragüense Gioconda Belli, ex guerrillera del Frente Sandinista, exiliada en España. 9 de febrero de 2023. BBC News Mundo.


 


Alguien puede pensar que el siglo XXI con apenas dos décadas y tres años iba a inaugurar la derrota definitiva de los fundamentalismos y una mayor apertura de las ideas y el libre pensamiento. Con la caída del Muro de Berlín (1989), la desaparición de la URSS y las profundas reformas de la llamada era de la apertura, conocida como La Perestroika, el cese del enfrentamiento Este-Oeste y las concepciones ideológicas opuestas de la sociedad y el hombre, el alejamiento de una nueva guerra mundial, las reformas de mercado en la economía china,  la valorización de los Organismos Internacionales que contribuyen a mantener la paz y el orden mundial, el anuncio de la era de las redes comunicacionales en el marco de la globalización, sin parangón en la historia de las civilizaciones, etc. Sin embargo no fue así. Esos grandes mitos y referencias históricas del pasado como el fascismo, el comunismo, los fundamentalismos religiosos, el terrorismo de estado,  que identificaron las grandes barbaries del pasado, hoy pareciera venir por sus fueros en esta era posmoderna. Desde el fundamentalismo iraní y las exigencias más retrogradas y discriminatorias a las mujeres, el ahorcamiento de jóvenes en lugares públicos para causar terror en la población que demanda libertades públicas; las concepciones retrogradas religiosas de los talibanes de Afganistán; La invasión rusa a Ucrania hace ya un año  y la intención de Vladimir Putin de restablecer su condición imperialista, ahora con el apoyo de la Iglesia Ortodoxa rusa, con una impresionante estela de muertos, desplazados y destrucción de ciudades y pueblos ucranianos; Las debilidades y errores de los sistemas políticos democráticos en América Latina, aprovechado por el eje Cuba-Rusia-China para penetrar en los estados y naciones latinoamericanas a través de agentes políticos y de partidos u organizaciones de izquierda, utilizando prácticas fascistas, militaristas, terroristas de vieja data. Como dice un viejo refrán, “No estaba muerto estaba de parranda”. El relajamiento político y la falta de formación ciudadana dejo pestañas abiertas, que hoy se han convertido en “Caballos de Troya” intentando no solo acabar con la democracia, sino instaurar regímenes totalitarios de hegemonía indefinida. El caso de Venezuela y Nicaragua es el mayor ejemplo.



 

La escritora Gioconda Belli ha dicho: “Eso del destierro es como una cosa antigua,  de los romanos”. Recuerdo haber leído situaciones de destierro en Romeo y Julieta, obra escrita por William Shakespeare en 1545. También vamos a encontrar la figura del destierro en la obra del Cid Campeador, leyenda recogida por Menéndez Pidal, en tiempos de la era cristiana. En el primer caso por muerte y en el segundo, se le acusa falsamente de robo de impuestos cobrados. Se conoce que Napoleón Bonaparte fue desterrado por los británicos tras la derrota en la batalla de Waterloo, en Bélgica, el 18 de junio de 1815. Fue confinado en la retirada isla de Santa Elena del Océano Atlántico, donde murió el 5 de marzo de 1821. También el destierro tiene su historia bíblica, el exilio es el castigo que sufre el pueblo hebreo por no escuchar a Dios a través de diferentes profetas y por entregarse a la idolatría y al pecado que lo distanciaron espiritualmente del Señor. El Generalísimo Francisco de Miranda fue desterrado de Venezuela cuando la derrota de la Primera República, prisionero en el  calabozo del penal de las Cuatro Torres del arsenal de La Carraca en San Fernando de Cadiz, allí murió el 14 de julio de 1816, en un lugar inmundo, lúgubre y solitario.   En fin el destierro es un tipo de pena que un Estado puede imponer a una persona por haber cometido un delito o fechoría, que consiste en expulsarlo indefinidamente. Más recientemente fue prácticas de  dictaduras militares y regímenes totalitarios comunistas, ejemplos de Chile en tiempos de Augusto Pinochet y de Rusia y Cuba.



Las nuevas versiones de este siglo se han aplicado en Venezuela y Nicaragua. El segundo está fresco como hecho noticioso y no tiene precedente en la historia de ese país e incluso de América Latina. El pasado 09 de febrero de 2023, cuenta el periodista Juan Sebastián Chamorro: “Tuvimos que firmar un documento que estábamos abandonando el país, adentro del avión había una algarabía, era la 7.15 am del día jueves. Teníamos una combinación de alegría y amargura por el abandono culposo de suelo nicaragüense. En Estados Unidos fue que nos enteramos que nos quitaron la nacionalidad que es un derecho inalienable de todo ciudadano, despojado ilegalmente,  como todo lo que hace esta dictadura. Sigo siendo nicaragüense toda mi vida, al igual que mis compañeros, 222 en total”. Por su parte el dictador Daniel Ortega con odio y saña, emulando al viejo caudillo cubano ya muerto, dijo: “No estamos pidiendo que nos levanten las sanciones, no estamos pidiendo nada a cambio, es un asunto de honor y dignidad, de patriotismo, que se lleven a sus mercenarios, que se los lleven”. En que se apoya el otrora Comandante del FSLN para ir perfilando este Estado Terrorista. Primero: en la vieja prédica anti imperialista, acusando a los Estados Unidos de estar detrás de las gigantescas masa opositora que empezó a manifestarse desde 2018 pidiendo su renuncia y una serie de reformas de seguridad social. Así  su policía, la guardia nacional pretoriana  y sujetos paramilitares arremetieron con violencia criminal, dejando un saldo de 325 muertos, más de 2.000 heridos y 52.000 mil nicaragüenses exiliados en Costa Rica, en solo seis meses de protesta. Segundo: Desmonta lo que quedaba de la institucionalidad democrática y controla la Asamblea Nacional, el Poder Judicial y el Consejo Electoral, lo cual le permite: a) ilegalizar las Organizaciones No Gubernamentales e impedir ingresos y donaciones del exterior. Clausura universidades en todo el país. b) Expulsar del país a las diversas representaciones de los Derechos Humanos. c) Convocar elecciones en noviembre de 2021, deteniendo en prisión a  candidatos opositores que gozan de simpatía en la población e ilegalizando partidos, acusándolos de estar subsidiados y representar a los Estados Unidos. d)  Modifica la Constitución en su artículo 21 para así despojar de la nacionalidad a los presos políticos, apoyado en  La Ley para la Perdida de la Nacionalidad nicaragüense establece que toda persona sentenciada en la Ley  1055, Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, Soberanía y Autodeterminación para la Paz, perderá la nacionalidad nicaragüense. Ahora el Artículo 21 se lee: La adquisición, pérdida y recuperación de la nacionalidad serán reguladas por las leyes. Los traidores a la patria pierden la calidad de nacional nicaragüense. e) Los desterrados, quedan inhabilitados de forma perpetua para ejercer la función pública en nombre del Estado de Nicaragua y suspendidos sus derechos ciudadanos de forma perpetua. Además de la confiscación de sus bienes inmobiliarios y congeladas cuentas bancarias. Si esto no es un Estado Terrorista totalitario, ¿que será entonces? Supera con creces a la vieja dictadura de Anastasio Somoza.



 

Quien no ha probado el amargo sabor del destierro le cuesta creer a que sabe. Alejado en otras tierras de tu patria donde naciste, como un paria, como un extranjero, como un extraño de tus iguales. El amanecer, el diario vivir ya no es el mismo. Eres un desconocido en otras latitudes, así seas un intelectual, un poeta, un escritor. Así obtengas beneficios y algunas comodidades de vida, no saliste de tu país por voluntad propia, y por añadidura, por decisión de ese Estado Terrorista, te quitan la nacionalidad y te confiscan tus bienes, es decir no existes para tu patria, es como perder el oxígeno de tu terruño. En el destierro puedes morir fuera de los tuyos, de tu territorio, como son los casos más conocidos de los escritores cubanos Reinaldo Arenas y Guillermo Cabrera Infante, del periodista cubano Carlos Franqui, de la artista más famosa de todos los tiempos Celia Cruz. Son los insumisos, que les toca aprender a vivir desde sus valores y mundo interior. Como señala el Burgo Tzvetan Todorov, filósofo  radicado en Francia,  en su libro titulado INSUMISOS: “Frente a la injusticia, a la opresión y al terror, estas personas se oponen no recurriendo a una violencia equivalente, no responden al mal con el mal, sino que desplazan el enfrentamiento a otro plano”.   El escritor Sergio Ramírez, incluido en la lista, exiliado en Madrid y despojado recientemente de su nacionalidad ha escrito en su cuenta de Twitter: “Nicaragua es lo que soy y todo lo que tengo, y que nunca voy a dejar de ser, ni dejar de tener, mi memoria y mis recuerdos, mi lengua y mi escritura, mi lucha por su libertad por la que he empeñado mi palabra. Mientras más Nicaragua me quitan, más Nicaragua tengo”. 

 



Ojala que los nicaragüenses, al igual que nosotros los venezolanos, podamos ver el día de la verdadera reunificación entre los que estás afuera y los que seguimos aquí, entre los que hoy estas dictaduras persiguen y destierran y los que soportan estoicamente el vivir dentro de estos territorios. Obviamente no será dentro de estas tiranías fascistas  del siglo XXI, que buscan en el pasado sus conductas antidemocráticas.   La resistencia y la insumisión es la clave, es la mayor dignidad de lucha, estés aquí o fuera. No hay opción a doblegarse.  La patria la llevamos por dentro y nadie te la puede quitar ni encarcelar, porque ella es el mayor símbolo de libertad e historia. Nosotros los venezolanos también sufrimos ese mal, Vilca Fernández, Antonio Ledesma, Iván Simonovis, Napoleón Bravo y su esposa Angela Zago, Leonardo Padrón, Norbey Marín, Carla Angola, Loren Salet, Tamara Suju, y un largo etcétera.



Angel Gustavo Cabrera. Maracay. Edo Aragua. Venezuela.