sábado, 30 de enero de 2021

CRONICA DE UNA VIOLACION SADICA EN ARGENTINA

 

CRONICA DE UNA VIOLACION EN ARGENTINA

 


Thais Campos, su esposo y sus dos hijas decidieron abandonar Venezuela hace dos años buscando salir de esa pesadilla en que se había convertido el país: hiperinflación, dinero sin valor, desempleo, universidades con un futuro incierto (incluso ahora con las carreras humanísticas eliminadas del pensum de estudio),  asesinatos del gobierno y sus colectivos paramilitares, violación de la Constitución Nacional, ya ni hablar ni protestar  se podía. Así que juntaron unos dólares vendiendo propiedades y eligieron a Argentina por unos amigos venezolanos que le hablaban de la prosperidad económica, el respeto a las libertades públicas y sobre todo respeto democrático ciudadano. Todo iba bien, trabajaba la pareja y la hija mayor, pero el padre cayó con un cuadro clínico considerable de hace dos meses con un ACV que requirió hospitalización en un hospital público y ella, la madre tuvo que dejar el trabajo para atender a su esposo. Fue así que la menor María  Teresa Campos, ya con 18 años cumplidos, decidió buscar un nuevo empleo para ayudar con los gastos y mantenimiento de la casa y los servicios.



Fue así como la joven María Teresa Campos se dispuso a entregar currículo por varios comercios, entre ellos uno ubicado en las inmediaciones de las calles  Lavalle y Pueyrredón, Paso 693 de la Ciudad de Buenos Aires. Era una tienda de uniformes médicos con un aviso grande que decía GARZON, propiedad de IRINEO HUMBERTO GARZON MARTINEZ, conocido como Santiago Garzón, de 35 años de edad. Allí estaban solicitando una joven para ventas. Total que el dueño quedó en llamarla pronto.



Así que el viernes 22 de enero del presente año  GARZON le envió un mensaje por las redes sociales señalando que estaba interesado en sus servicios y la invitaba a una cena que él pagaría. La joven, se sintió extrañada de tal invitación a lo que rehusó de plano  y le señaló que si quería estaría en el local comercial al día siguiente, sábado 23, para la entrevista de trabajo. Así quedaron y no hubo insistencia. María Teresa se lo comentó a su madre, quien le pareció sospechosa tal invitación, pero sin presagiar lo que se avecinaba. Y solo le dijeron que fuera a la entrevista y mantuviera comunicación con ellas, madre e hija mayor, porque se necesitaba el trabajo. Thais no la podía acompañar porque le iban a hacer unos exámenes a su marido, que estaba hospitalizado.




Ese sábado,  23 de enero, la señorita María Teresa se arregló, se puso su ropa sport de muchacha joven, no se maquilló pero si se vio al espejo entre alegre y un poco asustada. Siendo las diez de la mañana llegó al local comercial y fue atendida por el dueño, la hizo pasar a una pequeña oficina, le explicó que su función era atender los clientes y le entregó una lista de precios. No había más nadie allí sino ellos dos, pero no había nada que temer él estaba en la oficina y ella frente al mostrador Entre las 10 y 30 am y las 1 pm. Todo iba normal y así se lo hizo saber a su madre y a su hermana por mensaje de WhatsApp. El, de una manera galante y respetuosa le había ofrecido gaseosa y agua potable. Ella no advirtió nada hasta que finalmente le aceptó un vaso de agua   para apaciguar el calor. A la 1. 52 comenzó las alertas por el celular. La madre le envía un mensaje: “Todo bien”. María Teresa le respondió con emojis y a continuación: “Me quiero ir, estoy muy asustada”. La madre alarmada le envió varios mensajes: “Vente. ¿Qué pasó? Háblame. Y eso está abierto”. Siguió insistiendo, como temiendo lo peor: “Hijaaaaaa” exclamó Thais a las 2.13 pm. A las 2.14 la madre recibió un mensaje de Linda, su otra hija: “Maaaa. Dijo que la vayas a buscar porque el tipo ese le dio agua y después se sintió mareada”, le escribió. Y a continuación le reenvió un mensaje de su hermana: “Y creo que el dueño de donde trabajo me drogó porque me siento mareada”. A lo último a la joven le costaba escribir, sentía la mano adormecida. Procedió la madre a llamar a la policía de la ciudad a las 2.23

 


Lo que vino después es inenarrable, el dueño de 35 años convertido en un monstruo, en un animal de bajos instintos, mientras la joven se desvanecía en su letargo producto de la droga,  el cerraba las puertas del negocio y la cargó en los brazos hacia una cama que estaba al fondo. Allí sacio sus bajas pasiones sádicas y sexuales. Llegó la policía y más atrás su madre y encontraron todo cerrado y nadie que atendiera al tocar con fuerza la puerta. La señora Thais insistía que allí estaba su hija hasta que producto del fuerte forcejeo lograron abrir y al fondo se divisaba al animal  saciado poniéndole los pantalones. Lo curioso es que no estaba asustado y se entregó sin oponer resistencia, mientras su madre no dejaba de llorar y gritar “maldito, que le hiciste a mi hija”, “violador despreciable”. Tuvieron que  someterla porque deseaba entrarle a patadas al asqueroso personaje. Al poco tiempo llegó la ambulancia y se llevó a la joven agraviada en sillas de ruedas semiinconsciente  para unos exámenes forenses.

 


Pero aún faltaba más. No habían pasado 48 horas cuando la Jueza en lo Criminal y Correccional 15 Porteña, Doctora Karina Zucconi, dejó EN LIBERTAD  al monstruo Garzón Martínez  por considerar que no tenía antecedentes penales y que la acusación era ABUSO SEXUAL SIMPLE, con impedimento de salir del país. Rápidamente la defensa de la joven, abogado Pablo Baqué solicitó ante la jueza  lo impropio de la medida y la necesidad de dejar sin efecto la libertad del imputado. Igual lo hizo saber la fiscal del caso   Abogado Silvana Russi, quien se opuso desde un principio a la liberación del imputado, “no midió lo que estaba pasando”, agregó. Esta presión y ante las evidencias del caso, hizo que para el miércoles 27 en horas de la noche la Jueza Karina Zucconi cambiara la medida por ABUSO SEXUAL AGRAVADO CON ACCESO CARNAL, no obstante el monstruo sigue en libertad.



Al día siguiente, jueves 28 de enero,  se llevó a cabo una manifestación de ciudadanos venezolanos y argentinos que no llegaban a trecientas personas, frente al local comercial del violador después en horas del mediodía se fueron hasta los Tribunales con ruidosas consignas: ¡Justicia!, ¡Garzón violador te sale prisión! Pancartas que decían: “Ellos libres, nosotras encerradas…Basta de Justicia Patriarcal”; “Dra. Zucconi ¿La privativa de libertad se dictamina de acuerdo a su criterio ético-moral o de acuerdo a las leyes?”; “Para violar y truncar el presente y el futuro de una persona no se necesita antecedentes”; “Tan violador es el que lo hace 10 veces como el que lo hace 1 vez”.

 


Y después de la marcha me regresé  a casa pensando en esa familia, en esa tragedia que es la misma tragedia que vivimos los venezolanos con violaciones a todos nuestros derechos. Triste por el futuro de esa jovencita traumatizada en un país que se dice tener un gobierno democrático avanzado,  que aprobó recientemente el derecho al aborto y la justicia deja libre a un violador que le dañó su integridad moral y humana para siempre. Como entender que le da derecho a la mujer para que aborte pero no castiga al hombre que la agrede. ¿Qué alguien me lo explique? Más aún porque las mujeres argentinas, feministas, no estuvieron allí presente con sus banderas y la protesta contra las violaciones de los hombres, que según parece son tan usuales en este país, ¿Dónde quedan los derechos de los emigrantes venezolanos en un país que dice ser abierto a los extranjeros europeos?, ¿Será que ellos son menos que nosotros?, ¿Y los políticos del gobierno y de la oposición porque no se pronuncian ante lo infame de su justicia y legalidad constitucional? ¿Cómo es que este abominable hecho ha causado más indignación y rechazo a nivel internacional que en la propia Argentina?  Peor aún,  como es que los miles y miles de venezolanos que se encuentran en Buenos Aires se mantuvieron indiferentes y solo un pequeño grupo de la sociedad civil organizada  se manifestó.  Parece que la indiferencia como emigrantes nos está afectando y solo nos interesamos por la rutina egoísta.  MUCHAS PREGUNTAS PARA SANCHO, VERDAD. AMANECERA Y VEREMOS.

 



Nota: El nombre María Teresa no es real, para resguardar su identidad. 29/01/2021

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