LEONARDO PADURA: UN INTELECTUAL CUBANO MAL EDUCADO
“Lo más impactante en
sus días de detención fue conocer experiencias de la reclusas: Había una madre
con sus dos hijas, a las que detuvieron el día de la manifestación y fueron duramente golpeadas. Incluso una
embarazada, que pedía atención médica pero se la negaban. Se la dieron en el
momento en que la pusieron en mi celda.” Camila Acosta. Periodista cubana de ABC y CubaNet. La arrestaron
porque cubrió las protestas. Diario
CLARIN. Argentina. 18 de julio de 2021
“Recordemos que las
últimas medidas del gobierno establecieron una especie de apartheid económico,
los que tienen dólares sobreviven y los que no tienen no sobreviven. Lo
interesante es que estos movimientos siguieron el hilo de la protesta en
América Latina, de la economía a la política, de la subida en la tarifa de pago
de transporte o del metro, hablando de Chile o hablando de Colombia, a la
demanda de grandes reformas políticas y en ese camino estamos. Es por eso que yo le llamo a esto protesta
de la libertad en vez de protesta de hambre”. Manuel
Cuesta Morúa. Historiador y dirigente opositor cubano. Presidente del Consejo
para la transición democrática cubana. Diario
CLARIN. 18 de julio de 2021.
“…Pienso que ni una ni
otra evidencia (se refiere a los actos de vandalismo contra las tienda MLC que
venden en dólares) le quitan un ápice de
razón al alarido que hemos escuchado. Un grito que es también el resultado
de la desesperación de una sociedad que
atraviesa no solo una larga crisis económica y una puntual crisis sanitaria,
sino también una crisis de confianza y una pérdida de expectativas.” Leonardo Padura. Escritor Cubano. Diario LA
NACION. 18 de julio de 2021.
LEONARDO PADURA es un prolífico escritor cubano,
cuyas novelas se difunden por el mundo de habla hispana e incluso traducido a
varios idiomas. Además es periodista y
guionista de cine. Leonardo Padura tiene apenas 65 años y su vasta obra
ya casi llega al centenar de títulos publicados. Lo otro que hay que destacar
es la maestría con la que combina la realidad cubana con la ficción literaria,
incluso el tomar de personajes de la historia clásica como León Trotsky y el pintor neerlandés Rembrandt, teniendo como telón de fondo su
amada isla. EL HOMBRE QUE AMABA LOS PERROS
Y HEREJE son dos de las obras cumbre de este autor y no escatima es pintar
la realidad cubana como sociedad fracasada del siglo XX y el XXI. Padura
describe los niveles de control político e ideológico, la pobreza en el
discurso de los jóvenes, el desencanto y la falta de esperanza en el marco de
una sociedad cerrada, sin niveles primarios de democracia política, la doble
moral como conducta societaria. De más está decir que Leonardo Padura tiene un porte de hombre sencillo, culto y
disciplinado en su oficio. Es un verdadero intelectual que sabe interpretar la
cubanía como modo de ser. A la altura de los grandes escritores cubanos. Lezama
Lima, Alejo Carpentier, Reinaldo Arenas, Guillermo Cabrera Infantes, entre
otros.
¿Cómo es que a este intelectual tiene tanta libertad para
escribir y denunciar la realidad societaria en su país?; ¿Cómo es que la
dictadura de Díaz Canel, seguido de
cerca por Raúl Castro, persigue y encarcela a los artistas e intelectuales del
Movimiento San Isidro y al escritor Padura ni lo tocan?; ¿Como es que tiene licencia para declarar
ampliamente sobre los últimos acontecimientos históricos del 11 de abril y ni
siquiera una visita domiciliaria de los agentes de seguridad cubana?; ¿Cómo es
que a los raperos cubanos que
participaron en la obra musical PATRIA Y
VIDA los persiguen, le allanan su vivienda y al célebre escritor ni un
interrogatorio siquiera? La respuesta
tiene varias explicaciones. La primera
es que Leonardo Padura se ha ganado
una fama internacional, la cual ha avanzado muy lentamente y el régimen quiere
evitar un escándalo que aislé más a la
dictadura. La segunda es que
Leonardo Padura viene a ser unas de las promociones intelectuales, hechura del
socialismo, incluso trabajó en periódicos oficialistas y ha mantenido distancia
de todo el movimiento democrático que existe en la isla. Tercero que a pesar de que en sus novelas desenmascara la casta
burocrática y la estafa en que se ha convertido el régimen castrista, sin
embargo cuida mucho sus palabras en declaraciones y entrevistas, buscando un
punto de equilibrio, como diciendo yo estoy en Cuba, opino tal o cual cosa, no
desde la arena sino desde el palco o balcón. Además el susodicho escritor en
sus novelas no se mete con Fidel Castro sino con el funcionariado
institucional. El escritor Padura en sus
declaraciones destaca “la legitimidad espontánea y sin
liderazgos de las manifestaciones multitudinarias en las calles y en las
rede, deben ser una advertencia y
muestra alarmante de las distancias entre las esferas políticas dirigentes y la
calle” Otra factor explicativo es cuando afirma “Muchas
cosas parecen estar hoy en juego. Quizás incluso si tras la tempestad regresa
la calma. Tal vez los extremistas y
fundamentalistas, y no se enraíce un peligroso estado de odio que ha ido creciendo en los últimos años”, sin
mencionar nombres y quien fomenta el odio. Finalmente en el texto reconoce “el
grito de desesperación y extravió de la esperanza, que desde antes del 11 de
julio algunos compatriotas, expresaron esos lamentos y no fueron oídos y cuyas
lluvias surgieron estos lodos”. Sin destacar el importante papel del
Movimiento San Isidro y los raperos con Patria y Vida. Por último, la dictadura cubana siempre ha
tratado de congraciarse y no tocar ni con el pétalo de una rosa con aquellos
intelectuales y artistas críticos que no comprometen su obra con un accionar
militante. A este famoso Intelectual le
tienden puentes, total no hace daño ante
los muchachos raperos que
difunden canciones contestatarias como PATRIA
Y VIDA y su verbo lo llevan a la
acción de exigencias y organización cultural contra el régimen castrista.
Como es que Leonardo Padura, si realmente le duele lo que
está sucediendo en su sufrida isla no ocupa una posición beligerante contra las
manipulaciones del poder que no
demuestra un ápice de apertura. Como es que no denuncia la peor violencia
desatada ese 11 de julio con un saldo trágico de un joven asesinado, que es lo
que se reconoce hasta ahora, el suicidio de su madre; Los cientos de
atropellados cuyas única arma era el grito de LIBERTAD reprimida y ahogada con bates de madera sobre la humanidad
de los manifestantes en estado famélicos y cuyos cuerpos de seguridad vestidos
de civiles actúan a diestra y siniestra con la carta blanca que les da el
régimen dictatorial. Leonardo Padura
suaviza su crítica señalando la espontaneidad de las movilizaciones históricas,
cuando sabe que a la dictadura se le venció su tiempo y se mantiene por un
esquema represivo totalitario, que el pueblo masivamente ya no cree y que la única
salida es un proceso de transición democrática, que permita acabar con esa
añeja dictadura de seis décadas.
LEONARDO PADURA ES UN
MAL EDUCADO porque
su estructura mental esta cosificada. Pertenece a la generación de los años
sesenta, que creció con la narrativa socialista,
antiimperialista y de un solo hombre en el mando de un país, que desde una
visión absolutista le entrego el poder a su hermano y este a su vez a un personaje conservador de su entorno, de
alta confianza, con un historial político
de sumisión indiscutible al poder castrista. Nótese que Díaz Canel en su primer discurso ante los acontecimientos del
domingo 11 de abril no vacilo en repetir las frases trilladas de Fidel Castro
sino que también insto a enfrentar
pueblo contra pueblo, eso es la vieja guardia y sus policías civiles contra los indefensos manifestantes que
reclamaban “PAN Y LIBERTAD”. Y al siguiente
domingo, en una concentración en el malecón habanero señaló que estaban
enfrentado una “ciberguerra, que idéntico como terrorismo mediático”. LEONARDO PADURA no pertenece a esa vasta legión de escritores e intelectuales que no bajaron
la cabeza ni cedieron complaciente al poder seductor de Fidel Castro, aun
sufriendo los peores castigos de ignorar su trabajo y de la persecución
ideológica. Estoy hablando del escritor y periodista Carlos Franqui, del escritor Guillermo
Cabrera Infante, del poeta Heberto
Padilla quien tuvo que retractarse con un vergonzante mea culpa acerca de
su obra “Fuera de Fuego”. Del escritor Reinaldo
Arenas, Lezama Lima, Virgilio Piñera. Y que en la actualidad se registran nuevos nombres
que siguen muy comprometidos por la democracia en el devenir histórico de Cuba,
como lo son la periodista Yoani Sánchez
y su periodismo comprometido con la libertad y la democracia, los jóvenes del Movimiento 27 de Noviembre y San Isidro,
del historiador Manuel Cuesta Morua,
que fue detenido horas antes en La Habana cuando se dirigía a la concentración
publica del domingo 11 de julio. En el exilio está la reconocida escritora Zoe Valdez, parte de los artistas raperos
radicados en Miami como son Yotuel
Romero, Descember Bueno, entre otros, que se unieron en la canción de protesta
contra la dictadura llamada PATRIA Y
VIDA, y que desde febrero de este año no solo ha recorrido al mundo
denunciando en su letra a la vieja dictadura de 62 años sino que se ha convertido
en un himno en la Isla, como respuesta al régimen y su consigna opaca que huele
a fatalidad llamada PATRIA O MUERTE.
LEONARDO PADURA sigue viviendo en el Barrio Mantilla,
donde nació y señala que “pretende ser libre y practicar la libertad
en mi derecho a opinar”. Copio textualmente a Padura cuando dice: “Cuba
no es el infierno comunista del que habla la derecha retrograda ni el paraíso socialista
que quiere ver cierta izquierda acrítica, Cuba es como un purgatorio, donde hay
cosas buenas y cosas malas, casi como en cualquier sociedad, aunque con características
muy peculiares”. De estas declaraciones recientes extraigo dos
reflexiones. ¿Qué es para este afamado escritor la libertad? La que le permite
el régimen mientras se mantenga en una posición “equilibrada” mientras que se
la niegan a otros, por ejemplo a los artistas del Movimiento San Isidro que los
persiguen y los meten preso. Para el escritor de “El hombre que amaba los
perros” las cosas buenas son los logros en materia de salud, educación y
seguridad, y la mala será la falta de democracia y libertad. Esa posición
acomodaticia se volvió añico con los sucesos recientes y contradice su narrativa literaria y la realidad cubana
que describe. Un purgatorio que lleva 62 años sin una posibilidad de cambio
demandado por la sociedad cubana, más bien tiende a afianzarse con la praxis
siniestra y manipuladora de Díaz Canel, títere
de Raúl Castro, con un equipo de fieles ejecutores. Toda la educación escolar y
universitaria con un alto grado de marxismo dogmático, el culto a los héroes y
en especial a Fidel Castro, no le permiten agudizar los contraste entre el entramado
totalitario cimentado y los primeros proyectos democráticos de la Cuba de
Martí, más los soñadores del movimiento cívico-democrático contra la dictadura de Baptista que activaban en la ciudad, cuando Fidel con los guerrilleros triunfantes
llegaron de la montaña y en vez construir una sociedad democrática se impuso la
visión vertical de un solo mando con tendencia absolutista. Tan es así una
frase que se popularizo: “En Cuba
no se movía una hoja sin que Fidel lo supiera”. Por eso es que en tanta
décadas por los menos tres generaciones se formaron bajo una predica
totalitaria y del llamado “bloqueo”
que termino convirtiéndose en una justificación para mantenerse en el poder de
manera indefinida, tesis fácil derrumbar cuando Cuba tiene apertura comercial,
económica y política con todo el mundo y la gran comunidad cubana que ha
emigrado hacia Miami y otros países es la que aporta una gran cantidad de dólares por
concepto de remesas familiares. De no comprenderse que es todo un sistema
económico y político fracasado, no es posible avanzar. Por eso es que Cuba no
está en ningún purgatorio sino en el propio infierno que asesina a sus hijos o
los encarcela. En todo caso un proceso de transición democrática debería ser
para entrar en una zona tipo de transición y de espera a mejorar las
condiciones de vida en libertad real. Sería la mayor fiesta en toda su historia
de un pueblo que recobra su espíritu latinoamericano de justicia y libertad. Creo
que a LEONARDO PADURA le toca
desaprender para aprender una narrativa democrática, cuestión altamente
imposible porque tendría que vencer los acomodos y privilegios que goza y en
segundo lugar salir de la zona de confort que la dictadura le ofrece. Además las nuevas
generaciones de finales del siglo pasado y los veinte años del actual siglo ya no
quieren saber nada de esa vieja narrativa épica, que le sabe muy mal.
Finalmente hoy nos encontramos frente a una disyuntiva que no solo está en Cuba sino que tiene que ver con Venezuela y Nicaragua, en principio. Es decir de caer Cuba con su dictadura, más atrás vendría estos países que hoy sufren del mismo cáncer y despertaría una alerta a otros países de la región latinoamericana que están a la expectativa, me refiero a Brasil, Colombia, Perú, Bolivia, Argentina y un largo etcétera. AMANECERA Y VEREMOS. ¡PATRIA Y VIDA!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario