lunes, 19 de julio de 2021

LEONARDO PADURA: UN ESCRITOR CUBANO MAL EDUCADO

LEONARDO PADURA: UN  INTELECTUAL CUBANO  MAL EDUCADO



Lo más impactante en sus días de detención fue conocer experiencias de la reclusas: Había una madre con sus dos hijas, a las que detuvieron el día de la manifestación y fueron duramente golpeadas. Incluso una embarazada, que pedía atención médica pero se la negaban. Se la dieron en el momento en que la pusieron en mi celda.” Camila Acosta. Periodista cubana de ABC y CubaNet. La arrestaron porque cubrió las protestas. Diario CLARIN. Argentina. 18 de julio de 2021



Recordemos que las últimas medidas del gobierno establecieron una especie de apartheid económico, los que tienen dólares sobreviven y los que no tienen no sobreviven. Lo interesante es que estos movimientos siguieron el hilo de la protesta en América Latina, de la economía a la política, de la subida en la tarifa de pago de transporte o del metro, hablando de Chile o hablando de Colombia, a la demanda de grandes reformas políticas y en ese camino estamos. Es por eso que yo le llamo a esto protesta de la libertad en vez de protesta de hambre”.  Manuel Cuesta Morúa. Historiador y dirigente opositor cubano. Presidente del Consejo para la transición democrática cubana. Diario CLARIN. 18 de julio de 2021.



“…Pienso que ni una ni otra evidencia (se refiere a los actos de vandalismo contra las tienda MLC que venden en dólares) le quitan un ápice de razón al alarido que hemos escuchado. Un grito que es también el resultado de la desesperación  de una sociedad que atraviesa no solo una larga crisis económica y una puntual crisis sanitaria, sino también una crisis de confianza y una pérdida de expectativas.” Leonardo Padura. Escritor Cubano. Diario LA NACION. 18 de julio de 2021.

 


LEONARDO PADURA es un prolífico escritor cubano, cuyas novelas se difunden por el mundo de habla hispana e incluso traducido a varios idiomas. Además es periodista y  guionista de cine. Leonardo Padura tiene apenas 65 años y su vasta obra ya casi llega al centenar de títulos publicados. Lo otro que hay que destacar es la maestría con la que combina la realidad cubana con la ficción literaria, incluso el tomar de personajes de la historia clásica   como León Trotsky y el pintor neerlandés  Rembrandt, teniendo como telón de fondo su amada isla. EL HOMBRE QUE AMABA LOS PERROS Y HEREJE son dos de las obras cumbre de este autor y no escatima es pintar la realidad cubana como sociedad fracasada del siglo XX y el XXI. Padura describe los niveles de control político e ideológico, la pobreza en el discurso de los jóvenes, el desencanto y la falta de esperanza en el marco de una sociedad cerrada, sin niveles primarios de democracia política, la doble moral como conducta societaria. De más está decir que Leonardo Padura tiene un porte de hombre sencillo, culto y disciplinado en su oficio. Es un verdadero intelectual que sabe interpretar la cubanía como modo de ser. A la altura de los grandes escritores cubanos. Lezama Lima, Alejo Carpentier, Reinaldo Arenas, Guillermo Cabrera Infantes, entre otros.



¿Cómo es que a este intelectual tiene tanta libertad para escribir y denunciar la realidad societaria en su país?; ¿Cómo es que la dictadura de  Díaz Canel, seguido de cerca por Raúl Castro, persigue y encarcela a los artistas e intelectuales del Movimiento San Isidro y al escritor Padura ni lo tocan?;  ¿Como es que tiene licencia para declarar ampliamente sobre los últimos acontecimientos históricos del 11 de abril y ni siquiera una visita domiciliaria de los agentes de seguridad cubana?; ¿Cómo es que a los raperos cubanos  que participaron en la obra musical PATRIA Y VIDA los persiguen, le allanan su vivienda y al célebre escritor ni un interrogatorio siquiera?  La respuesta tiene varias explicaciones. La primera es que Leonardo Padura se ha ganado una fama internacional, la cual ha avanzado muy lentamente y el régimen quiere evitar un escándalo que  aislé más a la dictadura. La segunda es que Leonardo Padura viene a ser unas de las promociones intelectuales, hechura del socialismo, incluso trabajó en periódicos oficialistas y ha mantenido distancia de todo el movimiento democrático que existe en la isla. Tercero que a pesar de que en sus novelas desenmascara la casta burocrática y la estafa en que se ha convertido el régimen castrista, sin embargo cuida mucho sus palabras  en  declaraciones y entrevistas, buscando   un punto de equilibrio, como diciendo yo estoy en Cuba, opino tal o cual cosa, no desde la arena sino desde el palco o balcón. Además el susodicho escritor en sus novelas no se mete con Fidel Castro sino con el funcionariado institucional. El escritor  Padura en sus declaraciones destaca “la legitimidad espontánea y sin liderazgos de las manifestaciones multitudinarias en las calles y en las rede,  deben ser una advertencia y muestra alarmante de las distancias entre las esferas políticas dirigentes y la calle” Otra factor explicativo es cuando afirma  “Muchas cosas parecen estar hoy en juego. Quizás incluso si tras la tempestad regresa la calma. Tal vez los extremistas y fundamentalistas, y no se enraíce un peligroso estado de odio que ha ido creciendo en los últimos años”, sin mencionar nombres y quien fomenta el odio. Finalmente en el texto reconoce el grito de desesperación y extravió de la esperanza, que desde antes del 11 de julio algunos compatriotas, expresaron esos lamentos y no fueron oídos y cuyas lluvias surgieron estos lodos”. Sin destacar el importante papel del Movimiento San Isidro y los raperos con Patria y Vida.  Por último, la dictadura cubana siempre ha tratado de congraciarse y no tocar ni con el pétalo de una rosa con aquellos intelectuales y artistas críticos que no comprometen su obra con un accionar militante. A este famoso Intelectual  le tienden puentes, total no hace daño ante  los muchachos raperos  que difunden canciones contestatarias como PATRIA Y VIDA y su verbo lo llevan a la acción de exigencias y organización cultural contra el régimen castrista.



Como es que Leonardo Padura, si realmente le duele lo que está sucediendo en su sufrida isla no ocupa una posición beligerante contra las manipulaciones del poder  que no demuestra un ápice de apertura. Como es que no denuncia la peor violencia desatada ese 11 de julio con un saldo trágico de un joven asesinado, que es lo que se reconoce hasta ahora, el suicidio de su madre; Los cientos de atropellados cuyas única arma era el grito de LIBERTAD reprimida y ahogada con bates de madera sobre la humanidad de los manifestantes en estado famélicos y cuyos cuerpos de seguridad vestidos de civiles actúan a diestra y siniestra con la carta blanca que les da el régimen dictatorial. Leonardo Padura suaviza su crítica señalando la espontaneidad de las movilizaciones históricas, cuando sabe que a la dictadura se le venció su tiempo y se mantiene por un esquema represivo totalitario, que el pueblo masivamente ya no cree y que la única salida es un proceso de transición democrática, que permita acabar con esa añeja dictadura de seis décadas.  



LEONARDO PADURA ES UN MAL EDUCADO porque su estructura mental esta cosificada. Pertenece a la generación de los años sesenta,  que creció con la narrativa socialista, antiimperialista y de un solo hombre en el mando de un país, que desde una visión absolutista le entrego el poder a su hermano y este a su vez  a un personaje conservador de su entorno, de alta confianza,  con un historial político de sumisión indiscutible al poder castrista. Nótese que Díaz Canel en su primer discurso ante los acontecimientos del domingo 11 de abril no vacilo en repetir las frases trilladas de Fidel Castro sino que también  insto a enfrentar pueblo contra pueblo, eso es la vieja guardia y sus policías civiles  contra los indefensos manifestantes que reclamaban “PAN Y LIBERTAD”. Y al siguiente domingo, en una concentración en el malecón habanero señaló que estaban enfrentado una “ciberguerra, que idéntico como terrorismo mediático”. LEONARDO PADURA no pertenece a esa vasta legión  de escritores e intelectuales que no bajaron la cabeza ni cedieron complaciente al poder seductor de Fidel Castro, aun sufriendo los peores castigos de ignorar su trabajo y de la persecución ideológica. Estoy hablando del escritor y periodista Carlos Franqui, del escritor Guillermo Cabrera Infante, del poeta  Heberto Padilla quien tuvo que retractarse con un vergonzante mea culpa acerca de su obra “Fuera de Fuego”. Del escritor Reinaldo Arenas, Lezama Lima, Virgilio Piñera. Y que  en la actualidad se registran nuevos nombres que siguen muy comprometidos por la democracia en el devenir histórico de Cuba, como lo son la periodista Yoani Sánchez y su periodismo comprometido con la libertad y la democracia, los jóvenes del Movimiento 27 de Noviembre y San Isidro, del historiador Manuel Cuesta Morua, que fue detenido horas antes en La Habana cuando se dirigía a la concentración publica del domingo 11 de julio. En el exilio está la reconocida escritora Zoe Valdez, parte de los artistas raperos radicados en Miami como son Yotuel Romero, Descember Bueno, entre otros,  que se unieron en la canción de protesta contra la dictadura llamada PATRIA Y VIDA, y que desde febrero de este año no solo ha recorrido al mundo denunciando en su letra a la vieja dictadura de 62 años sino que se ha convertido en un himno en la Isla, como respuesta al régimen y su consigna opaca que huele a fatalidad  llamada PATRIA O MUERTE.  



LEONARDO PADURA sigue viviendo en el Barrio Mantilla, donde nació y señala que “pretende ser libre y practicar la libertad en mi derecho a opinar. Copio textualmente a Padura cuando dice: “Cuba no es el infierno comunista del que habla la derecha retrograda ni el paraíso socialista que quiere ver cierta izquierda acrítica, Cuba es como un purgatorio, donde hay cosas buenas y cosas malas, casi como en cualquier sociedad, aunque con características muy peculiares”. De estas declaraciones recientes extraigo dos reflexiones. ¿Qué es para este afamado escritor la libertad? La que le permite el régimen mientras se mantenga en una posición “equilibrada” mientras que se la niegan a otros, por ejemplo a los artistas del Movimiento San Isidro que los persiguen y los meten preso. Para el escritor de “El hombre que amaba los perros” las cosas buenas son los logros en materia de salud, educación y seguridad, y la mala será la falta de democracia y libertad. Esa posición acomodaticia se volvió añico con los sucesos recientes y contradice  su narrativa literaria y la realidad cubana que describe. Un purgatorio que lleva 62 años sin una posibilidad de cambio demandado por la sociedad cubana, más bien tiende a afianzarse con la praxis siniestra y manipuladora de Díaz Canel, títere de Raúl Castro, con un  equipo de fieles  ejecutores. Toda la educación escolar y universitaria con un alto grado de marxismo dogmático, el culto a los héroes y en especial a Fidel Castro, no le permiten agudizar los contraste entre  el entramado totalitario cimentado y los primeros proyectos democráticos de la Cuba de Martí, más  los soñadores del movimiento  cívico-democrático contra la dictadura de Baptista que activaban en la ciudad,  cuando Fidel con los guerrilleros triunfantes llegaron de la montaña y en vez construir una sociedad democrática se impuso la visión vertical de un solo mando con tendencia absolutista. Tan es así una frase que se popularizo: “En Cuba no se movía una hoja sin que Fidel lo supiera”. Por eso es que en tanta décadas  por los menos tres  generaciones se formaron bajo una predica totalitaria y del llamado “bloqueo” que termino convirtiéndose en una justificación para mantenerse en el poder de manera indefinida, tesis   fácil derrumbar  cuando Cuba tiene apertura comercial, económica y política con todo el mundo y la gran comunidad cubana que ha emigrado  hacia  Miami y otros países  es la que aporta una gran cantidad de dólares por concepto de remesas familiares. De no comprenderse que es todo un sistema económico y político fracasado, no es posible avanzar. Por eso es que Cuba no está en ningún purgatorio sino en el propio infierno que asesina a sus hijos o los encarcela. En todo caso un proceso de transición democrática debería ser para entrar en una zona tipo de transición y de espera a mejorar las condiciones de vida en libertad real. Sería la mayor fiesta en toda su historia de un pueblo que recobra su espíritu latinoamericano de justicia y libertad. Creo que a LEONARDO PADURA le toca desaprender para aprender una narrativa democrática, cuestión altamente imposible porque tendría que vencer los acomodos y privilegios que goza y en segundo lugar salir de la zona de confort que  la dictadura le ofrece. Además las nuevas generaciones de finales del siglo pasado y los veinte años del actual siglo ya no quieren saber nada de esa vieja narrativa épica, que le sabe muy mal.

 



Finalmente hoy nos encontramos frente a una disyuntiva que no solo está en Cuba sino que tiene que ver con Venezuela y Nicaragua, en principio. Es decir de caer Cuba con su dictadura, más atrás vendría estos países que hoy sufren del mismo cáncer  y despertaría una alerta a otros países de la región latinoamericana que están a la expectativa, me refiero a Brasil, Colombia, Perú, Bolivia, Argentina y un largo etcétera. AMANECERA Y VEREMOS.     ¡PATRIA Y VIDA! 

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