

“Le quiero pedir a
Venezuela que no desfallezca, que luche, que salga a la calle. Ya es hora de
que seamos libres y solo ustedes tienen el poder ahora. Los amo con todo el
alma, con todo el corazón.” Oscar Pérez.
Palabras finales, ya herido, ante el inminente asesinato por tropas armadas que
hicieron caso omiso a su rendimiento. 15 de enero de 2018. El Junquito. Caracas
“Artículo 350.- El
pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la
independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación
o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o
menoscabe los derechos humanos” Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela. 1999
“Para la amnesia
colectiva, quedaran estas palabras. Así como el recuerdo en la familia de
Franklin Brito, Neomar Lander, Juan Pernalete, Paul Moreno, Adrian López y
muchísimos otros que dieron su vida. La indolencia
“…Ustedes lo hicieron
muy bien por allá, pero ya es tiempo de reflexionar y vendrán nuevas
situaciones y el país tendrá que enrumbarse definitivamente hacia un destino
mejor… y yo ante el país y ante ustedes, asumo la responsabilidad de este
movimiento militar bolivariano…” Palabras
del Comandante Hugo Chávez, al momento de su entrega ante los medios de
comunicación. Respetándosele la vida y sus derechos humanos una vez fracasado
el golpe de estado que dejó una secuela
de soldados muertos y heridos. 4 de
febrero de 1992
“¡MUERTE A
LOS GOLPISTAS¡” Sentencia del Senador
David Morales Bello de Acción Democrática en una intervención para analizar los hechos
del 4 de febrero de 1992 en el parlamento venezolano. Todos los sectores
políticos y la sociedad rechazaron este planteamiento que conminaba a la pena
de muerte.
“Es un
criminal, es un asesino, y le pido la colaboración a todo el pueblo de
Venezuela. Si aún se encuentra en territorio nacional, que el pueblo de
Venezuela, al identificarlo, lo capture donde esté, a este terrorista y
criminal”. Pronunciamiento de Nicolás
Maduro. 27 de junio de 2017.
El pasado lunes 15 de enero de 2018 a
tempranas horas de la mañana una noticia se hizo viral en las redes sociales:
“Atención: El piloto Oscar Pérez junto a un grupo de su resistencia se
encuentran RODEADOS a esta hora (7.15
pm) en la carretera nueva Mamera-El Junquito”; “Aquí nos encontramos en la
carretera nueva de El Junquito, estamos negociando no queremos hacer frente a
funcionarios conocidos”; “Para los que tuvieron dudas aquí estamos nos han
disparado estamos agazapados y estamos negociando con las autoridades y
fiscales.” Hasta que por fin el propio Oscar
Pérez transmitió por Instagram un video breve pero desgarrador con el
rostro ensangrentado producto de las esquirlas de las granadas, esto dijo de
manera desesperada: “Nos están
disparando con MPG, granada, lanza granada, franco tiradores. Hay civiles aquí
adentro. Le dijimos que nos vamos a entregar con los fiscales y no quieren dejar que nos entreguemos. NOS
QUIEREN ASESINAR”. Siempre pensé que se les respetaría sus vidas al
someterse a la justicia. En la tarde había mucha tensión y no había información
clara de lo que había sucedido. Ya casi la noche se confirma por las redes que
fue asesinado Oscar Pérez y varios de sus acompañantes, prácticamente en
ejecuciones extrajudiciales, violentando, una vez más la Constitución
Nacional que no contempla la pena de
muerte. ¿Pero a qué se debe que los
Cuerpos de Seguridad del Estado,
militares, policías y representantes de colectivos actuaran con tanta saña y
criminalidad?; ¿De dónde vino la orden?; ¿Porque la orden de exterminarlos si
era un pequeño grupo concentrado en una residencia, rodeados por más de un centenar de militares y
policías, y había comunicado que se
entregarían ante los fiscales presentes.?;
¿Quién era Oscar Pérez que en un helicóptero sobrevoló la ciudad de
Caracas invocando en una pancarta el artículo 350 de la Constitución?; ¿Cuál
era la situación de país en ese momento?
Oscar
Pérez (36 años) era un inspector del Cuerpo de
Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas, (CICPC) que
piloteó un helicóptero sobre Caracas la
tarde del 27 de junio de 2017 y cuyo
objetivo era rebelarse contra el gobierno exhibiendo una pancarta que decía: “350 – LIBERTAD”. Sobrevoló por las
inmediaciones del TSJ y el Ministerio de Relaciones Interiores y su objetivo
era llamar la atención de la ciudadanía por
la necesidad de aplicar el artículo 350
de la Constitución que invoca a desconocer cualquier régimen que viole el
ordenamiento legal y menoscabe los derechos humanos. En esos momentos el país
ardía por los cuatro costados en protestas de calle en contra del llamado a
unas elecciones de Asamblea Nacional Constituyente espuria y desconociendo lo
que señala la Constitución al respecto. En los hechos el gobierno de Nicolás
Maduro estaba decretando la muerte de la
democracia con el apoyo de las
Instituciones que controla, menos la Asamblea Nacional y para ese momento la
Fiscalía General de la República dirigida por la Doctora Luisa Ortega quien se
opuso tenazmente a la violación flagrante de la Constitución y los Derechos
Humanos. Esto hizo prender la protesta
desde el mes de abril y el saldo trágico arrojaba más de 60 jóvenes asesinados por acciones de efectivos militares,
policiales y colectivos, más los heridos y los cientos de detenciones y presos
políticos. Este era el mapa político del país en el momento que se rebela el Inspector activo del CICPC Oscar
Pérez.
Lo demás es historia conocida, no
obstante hay que acercarse al móvil del asesinato, de los autores
intelectuales, ya a voz populi se dice que el presidente había autorizado la
negociación pero esta fue negada por otros factores de poder dirigido nada más
y nada menos que por Diosdado Cabello. Estas hipótesis pueden sonar a especulación pero reflejan
conflictos de poder muy peligrosos. Sin embargo no me queda dudas que la
actuación del Gobierno y su equipo gobernante han actuado sin contradicción en
las acciones represivas y criminales desatadas contra las manifestaciones y
sobre todo contra el sector estudiantil.
Sostengo la tesis que al final triunfó la decisión que al inspector Oscar Pérez había que asesinarlo porque preso
era un peligro de consecuencias futuras,
bien por insurgencia militar o convertirse en un líder popular por su
acto de valentía. Esto no es descabellado, y ellos lo sabían por la misma
experiencia con Chávez, que dio un golpe de estado, se dirigió al país y en
forma valiente reconoció la derrota, pero quedó sembrado en el sentir del
pueblo, lo que contribuyó que a vuelta de unos años llego a Presidente de la
República. Que diferencia entre aquella época y la actual. Diosdado Cabello escribe en un prólogo del libro: 4-F :
DESPLOME DEL PARLAMENTO PUNTOFIJISTA, lo siguiente: “…está presente en el
libro el discurso del senador David Morales Bello en el que clama ante el país
“mueran los golpistas”, en una clara
demostración del profundo espíritu fascista y antidemocrático que asistía a
este insigne militante de Acción Democrática”. Entonces ¿Quién es el fascista
de hecho? ¿Quién es el criminal” que
ahora se esconde detrás de todo el poder militar y los aduladores de oficio
para actuar de la manera más reaccionaria posible. Quien es el fascista al
decir este martes 16 de enero de 2018 que
“Los viudos y viudas de la violencia
lloran y quedan al descubierto cuando caen sus peones”. Que dolor y desconcierto me da estos
contrastes entre aquella Venezuela de 1992, forjadora de la democracia y esta
Venezuela, veintiséis años después, sumida en una tiranía totalitaria y
criminal, y además con mucho miedo en la ciudadanía. Si a la ver vamos Hugo Chávez como comandante del
movimiento sedicioso dejó un centenar de soldados muertos, intento penetrar a la
casona presidencial y destruyó parte del Palacio de Miraflores con un tanque de
guerra. Oscar Pérez lo que hizo fue
sobrevolar Caracas con una pancarta y se dice que lanzó unos explosivos sobre
las edificaciones del TSJ y el Ministerio de Relaciones Interiores, pero no
causó ni daños materiales ni hubo heridos o muertos. Que diferencia, calificado
de terrorista y asesinado sin derecho a rendirse, como lo solicitó públicamente.
Más temprano que tarde se sabrá la verdad de esta triste historia y los muertos
que ellos mismos provocaron, entre los cuales se encuentra Heiker Vázquez, líder del colectivo del 23 de Enero Las Tres
Raíces, quien según versiones, fue
llevado engañado para ser asesinado por una supuesta traición a la causa, y
posterior achacárselo a Oscar Pérez y su grupo. Lo otro que no me cabe duda que
detrás de esta operación militar metió su mano el asesoramiento de inteligencia
cubana pues el modus operandi lo han practicado
en Cuba calificando de terroristas a disidentes, endilgándole a los Estados
Unidos su respaldo a este grupo y las declaraciones del Ministro Reverol están en esa dirección cuando señala “que la información donde se encontraba
Oscar Pérez provino de los representantes opositores que se encontraban en República Dominicana”.
Cuestión perversa y mal intencionado para crear confusión en la ciudadanía.
De lejos me llega una frase del Che Guevara que se me quedó grabada en
mi memoria “Si eres capaz de temblar
frente a las injusticias somos compañeros” Aunque existe una real distancia
entre Ernesto Guevara y Oscar Pérez,
sin embargo los dos fueron asesinados por órdenes presidenciales (Bolivia y
Venezuela) sin sumario ni formula de juicio, sin testigos ni periodistas, sin
derecho a nada. Uno calificado de guerrillero, otro de terrorista. Ambos luchadores por la justicia social.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario